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El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó ayer dos órdenes ejecutivas para reducir el díéficit comercial de su país y señalar a las naciones y productos responsables de ese problema.
Uno de los decretos concede un plazo de 90 días a entidades federales durante el cual se revisarán acciones comerciales perjudiciales para Estados Unidos.
La otra disposición pretende que aquellas empresas que engañan con prácticas de precios consideradas injustas se vean obligadas a pagar los montos reales.
De ahora en adelante, los que rompen las reglas enfrentarán las consecuencias, y serán muy severas, manifestó el jefe de Estado durante la ceremonia de rúbricas en el Salón Oval de la Casa Blanca.
Estoy ordenando la primera revisión exhaustiva sobre los díéficits comerciales de Estados Unidos y las violaciones de las normas que perjudican al país y sus trabajadores como prometí durante mi campaña, expresó.
A juicio de Trump, se investigarán los abusos comerciales, y sobre la base de los hallazgos se tomarán las medidas necesarias y legales para terminarlos.
Junto al mandatario estuvieron en la firma de las órdenes el vicepresidente norteamericano, Mike Pence, y el secretario de Comercio, Wilbur Ross, quien recibió el encargo de velar por los análisis mencionados.
Esto marca el comienzo de un capítulo totalmente nuevo en la relación comercial estadounidense con nuestros socios en el extranjero, afirmó Ross.
