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Autor Tema: El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC): ¿quíé es y cómo se manifiesta?  (Leído 537 veces)

Scientia

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 El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC): ¿quíé es y cómo se manifiesta?

 
No todos los trastornos mentales se fundamentan en una percepción anormal de la realidad. Algunos, como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), no se expresan a travíés de la manera en la que se interpreta la información proveniente del mundo circundante, sino mediante acciones que nacen del propio sujeto: las llamadas conductas repetitivas, o compulsiones, que minan la calidad de vida de las personas al producir sensaciones desagradables y limitar su grado de libertad.

Sin embargo, hablar sobre este tipo de conductas es contar sólo una mitad de la historia. La otra mitad se encuentra en los pensamientos intrusivos, que están estrechamente ligados con las compulsiones. Desde una perspectiva psicológica, se puede decir que tanto los pensamientos intrusivos (u obsesiones) como las compulsiones son los dos engranajes principales a travíés de los que se articula el trastorno obsesivo-compulsivo. Pero... ¿cómo llegan a activarse estas dos piezas?

Trastorno obsesivo-compulsivo: pensamientos intrusivos y compulsiones
El trastorno obsesivo-compulsivo es un trastorno de la ansiedad, y por lo tanto se caracteriza por estar asociado a sensación de temor, angustia y estríés continuado en una magnitud que supone un problema para el dí­a a dí­a y repercute negativamente sobre la calidad de vida de la persona en prácticamente todos los ámbitos en los que esta se va desarrollando.

En el caso concreto del trastorno obsesivo-compulsivo, el motor de estas crisis de ansiedad es el ciclo obsesión-compulsión. Las obsesiones ocurren de manera espontánea, independientemente de la voluntad de la persona, y llegan a ser tan frecuentes que resultan invasivas. Además de crear angustia, estos pensamientos intrusivos desencadenan una serie de conductas repetitivas orientadas a reducir la ansiedad producida por las obsesiones.



El TOC tambiíén se caracteriza por las conductas repetitivas
Sin embargo, lejos de resultar útiles las conductas repetitivas son en realidad compulsiones, es decir, comportamientos estereotipados que escapan al control de la persona, igual que los pensamientos cuyos efectos negativos tratan de mitigar. Es por eso que el cuadro diagnóstico del trastorno obsesivo-compulsivo no sólo incluye los pensamientos intrusivos, sino tambiíén las acciones estereotipadas que los siguen.

A fuerza de repetirse, tanto las obsesiones como las compulsiones llegan a tomar el control de la vida de la persona, tal y como el juego patológico se apodera de la cotidianidad del ludópata. El ciclo obsesión-compulsión hace que la ansiedad se mantenga, ya que la persona que experimente el trastorno obsesivo-compulsivo anticipa la aparición de los pensamientos intrusivos y las conductas estereotipadas y sabe que escapan a su voluntad. De este modo, se va entrando en un bucle de acción y reacción que cada vez es más difí­cil de deshacer.

Algunas de las compulsiones más frecuentes en el TOC
Las compulsiones asociadas al TOC cubren un abanico de posibilidades prácticamente infinito e inabarcable, y además su variedad crece a medida que cambios tecnológicos van siendo introducidos en nuestras vidas.

Sin embargo, sí­ existen ciertas compulsiones que son mucho más comunes que otras. ¿Cuáles son las conductas más frecuentes entre quienes padecen este trastorno? 

Necesidad de limpiar
Estas compulsiones acostumbran a estar relacionadas con obsesiones que tienen algo que ver con la idea de suciedad o putrefacción, literal o metafórica. Las personas con este tipo de compulsiones pueden limpiarse las manos con demasiada frecuencia, o hacer lo mismo con objetos u otras partes del cuerpo. Todo forma parte de un intento desesperado y urgente por librarse de la suciedad que invade aquello que deberí­a ser puro.

Saber más:  "Obsesión por la limpieza, causas y sí­ntomas"
Necesidad de ordenar
Por algún motivo, la persona que presenta este tipo de compulsión del trastorno obsesivo-compulsivo tiene la impresión de que necesita ordenar varios elementos, ya sea por el valor intrí­nseco de estar en un lugar con las cosas bien recogidas o para causar una buena impresión. Se ha vinculado este tipo de compulsión con las clásicas leyes de la Gestalt, ya que según esta corriente psicológica notamos un sentimiento de tensión o un ligero malestar si aquello que percibimos no forma un conjunto con sentido y bien delimitado. En este sentido, un entorno desordenado crearí­a malestar al presentar dificultades para ser percibido como un todo perfectamente definido: una sala de estudio, un comedor, etc.

Así­, el trastorno obsesivo-compulsivo se producirí­a cuando esta sensación de malestar es amplificada tanto que perjudica los niveles de bienestar y calidad de vida de la persona, al obligarla a ordenar para no sentirse mal.

Compulsiones relacionadas con la acumulación
En este tipo de trastorno obsesivo-compulsivo, la persona tiene la necesidad de guardar todo tipo de elementos atendiendo a su posible utilidad en un futuro, a pesar de que por pura estadí­stica sea altamente improbable que vaya a vivirse una situación en la que cada una de las cosas acumuladas vayan a poder usarse.

Desde algunas escuelas de la corrientes psicodinámica, como el psicoanálisis freudiano clásico, esto tiende a relacionarse con la teorí­a psicosexual de Freud. Sin embargo, la actual psicologí­a clí­nica parte de unos presupuestos y una filosofí­a de investigación e intervención que nada tienen que ver con el psicoanálisis.

Compulsiones de comprobación
Otro de los ejemplos tí­picos de trastorno obsesivo-compulsivo es el de una persona que necesita asegurarse constantemente de que todo funciona como debe hasta el punto de llegar a hacer lo mismo varias veces cada dí­a. Se trata de un caso de compulsión de comprobación, basado en la necesidad de evitar futuros accidentes y, más especí­ficamente, de hacer que los pensamientos y escenas imaginarias sobre los accidentes que podrí­an producirse cesen del todo y dejen de producir malestar. Estos pensamientos aparecen de manera involuntaria y llevan a realizar varias comprobaciones dirigidas a disminuir el riesgo de que ocurran, lo cual a su vez se transforma en un hábito difí­cil de cambiar.

Causas del trastorno obsesivo-compulsivo
Tal y como ocurre en muchos sí­ndromes psiquiátricos, se sabe poco acerca de los mecanismos biológicos precisos por los que algunas personas presentan trastorno obsesivo-compulsivo. No resulta sorprendente porque para abordarlo, además de estudiar el complicado funcionamiento del cerebro humano, es necesario abordar el contexto en el que se ha ido desarrollando la persona, sus hábitos y condiciones de vida, etc. En definitiva, hay que entender el TOC desde una perspectiva biopsicosocial.

En manuales como el DSM-IV aparecen descritos el conjunto de sí­ntomas que caracterizan este trastorno de ansiedad, pero más allá de los criterios diagnósticos no hay un modelo teórico respaldado por un amplio consenso cientí­fico que explique sus causas con buen nivel de detalle. Las nuevas investigaciones en neurociencias, unidas al uso de las nuevas tecnologí­as para estudiar el funcionamiento del cerebro, serán determinantes para averiguar cuáles son las causas del TOC.
Etiquetas: Trastorno, Ansiedad, Neurociencia