La crisis de Banco Popular exhibe la debilidad de la unión bancaria
La supervisión falló y la resolución se completó sin sobresaltos porque las autoridades europeas se encontraron unos actores favorables: la mano amiga de Banco Santander y el apoyo del Gobierno español. Al final Bruselas quedó satisfecha con cómo se resolvió el problema: no se inyectó dinero público y los depósitos se han mantenido.