Carles Escolí (EFE)
TOKYO.- La dirección internacional de Nissan ha dejado claro al presidente catalán, Josíé Montilla, que si bien garantiza el futuro de su planta en Barcelona, sólo llevará nuevos productos si hay un "salto cualitativo" en la mejora de su productividad, y que la "clave" es flexibilidad laboral.
En su tercera jornada en Japón, Montilla ha visitado la planta de Nissan en Oppama, a 50 kilómetros al sur de Tokio y una de las de referencia de la multinacional por su productividad e introducción de las nuevas tecnología, y que en el último año ha fabricado 480.000 unidades con 2.143 trabajadores.
Tras visitar las cadenas de montaje de los diferentes modelos de coches, Montilla se ha reunido con tres vicepresidentes corporativos de la compañía, Simon Sproule, Greg Kelly y Toshiharu Sakai, y con el director general de Nissan Motor Ibíérica, Fukiami Matsumoto. í‰ste último ha evitado aparecer registrado ante las cámaras de televisión.
La visita de Montilla a Nissan en Japón se produce cuatro días despuíés de que la multinacional nipona pactase con el comitíé de empresa de Barcelona convertir su Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en temporal, de manera que ahora afectará a un máximo de 3.500 empleados durante algo más de tres meses, desde mediados de diciembre hasta el 31 de marzo, de forma rotatoria.
Incierto horizonte
Con el futuro incierto de la planta de la Zona Franca de Barcelona, Nissan ha explicado a Montilla que ha constatado que cada vez hay una mayor capacidad productiva en los países emergentes, como India, Marruecos y Rusia, por lo que "los países avanzados -como España- no serán elegidos como lugar de fabricación de nuevos productos si no se produce un salto cualitativo en la relación calidad-coste-tiempo de producción".
Montilla ha explicado posteriormente que la dirección de Nissan le ha manifestado no obstante la "voluntad inequívoca" de mantener en el futuro la planta de Barcelona, que "no está en cuestión" pese al contexto económico de recesión y de caída de las ventas en el sector de la automoción.
Asimismo, la dirección ha comunicado al presidente de la Generalitat "la necesidad global de hacer ajustes (laborales); necesario para salvaguardar la empresa, las plantillas y los trabajadores", sobre todo cuando existe una competencia entre las plantas que la multinacional japonesa tiene por el mundo, ha explicado Montilla.
"A veces es necesario hacer ajustes para preservar la propia empresa y los puestos de trabajo, pero íésta no es mi función sino que corresponde hacerlo a la empresa y a los sindicatos", ha insistido.
Ante todo ello, Montilla ha manifestado a Nissan su "ofrecimiento a colaborar con la empresa si hay nuevos productos, en temas como la investigación y la mejora de la logística".
Aunque Montilla ha mostrado su predisposición a apoyar a Nissan, íéste ha recordado que "es responsabilidad de la empresa y los trabajadores que se produzca una mejora de la competitividad" en Barcelona.
"No se descartan que en un futuro haya nuevos productos si hay una mejora de la productividad y se pasa página a la situación de crisis, pero ahora es difícil por la bajada de la demanda", ha añadido.
Por su parte, el vicepresidente corporativo y responsable de relaciones internacionales de Nissan, Simon Sproule, ha declarado que el "futuro" de Nissan en la planta de la Zona Franca "está en manos de la dirección, los trabajadores y de los gobiernos".
Pero sobre todo, Sproule ha subrayado que "la clave del íéxito es la flexibilidad" en las plantas de fabricación para que íéstas sean competitivas.
Sproule ha recordado que en los últimos 18 meses Nissan ha despedido en Estados Unidos a 3.000 trabajadores fijos y temporales y que en el propio Japón se ha rescindido el contrato de 2.000 personas en los últimos 12 meses.
