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Autor Tema: El derrumbe de las murallas de Jericó: ¿Fuerza divina o sofisticadas armas? Art  (Leído 504 veces)

Scientia

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El derrumbe de las murallas de Jericó: ¿Fuerza divina o sofisticadas armas?

Artí­culo publicado en MysteryPlanet.com.ar: El derrumbe de las murallas de Jericó: ¿Fuerza divina o sofisticadas armas? http://mysteryplanet.com.ar/site/el-derrumbe-de-las-murallas-de-jerico-fuerza-divina-o-sofisticadas-armas/


El relato de Josuíé cuenta cómo los israelitas conquistaron la ciudad de Jericó al llegar a la Tierra Prometida despuíés de caminar por el desierto durante cuarenta años. Una conquista que se llevó a cabo apenas sin oposición y donde el sonido de los instrumentos, el grito de guerra de los judí­os y el Arca de la Alianza jugaron un extraño papel que vamos a tratar de analizar en este artí­culo. «El Arca de Yahvíé dio una vuelta a la ciudad; despuíés, todos volvieron al campamento, donde pasaron la noche. Josuíé se levantó de madrugada y los sacerdotes tomaron el Arca de Yahvíé. Los siete sacerdotes que llevaban las siete trompetas de cuerno de carnero iban delante del Arca de Yahvíé, tocando sus trompetas durante la marcha; delante de ellos iban los armados y la retaguardia iba detrás del Arca de Yahvíé; se desfilaba al sonido de las trompetas. El segundo dia dieron tambiíén una vuelta alrededor de la ciudad y despuíés volvieron al campamento. Así­ hicieron durante seis dí­as. El dia síéptimo se levantaron con el alba, dieron siete vueltas a la ciudad del mismo modo; solamente ese dia dieron siete vueltas alrededor de la ciudad. A la síéptima vuelta, mientras los sacerdotes tocaban las trompetas, Josuíé dijo al pueblo: “Dad el grito de guerra, porque Yahvíé os ha entregado la ciudad”». (Josuíé 6, 11-16). La primera excavación importante que se realizó en el lugar donde se cree se encontraba el emplazamiento de Jericó se desarrolló en la parte sur del Valle del Jordán entre 1907 y 1909 y estuvo a cargo de un equipo alemán. Los arqueólogos encontraron montones de ladrillos de barro en la base de la colina sobre la cual se cree que habí­a estado construida la ciudad. Sin embargo, habrí­a que esperar hasta los 1950s para que estas muestras pudieran ser analizadas con nuevas tíécnicas. Así­ fue como la arqueóloga británica Kathleen Kenyon confirmó que los ladrillos procedí­an de las murallas de la ciudad y que se habí­an derrumbado poco antes de su destrucción. El relato bí­blico dice que, al desplomarse las murallas, los hijos de Israel entraron en la ciudad, incendiándola. Así­ lo refiere al menos Josuíé en 6, 24: «Despuíés quemaron la ciudad y todo lo que habí­a en ella, a excepción de la plata, el oro y los objetos de bronce y de hierro, que se depositaron en el tesoro de la casa de Yahvíé». Y, efectivamente, Kenyon encontró evidencias de una masiva destrucción por el fuego. En su informe sobre las excavaciones de Jericó, escribió: «La destrucción fue total. Las paredes y suelos estaban ennegrecidos o enrojecidos por el incendio y cada habitación estaba llena de ladrillos caí­dos, maderas y utensilios caseros. En la mayorí­a de las habitaciones, los objetos encontrados estaban completamente abrasados». POLí‰MICA EN TORNO A JERICí“ En general, los historiadores sitúan la conquista de la Tierra Prometida por Josuíé hací­a el siglo XIII a.C. Sin embargo, Kathleen Kenyon no estaba de acuerdo con esa data, ya que —según ella— no encontró evidencias de que la destrucción de la ciudad se produjera en esas fechas. Es más, quien fuera el director del instituto que conserva los Manuscritos del Mar Muerto, el Dr. Broshi, afirmó que la ciudad de Jericó y todo el área circundante eran desierto entre los siglos XV y XI a.C. Por tanto, los israelitas no tuvieron que matar rivales y quemar ciudades para poder asentarse. Asimismo, el arqueólogo hebreo Israel Finkelstein de la Universidad de Tel-Aviv, cree que a colonización de la Tierra Prometida fue un proceso gradual que tuvo lugar durante el perí­odo largo y en el que participaron gente de Canaán y otros lugares. Ahora bien, aunque la mayorí­a de los estudiosos no aceptan la guerra de conquista de Josuíé como un hecho histórico, esto no significa que se haya dado carpetazo al asunto. Por un lado, varios expertos dicen que no hay pruebas de la destrucción de Hai (otra y urbe cananea cercana a Jericó), porque la ciudad estaba en otro sitio hace 3.000 años. Por el otro, investigadores como el norteamencano Bryant Wood, director de Pro-Bible Associates for Biblical Research, insisten en que sus propias investigaciones apoyan el asalto a Jericó y opinan que Kathleen Kenyon se equivocó respecto a las fechas. Pero si aceptamos la versión de Wood, es decir, el relato bí­blico literal, deberí­amos analizar quíé fue lo que realmente provocó la caí­da de las murallas. En principio, la explicación más probable serí­a un terremoto, aunque el hecho de que sólo afectara de manera selectiva a ciertas partes de la muralla (la zona norte quedó en pie) hace pensar en otra posibilidad. Precisamente en el área norte de la ciudad viví­a Rahat, la prostituta que ocultó a varios espí­as israelitas mientras hací­an un reconocimiento previo de Jericó y cuya casa se apoyaba en la muralla. Antes de regresar al campamento israelí­, los espí­as aconsejaron a Rahat que llevara a su casa a toda la familia porque allí­ nada les pasarí­a. «Premonición» que tambiíén queda reflejada en la Biblia (Josuíé 6, 17): «La ciudad será dada por anatema a Yahvíé con todo lo que en ella se encuentra; solamente quedará con vida Rahat, la meretriz, y todos los que estíén con ella en su casa, porque escondió a los exploradores que habí­amos enviado». La voz del profeta relata en los versí­culos siguientes: «Josuíé dijo a los dos hombres que habí­an explorado la tierra: “Entrad en la casa de la meretriz y sacadla fuera con todos los suyos, como se lo habíéis jurado”. Aquellos jóvenes exploradores entraron y sacaron a Rahat, a su padre, a su madre y a sus hermanos con todo lo suyo. Hicieron salir a toda la parentela y los colocaron fuera del campamento de Israel». Y esto fue exactamente lo que los arqueólogos se encontraron: las murallas conservadas en el lado norte de la ciudad con todas las casas apoyadas en ellas. De ahí­ que la hipótesis del terremoto no resulte convincente para explicar lo que realmente sucedió. Además, los autores bí­blicos dejaron bien claro que todo fue obra de Yahvíé como premio a la gran fe de los israelitas. ¿FUERZA DIVINA O SOFISTICADAS ARMAS? En Mystery Planet ya hemos planteado en anteriores ocasiones la posibilidad de que el Arca de la Alianza, lejos de ser una simple caja diseñada para albergar las Tablas de la Ley, fuera en realidad un arma sofisticada (ver video: El Arca de la Alianza: ¿era un reactor nuclear?). En ese caso, ¿no podrí­a haber sido utilizada para hacer caer, selectivamente, las murallas de Jericó? Además, en esta ocasión el Arca iba escoltada por los sacerdotes, que tocaban las trompetas mientras rodeaban la ciudad. Estas vibraciones, unidas al estruendo de las pisadas de miles de personas y los gritos del síéptimo dí­a, podrí­an haber propiciado las condiciones necesarias para el «terremoto» provocado. Veamos porquíé.

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