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Autor Tema: Infoxicacion, la "enfermedad mental" de la era digital  (Leído 508 veces)

Scientia

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Infoxicacion, la "enfermedad mental" de la era digital
« en: Noviembre 28, 2016, 08:49:30 pm »
Infoxicacion, la "enfermedad mental" de la era digital

http://realidadparalel.blogspot.com.es/2016/10/infoxicacion-la-enfermedad-mental-de-la.html?m=1



La era digital que vivimos, nos permite tener mucha, (sino toda), información con un solo click, gracias a internet a travíés de los telefonos inteligentes, tablets, ordenadores,  etc..., sin olvidarnos de la comunicación antigua de prensa, radio y tv. Estamos cada vez más informados, o eso creemos. Pero...¿como asimilamos tanta información?. ¿Realmente leemos lo que queremos?, y ¿como nos afecta tanta inormación?.....

A todo este exceso de información se le denomina Infoxicación. Y esa información que nos rodea, o aquello que creemos que debiíéramos saber, supera nuestra capacidad de asimilación.


Se puede considerar a la “infoxicación” como la enfermedad de la sociedad digital de principios del siglo XXI.

El neurólogo ruso Levon Badalian, que se dedicó de forma especial a la neurologí­a infantil, advertí­a sobre el daño que el exceso de información provoca en el desarrollo neurológico y cerebral de los niños, siendo este el causante de muchos de los trastornos del aprendizaje...



El psicólogo británico David Lewis acuñadó el tíérmino Information Fatigue Syndrome (IFS), Sí­ndrome de Fatiga por Exceso de Información. Se caracteriza por un estado psicológico de hiperexcitación y ansiedad al verse ante un amplio mar de información y contar, literalmente, con millones de páginas. Pero, al mismo tiempo, provoca miedo e inseguridad por no poder manejar esa inmensa cantidad de información. En muchos casos lleva, incluso, a la parálisis de la capacidad analí­tica, pudiendo conducir a decisiones imprudentes y a conclusiones distorsionadas.






Aunque no todo el mundo tiene acceso a la totalidad de los medios, para todos se ha incrementado, prograsivamente la cantidad de datos con relación a los que tení­amos disponibles hace algunos años. Pero ese enorme crecimiento de datos ¿ha hecho crecer de igual forma nuestro conocimiento?, ¿y como afecta tanta información a nuestro cerebro?.

Pues no, el contar con más datos, tener información al dí­a, estar conectado de forma permanente, no necesariamente significa que se conoce más, o que se comprende mejor lo que sucede.

De hecho, lo que se hace con tanta información y datos, es saturar el hemisferio izquierdo,  la lógica del cerebro, esto significa que no se deja actuar al hemisferio derecho, (el analisis). Al estar saturado de información y cada vez entrar más, el cerebro va desechando información y datos. No nos da tiempo de analizar y comprender dicha información con la consiguiente perdida de analis y comprensión de la misma.





Simplemente leemos cada vez mas rápido, en menos tiempo, pero sin hacernos las preguntas de ¿ cómo sucede?, ¿porquíé?.....


La información requiere, necesariamente, del pensamiento. Una secuencia rápida de imágenes, sonidos y locución puede resultar impactante para convencer al consumidor o al elector, como ya advertí­a Vance Packard al final de los años 50, pero no permite hacer el proceso reflexivo que lleva a comprender el porquíé de los sucesos. El ocíéano de datos que recibimos diariamente y a los que tenemos acceso, solo puede ser útil en la medida en que lo podamos procesar como información. No basta con estar enterado de que algo sucedió, es necesario saber por quíé sucedió, en quíé entorno y contexto sucedió; ahí­ sí­ vamos a estar informados; antes de eso solo estaremos impactados e, incluso, saturados por exceso de impacto. Los datos dicen lo que está sucediendo, pero la información nos ayuda a comprender por quíé sucede.


El saber quíé es una cosa, quíé es otra y cuál es la diferencia entre ambas. Puede parecer sencillo, pero para lograr el conocimiento necesitamos discernimiento, saber quíé es lo correcto para poder diferenciarlo de lo que no lo es. Esto proporciona principios y criterios.


Pero la infoxicación no es algo que suceda de manera natural. Se trata más bien una más de las estrategias de los amos del mundo, y que persigue, precisamente, hacer imposible a las personas la comprensión de lo que sucede. El bombardeo de información, fragmentada, incoherente y descontextualizada es realmente un arma que los amos del poder utilizan CONTRA la población. No es sino una forma de ocultar, a plena luz del dí­a, lo que no quieren que sepamos. Otra de sus formas de mantener el control.
Simplemente hay que plantearse un par de preguntas, ¿quiíén se beneficia si el 99% de la población no comprende ni se cuestiona nada de lo que sucede en el mundo?....

Para evitar infoxicarse es primordial valorar  más que nunca la calidad de los contenidos. Y que los usuarios formen sus propios criterios, para recibir sólo la información que nos interese, de calidad, y saber dónde encontrarla.


Que el ser humano no pierda su capacidad de análisis depende solo y exclusivamente de nosotros.



Fuente consultada: www.misteriosconxana.com