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Autor Tema: INFLUENCIA A DISTANCIA  (Leído 505 veces)

Scientia

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INFLUENCIA A DISTANCIA
« en: Mayo 03, 2017, 07:23:36 pm »
INFLUENCIA A DISTANCIA
http://www.misabueso.com/forum/influencia-a-distancia.t.310478.html

Autor: William W. Atkinson.
Abogado y filí²sofo norteamericano.
Procurador el Tribunal de Pensilvanya, USA.
Autor de:
'La energí¬a mental y el secreto de la magia'.
'El secreto del suceso y la reprogramaciií²n mental'
'La reencarnacií²n y la ley del Karma'


LA CONCENTRACION MENTAL

Los dos factores principales en la manifestación de la Influencia Mental, en todas sus formas, es lo que es conocido como
(1) Concentración, y
(2) Imaginerí­a Mental.
La primera parte de estos factores será considerada en este capí­tulo, el siguiente capí­tulo toma el estudio del segundo. “Concentración” es una palabra derivada de dos palabras latinas, o sea “con,” un prefijo queriendo decir “para”; Y -“centrum,” queriendo decir “centro” o “punto central fijo”. Las dos palabras combinadas quieren decir, literalmente, “traer a un punto común; enfocar,” etc. Así­ la palabra “concentración” quiere decir, literalmente, “el acto o estado de traer a un punto fijo o centro”.

Tomando prestado un ejemplo parecido de la ciencia fí­sica, fácilmente vemos que las formas más altas de la energí­a, fuerza o poder son manifestadas trayendo la fuerza hacia un foco, centro, o punto común por consiguiente dirigiendo hacia ese punto la energí­a entera utilizada, en lugar de permitirle disiparse sobre un área más grande. Permitiendo que la electricidad generada por una baterí­a o dí­namo sea difundida sobre una superficie grande manifiesta sólo un grado pequeño del poder que puede ser obtenido a partir de obligarla a descargarse en un punto pequeño de foco. Lo mismo es cierto referente al poder del vapor, que manifiesta superpotencia siendo obligado a descargarse a sí­ mismo a travíés de un punto pequeño o abriíéndose en lugar de ser permitido a dispersarse a sí­ mismo ampliamente en el aire. La misma ley se aplica a la pólvora, que manifiesta fuerza por sus gases que se ven obligados a escapar a travíés del cañón del fusil pequeño en lugar de esparcirse en todas las direcciones.

Otro ejemplo familiar es “el espejo ustorio,” que trae los rayos del sol hacia un punto común o foco, grandemente intensificando el calor y la luz por la misma razón. Los maestros ocultistas siempre han grabado en sus alumnos la importancia y la necesidad de adquirir el poder de la Concentración Mental y todos los ocultistas entrenados y desarrollados han practicado y perseverado hacia este fin, de resultado siendo que una cierta cantidad de ellos logró poderes mentales casi milagrosos e influencia. Todos los fenómenos ocultos son causados de este modo, y todo poder oculto depende de eso. Por eso el estudiante de la influencia mental deberí­a dedicar mucho pensamiento, tiempo y práctica a esta, la rama más importante del tema. Es un hecho conocido para todos los estudiantes de fenómenos mentales que muy pocas personas poseen más que un grado muy pequeño de concentración. Le permiten a sus fuerzas mentales dispersarse y disiparse en todas las direcciones, y obtener poco o nada de resultados a partir de lo mismo. En el grado en que un hombre es capaz de concentrarse, así­ es íél capaz de manifestar poder mental.

El poder de la concentración mental de un hombre es en gran medida su medida de grandeza. La concentración mental, en la práctica, consta de enfocar la mente en un tema, u objeto dado, firmemente y fijamente, y luego sosteniíéndola ahí­ por cierto tiempo, intentar de lleno en su objeto, y no permitirse ser desviado o despegado de su objeto. Asimismo consiste en el poder correlativo de despuíés separar la mente de ese tema, u objeto, y ya sea permitirle descansar, o si no enfocarla en otro objeto. En otras palabras, eso o le da atención concentrada o le pone freno a (o desconecta) la atención del objeto o tema dado.

Para el lector que no ha tenido experiencia de acuerdo con la concentración mental, puede dar la impresión de ser una tarea muy fácil enfocar la mente en una cosa, y luego mantenerla ahí­ firmemente y fijamente. Pero un poco de práctica desengañará a tal persona y la hará darse cuenta del sentido de la dificultad de la tarea. La mente es una cosa muy inquieta, y su tendencia es de andar de un lado a otro, pasando velozmente de aquí­ para allá, cansándose pronto de la atención continuada, y como un niño malcriado, buscando un objeto nuevo en el cual ejercerse a sí­ misma. Por otra parte, muchas personas le permiten a sus mentes concentrarse (involuntariamente) en lo que sea que pueda golpear a su antojo, y, olvidando todo lo demás, abandonan el propósito atrayendo a su atención por el momento, a menudo descuidando los deberes y los intereses importantes, y convirtiíéndose en soñadores en lugar de pensadores firmes. Esta concentración involuntaria es una cosa a evitar, puesto que es el permitidor de la atención el que escapa al control de la voluntad.

La 'concentración mental' de los ocultistas es una cosa muy diferente, y está solamente al mando de la voluntad, siendo aplicada cuando desean y despegada o inhibida cuando lo desean. El ocultista entrenado enfocará la atención en un individuo u objeto con una intensidad maravillosa, aparentemente absorbida completamente en el individuo u objeto ante íél, y abstraí­do a todo lo demás en el mundo. Y cuando, la tarea sea consumada o el tiempo dado terminado, íél desconectará su mente del objeto y estará perfectamente fresco, alerta y completamente despierto a la siguiente cosa ante íél. Hay una diferencia entre ser controlado por la atención involuntaria, que es una especie de auto-hipnosis, y controlar la atención, que es una prueba de dominio

. El secreto de la Concentración Mental yace en el control de la Atención. Y el control de la Atención yace en el ejercicio de la voluntad.

Un famoso psicólogo francíés bien ha dicho: “La autoridad está a merced de la autoridad superior del Yo Interior. Cedo a í¨l o lo contengo como me agrade. Lo dirijo a su vez a varios puntos. Lo concentro en cada punto tanto tiempo como mi voluntad pueda aguantar el esfuerzo.

Sully, dice:

“La atención a grandes rasgos puede ser definida como la auto-dirección activa de la mente hacia cualquier objeto que se presenta en el momento”.

Todas las autoridades del ocultismo empiezan a enseñar a sus alumnos la atencií²n como el primer paso hacia la Concentración Mental. Le dan al alumno instrucciones de examinar algún objeto familiar, y el esfuerzo para ver tantos detalles como sea posible en el objeto. Entonces despuíés de oí­r el informe del alumno, el maestro lo enví­a de regreso a la tarea, ordenándole la búsqueda de detalles nuevos, etcíétera hasta que al último el alumno ha descubierto todo lo relacionado al objeto que pueda ser descubierto. Al dí­a siguiente un objeto nuevo es dado a íél, y el proceso es repetido.

Primero le son dados objetos simples, y despuíés unos más complicados, hasta que al último se le entregan objetos de gran complejidad que son fácilmente dominados con maestrí­a. Así­ no sólo es el poder de observación cercana altamente desarrollada, sino que tambiíén la facultad de la atención se convierte tan altamente fortalecida que el alumno puede ejercer la máxima cantidad de la concentración mental con apenas la conciencia de esfuerzo. Y tal persona entonces se convierte en un mero gigante en la manifestación de la influencia mental. Pues íél puede moldear su mente “a un punto” como los orientales la describen, hasta íél ha enfocado y dirigido un grado poderoso de la influencia mental hacia el objeto deseado.

Entre las prácticas impuestas a sus alumnos por los maestros de ocultismos pueden ser nombradas las Matemáticas, el Dibujo, el Análisis, etc. Fácilmente verá por quíé es esto. Para empezar, las Matemáticas requieren de la atención concentrada del estudiante —a menos que íél enfoque la atención en sus ejemplos, íél no podrá resolver su solución. Y, según el principio en la Naturaleza que “la práctica hace al maestro” y que “el ejercicio desarrolla el poder,” la práctica de la mente requiere de atención voluntaria y concentración mental que inevitablemente dará como resultado la adquisición del poder y el control mental, que hace posible la manifestación más fuerte de la Influencia Mental. La persona que usa la 'influencia mental' ciertamente debe poseer el poder de dirigir la fuerza a un punto común, para manifestar la máxima cantidad de poder e influencia. Y esa facultad de enfocar resulta del entrenamiento de la mente de acuerdo con la concentración. Y la concentración proviene del dominio de la atención voluntaria. Así­ pues tiene el asunto entero en pocas palabras. Así­ es que su primer paso hacia adquirir la Influencia Mental deberí­a ser cultivar la atención voluntaria. Podrí­amos llenar páginas y páginas de que los ejercicios diseñados a fortalecer su facultad de la atención voluntaria, pero ¿cuí l serí­a el uso? El mejor plan es ponerse a trabajar para encontrar algo en lo cual concentrarse, pues la misma búsqueda desarrollará la atención. Mire alrededor suyo algún objeto para estudiar atentamente. Luego concentre su atención en eso hasta que haya visto todo lo que hay que pueda verse, luego tome otro objeto y dedí­quese a la práctica más allá. Tome una página —esta página, si quiere, y cuente el número de palabras en íél. Despuíés vea cuántas palabras se requiere para llenar cada lí­nea, como promedio; Luego vea cuántas letras hay en cada palabra, en cada lí­nea, en la página entera. Luego repase la página y vea si algunas palabras están mal deletreadas, o si alguna de las letras es defectuosa, etc. En resumen, familiarí­cese con esta página, hasta que conozca muy bien la materia. Luego tome otra página, y despuíés de estudiarla asimismo, compare las dos. Y así­ sucesivamente. Por supuesto esto será muy seco y tedioso a menos que usted se interese por eso. Y, recuerde justamente quíé el ejercicio está diseñado para despertarle este interíés. Despuíés de practicar de esta manera por un tiempo corto cada dí­a, usted comenzará a encontrarse con que puede otorgarle mayor atención a los objetos en los que está tratando de manifestar la' influencia nental'. Usted desarrolla la Concentración, y ese es el gran secreto del uso de la influencia mental, y rinde cuentas ante la diferencia en su manifestación entre los hombres. Piense bien esto.


LA IMAGINARIA MENTAL

En nuestro último capí­tulo llamamos su atención a la primera parte de los dos factores principales en la manifestación de la Influencia Mental, es decir, “la Concentración Mental.” En el capí­tulo presente consideraremos el segundo factor que tiende a hacer posible dicha manifestación, es decir, la “imaginerí­a mental”. Lo que es conocido como una “imagen mental” en el ocultismo, es la creación mental, en la imaginación de un “cuadro” de las cosas, acontecimientos o condiciones que uno quiere manifestar o materializar en efecto real. El pensamiento de un momento le mostrará que a menos que usted sepa “verdaderamente lo que” desea, no puede gestionar lograrlo en ningún plano de manifestación. Y mientras más claramente son percibidos sus deseos en su imaginación, más claro es el trabajo de proceder hacia la realización de ese deseo. Una ' imagen mental' le da a usted un encuadramiento sobre el cual trabajar. Es como el croquis del arquitecto, o el mapa del explorador. Piense bien esto por algunos momentos hasta que entienda la idea firmemente fija en su mente. Y ahora la misma regla se mantiene adecuadamente sobre el plano en el cual ocurre la manifestación.

El ocultista primero construye en su imaginación, 'un cuadro o imagen mental' de las condiciones que tiene el deseo de causar, y luego concentrando su influencia fuertemente, en lugar de en una forma fortuita como es el caso con la mayorí­a de la gente que no entienden las leyes y los principios que son la base de las manifestaciones de las fuerzas de la mente. La' imagen mental' le da la forma y la dirección a las fuerzas, las cuales están siendo concentradas sobre el individuo u objeto deseado. Puede ser comparado con la imagen en el vidrio de la Linterna Mágica, a travíés del cual los rayos enfocados de la lámpara trascurren, el resultado siendo que una imagen correspondiente es reproducida en la pantalla o cortina más allá. La analogí­a es una muy cercana ciertamente, si recordamos que las mentes de la mayorí­a de la gente son más o menos cortinas o pantallas en blanco en las cuales interpretan los cuadros producidos ahí­ por las influencias, sugestiones, ambientes del exterior, etc., Puesto que muy pocas personas se dan cuenta de su individualidad, y son meramente reflexiones de los pensamientos e ideas de otras personas.

Una autoridad eminente, Sir Francis Galton, quien fue una de las autoridades destacadas en la psicologí­a de generaciones precedentes, ha dicho sobre este tema:

“La acción libre de una facultad alta de visualización es de mucha importancia con respecto a los procesos superiores de pensamiento generalizado. Una imagen visual es la forma más perfecta de representación mental sea cual sea la forma, posición y relaciones de objetos a espacio concerniente. Los mejores trabajadores son esos que visualizan el todo de lo que se proponen hacer antes de que tomen una herramienta en sus manos. Los estrategas, los artistas de todas las denominaciones, fí­sicos que traman experimentos nuevos, y en definitiva, quienes no van detrás de la rutina, tiene una demanda por ella. Una facultad que es de importancia en todas las ocupaciones tíécnicas y artí­sticas, que da la exactitud a nuestras percepciones y justicia a nuestras generalizaciones es estrangulada por el desuso perezoso en lugar de ser cultivada juiciosamente tal como la voluntad, en general, trae el mejor regreso. Creo que un estudio serio de la mejor forma de desarrollar y utilizar esta facultad, sin prejuicio a la práctica de pensamiento abstracto en sí­mbolos, es uno de los muchos deseos apremiantes en la ciencia todaví­a no formada de la educación”.

Y lo que Galton ha dicho del valor del uso de esta facultad de la mente en los asuntos del plano material, a tal grado es de igual modo cierto de las manifestaciones en el plano mental. Usted sabe que mientras más clara tiene una Imagen Mental de algo que quiere —mejor sabe verdaderamente lo que quiere— y que mientras mejor sabe lo que quiere, más capaz es de dar pasos para obtenerlo. Muchas personas se pasan la vida no queriendo “algo,” pero realmente no saben “verdaderamente quíé” quieren. ¿Es de cierto asombro que no logren o materialicen sus deseos mejor? Y la misma cosa se mantiene adecuadamente en el plano de la manifestación de la 'influencia mental'. Si uno desea materializar cualquier cosa por el uso de la influencia, ¿no está impedido por una falta de ' imagen mental' de lo que verdaderamente quiere materializar, y no es muy ayudado por la creación de un plan o “patrón” mental, en la forma de una imagen mental, directa y por la cuál pueda dirigir sus corrientes de pensamiento? Los ocultistas manifiestan el máximo grado de Influencia Mental adquirido por la práctica de este arte de crear imágenes mentales de lo que desean materializar. Entrenan su Imaginación así­ hasta el mismo acto de que creando la 'imagen mental' actúa fuertemente hacia el acontecimiento o materialización real, como “realmente existiendo” en sus mentes antes de que tratan de concentrar sus ondas telepáticas sobre la tarea de lograrlo. Luego la imagen mental, siendo completada y estando en un delineamiento fuerte, enfocan su fuerza mental a travíés de eso, tal como en el caso de la linterna mágica antes aludida, y el cuadro es reproducido en la pantalla de la mentalidad de otras personas.

La imaginación puede ser fortalecida de muchas formas, el principio es la práctica constante y persistente. La práctica de recordarle a la memoria escenas previamente presenciadas, y despuíés ya sea describiíéndolas a otros o dibujando un cuadro aproximado de ellos ayudará sobre este punto. Descrí­bale a otros escenas que ha presenciado, acontecimientos, detalles de los aspectos, etc., Etc., Hasta que pueda repetir mentalmente los aspectos y las apariencias de las cosas. Luego puede comenzar a dibujar imágenes mentales de las cosas deseadas como si estuvieran siendo dibujadas en la pantalla de su mente. Vea, mentalmente, las cosas como realmente ocurren —cree un pequeño teatro suyo, en su mente, y ahí­ represente las obras teatrales que tiene el deseo de presenciar en la vida real. Cuando ha adquirido esto, podrá proyectar sus imágenes mentales en la pantalla de la objetividad en la vida real con un efecto lejos más grande. En pensar acerca de este tema, acertarí­a que recuerde el ejemplo de la linterna mágica, pues la figura es una buena, y le permitirá transmitir la idea mejor en su mente. Ve, al darle esta sugerencia, realmente estamos diciíéndole que forme una imagen mental de la linterna mágica mental, usando el ejemplo dado —ve cuánto más fácil es para usted pensar de eso de este modo y cuánto más fácil es para usted manifestarlo en la práctica. Construya sus Imágenes Mentales gradualmente, comenzando con las generalidades, y luego llenando los detalles. Siempre comience tratando cosas simples y fáciles, y entonces preparando el terreno para los logros más complicados y difí­ciles. Y ahora, ofrezco una palabra de advertencia a estas alturas para todos. No le permitan a su imaginación “escaparse” —no se conviertan en un soñador de ilusiones y un “hombre de inacción”. Deben dominar con maestrí­a su imaginación y la deben hacer a ella su sirviente y no su amo. Usted la debe hacer cumplir con su orden, en lugar de permitirla a ella darle órdenes a usted. Verá en los siguientes capí­tulos la parte importante que la 'imaginerí­a mental' juega en las fases diferentes de la Influencia Mental. Incluso cuando no referimos directamente a ella por el nombre, usted verá que la “idea” buscada para ser transportada por una mente a otra —el sentimiento, el deseo o estado mental buscado para ser transferido de una mente a otro— debe y dependa muy materialmente de la fuerza en la claridad y la plenitud de la 'imagen mental' sostenida en la mente de la persona que trata de hacer la influencia, el “proyector” de la 'imagen mental' de su linterna mágica mental, en la pantalla de las mentes de otros. Recuerde bien este principio puesto que puede ver su operación en diferentes formas.


LA FASCINACION

En íéste y en el siguiente capí­tulo le presentaremos información suponiendo el efecto de la Influencia Mental manifestada cuando que hay contacto personal entre las personas que usan el poder y la persona afectada. Despuíés pasaremos a una consideración del efecto producido cuando las personas no están en contacto directo entre sí­.

Hay dos formas generales del uso directo de la Influencia Mental, que, aunque son algo parecidas, aun así­ pueden ser separadas en dos clases. La primera parte la llamaremos “fascinación” y la segunda “hipnotismo”.

Por 'fascinación' queremos decir la manifestación de la Influencia Mental cuando las dos personas están juntas, sin pases o los míétodos hipnóticos usuales.

Por Hipnotismo queremos decir el uso del poder, tambiíén, cuándo las dos partes están juntas, pero esto acompañado por pases o míétodos hipnóticos.

Bajo la Fascinación son encontradas las manifestaciones generalmente conocidas como “magnetismo personal,” “encantamiento” [Charming], etc., son comúnmente bien empleadas, en varios grados por muchas personas, a menudo sin su conocimiento consciente de los principios empleados. Muchas personas poseen el poder de la 'fascinación' “naturalmente” y sin haber estudiado o practicado los principios. Muchos otros, sin poseer originalmente el poder, lo han adquirido por estudio y práctica del poder de influenciar a las personas así­. Puesto que, debe ser sabido, el poder puede ser adquirido por el estudio y la práctica igual que se puede con cualquier otro poder de la mente y el cuerpo. Para algunos es fácil, para otros difí­cil —pero todo puede adquirirse a un grado grandí­simo de poder por la práctica y el estudio perspicaz de los principios básicos. La fascinación es una de las formas más antiguas de las manifestaciones de la Influencia Mental. Fue conocida, y empleada por los más primeros linajes de los hombres. Fue conocida, y empleada por, las castas más antiguas de los hombres. Es incluso encontrada entre los animales inferiores que persiguen a su presa o que cogen a su hembra por su uso.

Un escritor nuevo sobre el tema ha definido la palabra, usada con respecto a esto, como:

“Actuar por cierta influencia poderosa o irresistible; Influenciado por un encanto irresistible; Tentador, excitante, irresistiblemente o poderosamente encantador, cautivador o atractivo potentemente, influenciando la imaginación, la razón o la voluntad de otro en una manera incontrolable; extasiante, cautivadora o atrayente, poderosamente o irresistiblemente”.

Como reciíén hemos dicho, este poder es observable incluso entre los animales inferiores en ciertos casos. Los ejemplos son relatados por los naturalistas, que los escorpiones han fascinado a otros insectos, causando que se den vueltas y hasta que finalmente el insecto caiga en picada justo dentro de la distancia de ataque del escorpión, el cual despuíés devorarí­a su presa. Las aves de rapiña de modo incuestionable fascinan su juego, y los hombres que han sido traí­dos en contacto con tigres salvajes, leones, etc. ha dado testimonio de que se sintieron paralizados en alguna manera, sus piernas rehusaban a obedecer su voluntad, y sus mentes parecí­an entumecerse y aturdirse. Esos que han visto un ratón en presencia de un gato darán testimonio del efecto de cierto poder ejercido por este último. Las aves en presencia de un gato y las serpientes tambiíén manifiestan sí­ntomas de una voluntad conquistada. Y los naturalistas se refieren a muchos ejemplos de la utilización de esta fuerza por aves tratando de cautivar y hechizar a sus hembras al principio de la estación.

Entre lo hombres ha sido notado que ciertos individuos poseen este poder en gran medida, algunos de los “los grandes hombres” de los tiempos antiguos y modernos han sido llenados con el poder de que podrí­an manejar a sus seguidores casi como manipulando robots. Julio Cíésar desarrolló este poder a un alto grado, y lo usó desde la juventud hasta sus últimos dí­as. Fue adorado —casi como un dios por sus soldados— quienes emprenderí­an casi cualquier tarea en su orden. Napoleón tambiíén poseyó este encanto a un grado maravilloso. Le permitió controlar a los hombres con quienes entró en contacto, y a doblegarlos a su voluntad. í‰l ascendió de un estudiante pobre hasta el señorí­o y el poder del Emperador de Francia. Siendo desterrado a Elba íél escapó, y se quedó en Francia, solo y desarmado, confrontó a las tropas del ejíército francíés cercanas a capturarlo, y dirigiendo sus pasos hacia los soldados los obligó a arrojar al suelo sus armas y a concurrir a ayudarlo. í‰l entró en Parí­s a la cabeza del gran ejíército, que habí­a sido enviado a capturarlo. í‰sta no es una leyenda descabellada, sino que es un hecho real de la historia. Y en nuestros propios tiempos vemos cómo ciertos lí­deres de hombres barren a las personas ante ellos y las mueven de un lado a otro como peones en el tablero de ajedrez de la vida.

Todos los fenómenos mencionados arriba se clasifican como de Fascinación, y son el resultado de la emanación de las corrientes de Ondas Telepáticas activas de la mente de una persona, el mismo ser fuertemente concentrado y dirigido hacia esos que la persona desea afectar. La persona forma un pensamiento fuerte en su mente y lo emite a otros cargado con la fuerza de voluntad concentrada, a fin de que la otra persona lo sienta más fuertemente y a la fuerza. La idea fundamental es moldeada desde el pensamiento, y entonces emitida a la otra persona. Por ejemplo, si usted desea agradarle a una persona, deberí­a formar en su mente este pensamiento:

—“A esa persona yo le gusto” —, centrándolo en su mente como un hecho. Luego proyecta el pensamiento concentrado,
—“A ti yo te gusto —A ti yo te gusto mucho,” con una atmósfera de seguridad y confianza, y la otra persona ha de sentir el efecto a menos que íél o ella haya adquirido un conocimiento del tema y estíé usando auto-protección.

El pensamiento deberí­a ser expulsado con la fuerza que usualmente acompaña una declaración fuertemente hablada, pero verdaderamente “no debe hablar” las palabras en voz alta —solamente las deberí­a decir fuertemente “en su mente.” Si tiene el deseo de producir un efecto o afectar una Fuerza en otra persona, el mismo proceso puede ser usado, cambiando el Pensamiento y las vibraciones hacia la idea que usted tiene una Voluntad más fuerte que la otra persona, y que puede vencer su Voluntad —usando el mensaje silencioso de “Soy Más Fuerte que tú —Mi Voluntad vence a la tuya,” etc.

Algunos agentes exitosos y vendedores usan el siguiente míétodo en ganar a sus clientes. Forman el pensamiento de que la otra persona desea mucho sus bienes, y entonces emiten las Ondas Telepáticas de que

“Tú deseas mis bienes—Tú los quieres mucho —Tienes un anhelo irresistible por ellos,” etc.

Otros usan lo siguiente cuando desean que otros accedan a sus deseos:

“Tú harás como yo diga —Hará como yo diga —Cederás ante mí­ enteramente y completamente,” etc.

Fácilmente verá que de los ejemplos de arriba, el principio completo empleado en cualquiera de estos casos consiste de:

(1) El Pensamiento de lo que la persona desea que el otro haga sostenido firmemente en la mente; y
(2) La proyección de ese Pensamiento hacia el otro, silenciosamente, en forma de palabras tácitas.

En lo anterior ya tiene el secreto entero de la Fascinación condensada en pocas frases. Entenderá, claro está, que las palabras son sólo una manera de concentrar y vitalizar el pensamiento.

Los animales meramente sienten deseos, pero son capaces de fascinar por su fuerza, si bien no pueden usar las palabras. Y una persona puede fascinar a otra sin entender ni una palabra de su idioma, la fuerza verdadera proviene de la fuerza del deseo detrás de las palabras. La formación del deseo-pensamiento en palabras meramente es para concentrarse y enfocar el pensamiento, pues las palabras son sí­mbolos concentrados de ideas, pensamientos o sentimientos.

El proceso exacto de emitir la onda telepática a otro es difí­cil de describir. Usted sabe cómo se siente cuándo le dice algo muy convincente y enfático a otra persona. Claramente “puede sentir” la fuerza de las palabras siendo arrojadas en la otra persona. Bien, cultive ese mismo poder al emitir la “palabra tácita” en la manera de arriba, y pronto podrá notar el efecto del pensamiento sobre el otro. Le puede ayudar imaginarse que puede ver la fuerza volando desde usted hasta el otro. La imaginación usada correctamente ayuda muchí­simo en estos asuntos, pues crea un camino mental sobre el cual la fuerza puede viajar. Usted no debe actuar de manera torpe al emitir las Ondas Telepáticas, sino que debe conversar en una manera común, enviando sus Ondas Telepáticas entre sus conversaciones, cuando la otra persona está hablándole, o en cualquier pausa en la conversación. Siempre es bueno enviar primero una Onda Telepática poderosa antes de que la conversación sea abierta, preferentemente mientras está cerca de la persona. Y está bien tambiíén terminar la entrevista con un “tiro de despedida” de fuerza considerable. Se encontrará con que estas Ondas Telepáticas son de un poder lejos más grande que las palabras habladas, y no obstante, de esta manera puede emitir impresiones que no podrí­a al pronunciar en palabras habladas por razones obvias.

¿Y ahora ve cómo ha sido afectado por personas que lo han influenciado en ocasiones en su pasado? Ahora que sabe el secreto usted estará hasta cierto punto inmune de más impresiones desde otros. Y cuándo lea nuestro capí­tulo conclusivo, titulado “Auto-Protección,” podrá rodearse a sí­ mismo con una armadura protectora a travíés de la cual las Ondas Telepáticas no puedan penetrar, sino que apartará a las lanzas dirigidas hacia usted.


LA INFLUENCIA HIPNOTICA

Como he mencionado en la lección anterior, hay un parecido general entre la manifestación de la Influencia Mental, conocida como “Fascinación,” y esa conocida como la Influencia Hipnótica. En la manifestación conocida como la Fascinación, la influencia es ejercida solamente por la transición de Ondas Telepáticas de mente a mente sin un canal o medio fí­sico aparte del íéter. En la Influencia Hipnótica, al contrario, la influencia es intensificada por pases, poniendo una equis o por influencia ocular. En la Influencia Hipnótica la mente de la persona afectada, a quiíén llamaremos “sujeto,” es puesta pasiva por un flujo de energí­a mental calculada para ponerla más o menos adormecida o somnolienta, y por consiguiente menos deliberada a establecer poderes de resistencia a las Ondas Telepáticas de la persona que usa la influencia. Pero el poder empleado es el mismo en todos los casos, sin importar si se clasifican como de Fascinación o de Influencia Hipnótica. Las dos clases de manifestación, de hecho, realmente se entremezclan con cada cual, y es difí­cil dibujar una lí­nea divisoria en algunos casos. La influencia hipnótica es una forma de lo que antiguamente fue llamado Mesmerismo, nombre que le fue dado en honor de su descubridor, Frederick Anton Mesmer, quien practicó esta forma de Influencia Mental durante la última mitad del Siglo Dieciocho. Como un hecho, sin embargo, la fuerza y su uso fueron conocidos por siglos antes del tiempo de Mesmer, este meramente lo redescubrió. Mesmer enseñó que el poder se basaba en la presencia de un fluido universal extraño que se extendí­a por todas las cosas, y que tení­a un efecto peculiar en los nervios y cerebros de las personas. í‰l y sus seguidores creyeron que era necesario introducir a los sujetos en un sueño pesado antes de que pudieran ser influenciados. Pero ambas de estas ideas han dejado paso a las teorí­as nuevas sobre el tema ahora sostenidas por investigadores y estudiantes del tema. Se sabe ahora que los “fluidos magníéticos” en los que creyó Mesmer y sus seguidores no son nada más que corrientes de Ondas Telepáticas emanando desde la mente del operador. Y se sabe tambiíén que la condición de “sueño profundo” no es necesaria para rendir la voluntad del sujeto subordinado a la del operador. Ahora tambiíén se sabe que los nervios de los brazos y dedos ofrecen un conductor altamente sensitivo a las corrientes mentales, que pueden ser accionados sobre ellos a la mente del sujeto, o a sus nervios y músculos. Este hecho es explicado por el hecho cientí­fico bien conocido de que el material del cual están compuestos los nervios son casi idíéntico a esos del cerebro —en rigor el sistema nervioso puede ser del que se habló como una continuación del cerebro mismo. Se sabe ahora tambiíén que el ojo tiene una propiedad peculiar de transmitir corrientes mentales a lo largo de los rayos de luz que entran en ella y por consiguiente a los ojos de la otra persona. El hecho de arriba explica los fenómenos de la influencia hipnótica, tal como es ahora conocido para la ciencia. La cuestión de “la Sugestión” tambiíén tiene relación con el tema, como veremos ahora. Los operadores modernos no producen la condición de “sueño profundo” excepto en casos deseados para producir alguna forma de fenómenos psí­quicos con la excepción del tema de la Influencia Mental —es decir, en la cuál meramente induce la condición hipnótica profunda a fin de introducir al sujeto una condición psí­quica en la cual los fenómenos mencionados puedan ser manifestados o exhibidos. No entraremos en esta fase del tema en este libro, pues está fuera del tema apremiante. El investigador hipnótico moderno solamente induce a un estado pasivo en la mente, los nervios o músculos del sujeto suficientemente como para reducir los poderes de la resistencia, y despuíés da sus órdenes o “sugestiones verbales” acompañadas por una proyección de sus Ondas Telepáticas en la mente del sujeto. Para ilustrar el tema, le daremos algunos experimentos, que puedan ser fácilmente realizados por alguien que manifieste el poder de la concentración y proyección del pensamiento. Hay por supuesto una gran diferencia en los grados de la impresionabilidad de las personas diferentes a la influencia hipnótica —es decir, la diferencia de grados de resistencia. Algunas personas se interpondrán a una resistencia fuerte, mientras otras establecerán una resistencia muy díébil, que es fácilmente vencida por la voluntad del operador. En los siguientes experimentos deberí­a empezar por traer a alguna persona que estíé perfectamente dispuesta al experimento, y que no interponga una resistencia sino que estíé dispuesta a ponerse pasiva. Alguna persona amigable, para usted y que se interese en los experimentos, queremos decir. Empiece por tener a la persona de pie ante usted. Luego haga pases arrolladores ante la persona de la cabeza a los pies. Despuíés haga unos cuantos pases ante la cara del sujeto, además a lo largo de sus brazos. Despuíés sujete sus manos y sujíételas un poco de tiempo, mirándolo directamente a los ojos. Haga todos los pases hacia abajo. Evite la ligereza o la risa y mantenga una expresión seria, fervorosa y una disposición. Luego estando en frente del sujeto dí­gale que despegue su voluntad de sus piernas y permanezca perfectamente pasivo y relajado. Luego mirándolo directamente a los ojos, dí­gale: “Ahora, voy a atraerlo hacia mí­ por mi poder mental — no se resista pero díéjese a sí­ mismo venir hacia mí­ â€” ahora venga — venga — se sentirá a sí­ mismo cayendo ante hacia mí­ lo atraparíé, no tenga miedo venga, ahora venga, así­ mismo,” etc. Se encontrará con que comenzará a bambolearse hacia usted y en un momento o dos caerá en sus brazos. Es innecesario decir que usted deberí­a concentrar su mente firmemente sobre la idea de su caí­da adelante, usando su voluntad firmemente para ese efecto. Ayudará las cosas si sujeta sus manos en cada lado de su cabeza, pero sólo ante íél, no tocándolo, y despuíés saque sus manos, hacia usted mismo, diciendo al mismo tiempo: “Venga ahora — venga — usted viene,” etc. Poniíéndose de pie detrás del sujeto y jalándolo hacia atrás puede poner al revíés este experimento. Asegúrese y atrápelo en sus brazos cuando caiga para protegerlo de una caí­da al piso. En la misma forma puede sujetar sus manos juntas, diciíéndole que no las puede separar. O le puede empezar a hacer girar sus manos, y luego a darle órdenes de que no las puede detener. O lo puede sacar alrededor de todo el cuarto siguiendo su dedo que usted ha apuntado en su nariz. O lo puede hacer experimentar un sentimiento de calor y dolor tocando su dedo hacia su mano y diciíéndole que hace calor. Todos los experimentos simples familiares pueden ser realizados exitosamente en un porcentaje grande de personas, de esta manera, siguiendo las guí­as generales de arriba. No entraremos en detalle de los experimentos superiores de Hipnotismo, por que eso forma un tema especial por sí­ mismo. Damos los experimentos de arriba meramente con el objeto de mostrarle que los fenómenos de la Influencia Hipnótica no requieren de alguna teorí­a de “fluido magníético”, y es todo explicable en la hipótesis de la Influencia Mental por medio de las Ondas Telepáticas y la Inducción Mental. En los experimentos de arriba, asegúrese de que usted quita la influencia despuíés, haciendo pases hacia arriba, y estando deseoso de que la influencia se pase completamente. No se olvide de esto. En sus experimentos, si le importa acometerlos, pronto descubrirá el poder de su ojo sobre las otras personas. Podrá casi sentir la fuerza pasando de su mirada fija a la de ellos. Y esto es cierto en el caso de los pases y poniendo una equis sobre las manos. Usted sentirá las ondas vibratorias fluyendo desde sus manos en su sistema nervioso. Es maravilloso el poder que es despertado en una persona despuíés de transmitir algunos experimentos de esta manera. Aquellos que se interesan en seguir el tema más allá son referidos a un próximo libro de esta serie, a ser publicado en poco tiempo, y que será llamado “el Nuevo Hipnotismo,” en el cual serán dadas las instrucciones completas sobre los fenómenos superiores, en completo detalle. Y ahora una palabra de advertencia - Tenga cuidado con las personas que siempre ponen sus manos sobre usted, o que lo palmean o acarician, o que desean sujetar sus manos por un largo tiempo. Muchas personas hacen esto a fuerza de hábito, y sin malicia, pero otros lo hacen con la intención de producir una forma frescachona de influencia hipnótica sobre usted. Si encuentra a tales personas, y las encuentra intentando cualquier cosa de este tipo, puede contrarrestar su influencia enviándoles una corriente fuerte (como indiquíé en nuestro capí­tulo anterior) de pensamiento, enviándoles el pensamiento: “Tú no me puedes afectar — Soy demasiado fuerte para ti — No puedes jugar tus trucos sobre mí­.” es un buen plan practicar esto contrarrestando la fuerza cuando le estrecha la mano a una persona “magníética” que parece afectar a las personas. Pronto podrá distinguir a estas personas por una cierta fuerza acerca de ellas y una expresión peculiar en sus ojos, al mismo tiempo usando su voluntad protectora sobre ellas. Adviíértale a las jovencitas en contra de permitirles a los jóvenes ser demasiado libres en usar sus manos en acariciarlas, y un consejo para los jóvenes en su familia no estarí­a de más a este respecto. Hay muchos casos de atracción sexual, que conducen a resultados muy deplorables, proviniendo de un uso consciente o inconsciente de esta forma simple de Influencia Hipnótica. El peligro yace en el hecho de que eso lo hace pasivo a las influencias de otro, y más fácilmente dan la pasada a la tentación y a dejarse vencer por los deseos o la voluntad de la otra persona. Una palabra para los sabios deberí­a ser suficiente. El uso de este poder para propósitos inmorales es un crimen terrible y trae al usuario resultados deplorables, lo cual todos los ocultistas saben y enseñan. Cada uno deberí­a aprender a resistir tales influencias cuando ejerció en ellas. Prevenido es Preparado.


INFLUENCIA DISTANCIA

En los dos capí­tulos anteriores invitamos su consideración de la manifestación de la Influencia Mental cuando el usuario del proyector de la fuerza estaba en contacto real con, o en la presencia de, la persona o personas que íél tení­a la intención de influenciar. En este capí­tulo, y en el que lo sigue, transmitiremos una consideración de la manifestación de la influencia cuando las personas afectadas están distantes en espacio de la persona que usa la influencia. El público común está familiarizado de manera general con los fenómenos del hipnotismo, y a un menor grado con los fenómenos de la Fascinación en sus formas más comunes de Magnetismo Personal, etc. Pero con respecto al uso de la influencia a distancia las personas son más o menos escíépticas a causa de una falta de conocimiento del tema. Y todaví­a todos los dí­as se traen a la mente del público nuevos datos y ejemplos de tal influencia, y la enseñanza de cultos diversos sobre estas ramas ahora aviva un interíés nuevo en el tema, y un deseo de aprender algo referente a las leyes y los principios que son la base del mismo. Tan extraño como puede aparecer a primera vista, los principios que son la base de la Influencia Mental a distancia son precisamente iguales que esos que son la base del uso de la influencia cuando las personas están en la presencia el uno del otro. Un pensamiento pequeño debe demostrar la verdad de esto. En el caso de la influencia presente las corrientes mentales fluyen a travíés un espacio que interviene entre las dos mentes —hay un espacio fuera de las dos mentes a ser atravesado por las corrientes. Y el pensamiento de un momento le mostrará que la diferencia entre la influencia presente y la influencia distante es meramente una cuestión de grado —un asunto de un poco más o menos de espacio a ser atravesado por las corrientes. ¿Ve esto expresamente? Pues bien, entonces, dado el caso, se deduce que los míétodos usados deben ser idíénticos. Por supuesto, en el caso de la influencia personal el efecto añadido de la voz, la conducta, los míétodos sugestivos, el ojo, etc., están presente, lo cual da el resultado obtenido más fácilmente, y causa que la condición de “entendimiento mutuo” sea más fácilmente establecida. Pero con esta excepción los míétodos son idíénticos, y hasta las ventajas que son resultado de la excepción mencionada pueden ser duplicadas por la práctica y el desarrollo en el caso de la influencia a distancia. Hay un número de míétodos dados por las autoridades en esta materia de la influencia distante, pero todos están basados en los mismos principios mencionados en los capí­tulos previos de este libro, o sea Las vibraciones, las Ondas Telepáticas, la Inducción Mental, la Concentración y la Imaginerí­a Mental —en estas palabras usted tiene la clave del tema— el resto es todo cuestión de práctica y avance, y variación. Uno de los míétodos más elementales, y todaví­a uno de los más efectivos conocidos por los ocultistas es el de crear una Imagen Mental de la persona “tratada” (pues ese es el tíérmino común entre escritores modernos del tema) en el sentido de imaginarse estando sentado en una silla ante la persona que se trata a distancia. El tratador procede a dar ambas órdenes verbales, y al mismo tiempo dirige las Ondas Telepáticas hacia la persona imaginaria sentada ante íél. Este proceso establece una condición psí­quica entre el tratador y la persona real, aunque esta última pueda estar distante del tratador por muchas millas de espacio. í‰ste fue el míétodo de los magos antiguos y de los curanderos milagrosos, y siempre ha sido uno de los favoritos entre las personas que siguen estos experimentos, deseosos, de mentalmente influenciar otros a distancia.

Una variación de lo anterior, muy común en los tiempos antiguos, fue moldear arcilla o una figura de cera, llamándola por el nombre de la persona tratada, e identificándola en la mente e imaginación con la otra persona. Una variación tambiíén es notada en casos donde una fotografí­a, una mecha, una prenda de vestir, etc., es usada de esta manera como un ví­nculo psí­quico entre las dos personas. Los practicantes de Magia Negra, Brujerí­a y otras perversiones corruptas de la Influencia Mental parecen preferir estos míétodos, aunque, al contrario, son usados con los mejores resultados hoy en dí­a por muchos para darle tratamientos beneficiosos a pacientes, amigos y a otros que están ausentes y desean bienestar. El único efecto que tiene la Imagen Mental de la persona, o la fotografí­a, etc., es el hecho de que por esta manera se establece un enlace de conexión psí­quico a lo largo del cuál viajan las Ondas Telepáticas más fácilmente. En las formas de tratamiento de arriba, el tratador trata con la Imagen Mental, la fotografí­a, etc., Precisamente como lo harí­a si la persona estuviera realmente presente. í‰l se olvida por el momento que la persona puede estar a centenares de millas lejos, y concentra su influencia en la imagen, o la fotografí­a, etc., Debido a que la imagen realmente es el punto de partida de la cadena psí­quica, que conduce directamente hacia la persona. El tratador enví­a sus Ondas Telepáticas hacia el objeto, y en algunos casos realmente le conversa (mentalmente) a la persona por medio del medio mencionado. í‰l puede dar órdenes, argumentos, reprimendas, convencimientos, etc., Tal como si la persona estuviera realmente presente. En resumen, íél hace como si la persona estuviera sentada ante íél, completamente despierta, y receptiva a su influencia. Otro modo, empleado por otros, es empezar a lanzar Ondas Telepáticas hacia la otra persona, formando en la imaginación un alargamiento gradual de “alambre-psí­quico” compuesto de vibraciones de pensamiento. Esos que practican esta forma indican que cuándo el alambre-psí­quico es proyectado suficientemente lejos (y viaja con velocidad increí­ble) y los conos en el contacto con la mente de la otra persona, el tratador siente una vez que el contacto ha sido establecido, una peculiar “sacudida” apenas perceptible parecida a la de una suave corriente galvánica. Luego el tratador procede a enviar sus corrientes de pensamiento por el alambre psí­quico igual que si tuviera la persona ante íél, como se describió en la parte de la “Fascinación,” en un capí­tulo anterior. De hecho, tales tratamientos, y los demás mencionados en este capí­tulo, son realmente y prácticamente “Fascinación a gran distancia”. Otra forma de tratamiento distante consiste en formar un “tubo astral,” mencionado en otros libros de esta serie. El tubo astral es establecido en una manera similar al “alambre psí­quico”, y es proyectado hacia la persona deseada para influenciar. Se forma en la imaginación como un “anillo de torbellino” [vortex-ring], parecido al anillo pequeño de humo soplado por un fumador, sólo que más grande —desde unas seis pulgadas a un el pie ancho —o mejor, como el anillo de humo que es eyectado de la pila de una locomotora ciertas veces cuando sopla rápidamente. Este anillo de vórtice se ve despuíés, en la imaginación, por el uso de la voluntad, alargándose con la forma de un tubo que rápidamente se extiende y viaja hacia la persona tratada, hasta cierto punto es idíéntico al alambre psí­quico. Este tubo es conocido por los ocultistas como “tubo astral”, y es utilizado en diversas formas de fenómenos ocultos y psí­quicos, tal como la clarividencia y otras formas de “Psico-Mancia” (Psico-Adivinación), como hemos descrito en nuestro volumen de esta serie, tambiíén denominada así­. Esos que siguen este míétodo de influencia distante dan cuenta de que reconocen la terminación del tubo por una sensación de cese y un sentimiento de “entendimiento mutuo” habiendo sido establecido entre ellos mismos y la otra persona. En algunos casos informan que son capaces de “ver” díébilmente la figura de la otra persona en miniatura en el otro extremo del tubo, pero esto es indudablemente debido a la posesión de poderes “psico-mánticos”, repentinamente despertados al efecto. Una vez establecido el tubo, el tratamiento es procedido como si estuvieran en la presencia real de la persona tratada. En muchos respectos el “alambre psí­quico” y los míétodos de “tubo astral” son generalmente similares, y una declaración con respecto a uno es cierta del otro. Hay otros dos míétodos frecuentemente usados en influencia distante que ahora describiremos brevemente. La primera parte de estos dos míétodos consisten en sentarse o permanecer en un lugar tranquilo, mejor dicho en alguna parte en que pueda concentrarse (el ocultista adelantado puede encontrar paz en medio del ruido) y luego dirigiendo sus Ondas Telepáticas hacia la otra persona, forma en la imaginación una imagen mental de la fuerza volando desde usted hacia el otro, como las chispas diminutas de electricidad, o de un lí­quido finí­simo. Esta imagen mental tiende a propinarle una fuerza concentrable a la corriente que las vuelve poderosas, y las enví­a directamente al lugar deseado. El gundo de estos dos míétodos es ese usado por los ocultistas más adelantados que han avanzado más allá del uso de los míétodos descritos ahora mismo. Estas personas simplemente se ponen de pie o se sientan en silencio y concentran sus mentes hasta que logran la condición de Calma Mental conocida para muchos como “el Silencio”. Además crean una imagen mental fuerte de la persona tratada, rodeada por las condiciones creadas deseadas, o haciendo las cosas que desea que haga. í‰sta es una de las clases más altas de la Influencia Mental y realmente aborda una fase superior de la influencia que esa del plano mental como generalmente es conocida. Un cuadro de una persona sostenido en la mente en esta forma —la persona siendo vista en perfecta y contundente salud, feliz y exitosa —tiene tendencia a materializar las mismas condiciones en la persona en la vida real. Esta clase de tratamiento, sin embargo, es posible sólo para íésos de gran concentración, y quiíénes han dominado con maestrí­a el acto de la Imaginerí­a Mental, y quiíénes tambiíén poseen Fuerza de Voluntad Creativa a un grado pronunciado. Cierto tí­tulo de íéxito en eso, así­ y todo, está abierto para casi cada estudiante que practica en estos tíérminos. Antes de practicar cualquiera de estos experimentos, lea lo que hemos dicho en el capí­tulo en “Magia Negra y Blanca,” y póngase en guardia contra utilizar el poder para propósitos malíévolos, pues el destino del Mago Negro es uno triste.


INFLUENCIANDO LA MASA

En nuestro último capí­tulo consideramos la manifestación de la Influencia Mental a distancia en cuanto que estábamos interesados en la influencia de una o más personas por otro. Hay otra fase del tema que no debe ser descuidada, y esa es la influencia de números grandes de personas por algún proyector activo, fuerte de Influencia Mental. Esta forma de la manifestación del poder es conocida como “Influencia Mental En Masa” —“en masa,” claro está, quiere decir “colectivamente” —o “en un grupo de gente,” y la Influencia Mental En Masa” quiere decir el uso de la influencia en la fase de ejercer un poder atractivo o de dirección fuerte a la mente o a “un grupo de gente,” mejor dicho, un “público,” o un gran número de personas. Esta forma del uso del poder es esa ejercida consciente o inconscientemente por los grandes lí­deres de hombres en los campos del arte de gobernar, la polí­tica, los negocios, las finanzas o la vida militar. De inmediato recordará un número de los así­ llamados “grandes hombres” de la historia antigua por hasta nuestros propios tiempos quienes parecí­an ejercer un efecto asombroso, casi milagroso, en las mentes de las personas, causando que los hombres vean las cosas a travíés de los ojos del hombre fuerte, y haciendo de todos ellos instrumentos para llevar a cabo ideales, voluntad o deseos de estos grandes maestros de la Influencia Mental. Y en una escala más pequeña es la mayorí­a de las personas exitosas que dependen de soporte común. De hecho, esta influencia hasta cierto punto es usada por casi todos quienes tienen íéxito en cualquier clase de negocio o profesión, en la cual el íéxito demanda la atracción de otras personas hacia la actividad de la persona en cuestión. Esto puede parecer un pensamiento extraño para muchos, pero los ocultistas lo saben como la verdad, a pesar de todo. La forma más común de Influencia En Masa es la manifestación de inferior grado, a lo largo de lí­neas inconscientes, manifestada por una mayorí­a de personas a causa de su deseo de íéxito de ciertas cosas. Por deseo no queremos decir el mero estado de ánimo de “querer” o “desear”, sino que más bien un estado mental ansioso, anhelante, hambriento e imperativo que evidencia un deseo hambriento de alcanzar la cosa deseada. Se fijará en que los hombres y mujeres que “obtiene cosas” son generalmente esas que se poseen un deseo fuerte, apasionado por las cosas en cuestión, que las incita a ser más o menos agresivos en la búsqueda de la satisfacción del deseo de poseerlas. Estas personas constantemente emiten ondas fuertes de vibraciones de pensamiento, las cuales tienen un atractivo, que atrae influencia en todos con quienes entran en contacto, y tienden a atraer a tales personas hacia el centro de atracción, el cual es, claro está, la mente de la persona que emite tales pensamientos. Y de la misma forma que una persona que posee un Miedo fuerte ante una cosa emitirá ondas que atraen de lo mismo, las cuales tienen una tendencia a atraer o a acercarse a íél las personas intencionales para causar la materialización de la cosa a lo que temí­a. Esto puede sonar paradójico, pero el secreto consiste en que el hecho ambos el caso de Deseo y de Miedo la mente forma la Imagen Mental, que tiende a materializarse. ¡El miedo, despuíés de todo, es una forma de “expectación,” la que, Oh destino! Tambiíén a menudo tiende a materializarse “la cosa a la que he temido, me ha ocurrido,” dice Job, y en ese dicho íél ha indicado la experiencia de la raza. La forma de oponerse a cosas a las que usted puede temer es crear un deseo apasionado por la cosa opuesta. Otras personas que ya sea han estudiado los principios de la Influencia Mental, o que bien han tropezado accidentalmente con ciertos hechos con respecto a la misma, mejoran en esta forma elemental de la Influencia En Masa simplemente por lo mencionado. Emiten las Ondas Telepáticas consciente y deliberadamente, edificando la imagen mental, y manteniíéndose firmemente en eso, a fin de que con el tiempo sus barridos de corrientes mentales lleguen más allá y más allá y traigan a un mayor número de personas bajo la influencia y dentro del campo de atracción. Ellos “Tratan” al público “en masa” sosteniendo el cuadro mental fuertemente de eso que desean, y luego emiten fuertemente las corrientes de pensamiento de deseo en todas las direcciones, deseando que esos que lleguen dentro de su radio sean atraí­dos hacia las ideas expresadas en la Imagen Mental proyectada en todas las direcciones. El constante pensar obsesivamente en algún propósito especial de un sujeto, por hombres que han desarrollado la concentración, la fijeza y la voluntad de propósito fuertemente tiene como consecuencia la emisión de la mente de esa persona grandes cí­rculos, constantemente ampliándose, de Ondas Telepáticas, las cuales barren todo hacia afuera como las olas que se causan al lanzarle una piedra a un estanque. Estas ondas logran llegar y afectar a un gran número de personas,
y las interesarán al menos en el objeto o en el sujeto del que pensó, y la indiferencia habrá sido derrotada. Otros atractivos hacia las mentes de estas personas serán mucho más probables para alcanzarlos que de otra manera, pues “el interíés” es el primer paso hacia la atención, y la atención es otro paso hacia la acción. Por supuesto, hay muchí­simas personas emitiendo cí­rculos de Ondas Telepáticas, y estas corrientes entran en contacto con cada otra y tienen tendencia a neutralizarse entre sí­. Pero ahora y entonces un hombre particularmente fuerte emitirá ondas que persistirán incluso despuíés de chocar con otras corrientes, y llegarán a las mentes del público a pesar de la oposición. Estas corrientes de pensamiento tienen la personalidad del emisor, y reflejan el carácter de su voluntad, ya sea fuerte o díébil. La Influencia Mental emitida por un fuerte hombre de negocios en un pueblo pronto se habrá sentido en una manera sutil, y la tienda se convierte en un centro de influencia atractiva, aunque el público no sabe verdaderamente por quíé. En la misma forma algunos abogados fluyen en el beneficio público, aunque no poseen mayor habilidad que sus hermanos legales. Y los predicadores populares hacen su influencia sentida en una comunidad en formas similares, aunque a menudo no tienen conciencia de lo que verdaderamente están usando, su único conocimiento es que tienen un sentimiento de fuerza interior y una influencia atractiva sobre las personas, y al mismo tiempo un deseo ardiente y apasionado por atraer a las personas su míétodo, y una voluntad fuerte con la que respaldarlo. Y íéstas son francamente las cualidades mentales que crean y manifiestan la clase más fuerte de la Influencia Mental. Y, aparte de eso, estas personas casi invariablemente “saben verdaderamente lo que quieren” —no hay un mero deseo ambiguo de ellos— hacen una imagen mental clara de las cosas que tienen el deseo de causar, y luego doblan cada esfuerzo hacia materializar la foto. Todo lo que hacen hacia lograr sus fines les da un í­mpetu adicional a su circulo de poder e influencia que constantemente se esta ensanchando y fortaleciendo. Algunos maestros de este arte de influenciar al público crean una imagen mental de ellos mismos emitiendo grandes volúmenes de Ondas Telepáticas por un tiempo, y luego despuíés mentalmente imparten un movimiento de rotación a las ondas, hasta que a fin de cuentas forman un remolino mental que precipita de un lado a otro y siempre chupando hacia el centro. Un esfuerzo de esta clase actúa sobre el plano mental tal como un remolino fí­sico actúe sobre el plano fí­sico, que atrae dentro de su poder todo lo que entra contacto con su fuerza. Esto es una de las formas más energíéticas de Influenciar En Masa, y es usado con gran efecto por muchos de los hombres fuertes de esta era, quienes se han compenetrado con los secretos de los ocultistas antiguos. El ocultismo antiguo y las Finanzas Modernas parecen distanciados, pero realmente trabajan hombro a hombro para fomentar los intereses de una cierta cantidad de estas mentes poderosas del dí­a —y el público paga la cuenta. Fácilmente verá quíé ha sido dicho que un individuo que ha cultivado la facultad de la concentración y ha adquirido el arte de crear imágenes mentales fuertes claras y sostenidas, al estar comprometido en una empresa tambiíén cargará su mente con la idea del íéxito, y se convertirá en un centro atractivo. Y si tal individuo mantiene su imagen mental siempre en su mente, aun cuando pueda estar en el fondo de su mente, cuándo íél atienda los detalles y la planificación de sus asuntos —si íél le da a su imagen mental un lugar destacado en su galerí­a mental, tomando una mirada frecuente en ella, y usando su voluntad en ella para crear escenas nuevas de íéxito real, íél creará por su cuenta un centro de pensamiento radiante que seguramente será sentido por esos que encajan en su campo de influencia. Tal hombre frecuentemente “ve a” las personas viniendo a íél y sus empresas y estando bajo control con sus planes. í‰l mentalmente “ve” dinero entrando a raudales hacia lo de íél, y todos sus planes resultan bien. En resumen, íél mentalmente imagina cada paso de sus planes un poco antes del tiempo para su ejecución y íél se concentra drásticamente y seriamente en ellos. Es asombroso presenciar cómo los acontecimientos, las personas, las circunstancias y las cosas parecen moverse en lugar en la vida real como si fueran impulsados por algún poder poderoso que viene a materializar las condiciones que son imaginadas en la mente del hombre. Pero, entendido, ahí­ se ha hecho esfuerzo mental activo detrás de la imaginerí­a. Los soñadores no materializan el pensamiento - meramente disipan la energí­a. El hombre que convierte el pensamiento en actividad y ser material, tira energí­a en la tarea y plantea su fuerza de voluntad a travíés del cuadro en la transparencia. Con los rayos de la voluntad no habrá cuadro proyectado, no importa cuán bellamente la imaginación lo haya descrito. El pensamiento descrito en las imágenes mentales y vitalizados por la fuerza del deseo, tenderán a objetivarse en los seres fí­sicos. Eso es todo en resumidas cuentas.


LA NECESIDAD DEL CONOCIMIENTO

Aunque los principios cientí­ficos verdaderos que son la base del tema de la Influencia Mental han sido recientemente reconocidos y enseñados al público en general, aun así­ el conocimiento está lejos de ser nuevo. Los ocultistas de las viejas civilizaciones indudablemente entendieron los principios básicos y los usaron en la práctica, de esta manera ganaron un control sobre la masas. Y más que esto, las masas mismas tuvieron un conocimiento más o menos integral de los principios que operaban el tema, encontramos entre todas las personas, en todos los tiempos, registros del uso de este poder. Bajo un nombre u otro —bajo una forma u otra— la Influencia Mental ha sido manejada y usada desde los tiempos más antiguos. Y hoy, aun en las partes más remotas del mundo, y entre las razas más salvajes y bárbaras encontramos ejemplos de la utilización de esta fuerza. Las formas de la manifestación de la Influencia Mental son muchas y variadas. En algunos casos se manifiesta bajo la forma de un poder fascinante, atractivo ejercido por algunas personas, el cual causa que tales personas atraigan o tienten a otras personas hacia ellos. Las personas son encantadas o “hechizadas” por otros que poseen este poder, y sus afectos son cautivados por esta fuerza misteriosa. Ciertas personas que tienen “Fascinación, poseen poderes de “Encantamiento,” teniendo modales encantadores, teniendo “gran magnetismo personal,” etc. Otros ejercen otra forma del poder en la conducción d



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Re:INFLUENCIA A DISTANCIA
« Respuesta #1 en: Mayo 03, 2017, 07:47:37 pm »
http://www.amarrescontrolmental.com/
MI PODER MENTAL A DISTANCIA

  Como lo hago:
 
La tíécnica de influencia a distancia sobre los demás o poder mental  puede ser utilizada para insertar pensamientos en la mente de otras personas.
 
La  esta tíécnica de poder o control mental  permiten modificar a distancia la conducta humana,
y sin que la persona influida lo advierta,  lo cual permite resolver rápidamente innumerables problemas de la vida diaria que de otra forma quedarí­an sin solución.
 
El objetivo es sugestionar y dominar el subconciente(que ordena sus comportamientos automaticos) de la persona de quien quieres que se enamore de ti o que haga lo que tu quieras.
 Para que el trabajo funcione debe hacerse todas las noches , de esta forma repitiendo
ordenes precisas y directas iremos poco a poco sugestionando el subconciente de la persona que queremos influenciar con las ordenes que tu pidas,este es un trabajo seguro porque no es brujeria, no hay pactos ni espiritus,esto es ciencia y por lo tanto un medio eficaz y comprobado.Los efectos comenzaran a darse despues de 15- 20 dias de iniciado el trabajo de forma gradual.

Se deben enviar las ordenes al subconciente a distancia a alguien durante la noche, si está dormido mucho mejor, pues sus defensas psí­quicas estarán reducidas al mí­nimo. Si la persona que influimos está dormida, casi inmediatamente comenzará a soñar con el contenido que estamos imponiendo en su mente, o despertará inmediatamente pensando en ello.
 
Si se hallara despierta pronto comenzará a pensar en el tema que le hemos dirigido mentalmente, el que aparecerá en su conciencia como un pensamiento o deseo más o menos fuerte. Es frecuente observar a personas que al ser influidas con esta tíécnica se hallan ocupadas en su trabajo, distraerse y tornarse pensativas casi de inmediato