La Paciencia una gran arma y tan olvidada para el inversionista.
Andríés Espinosa Fenwarth
La paciencia de Warren
Publicado el 29-10-08Warren Buffet no solo es el hombre más rico del planeta, sino el más exitoso inversionista de nuestro tiempo. Pese a su colosal fortuna, Buffet mantiene sus costumbres y forma de vida que rayan en la austeridad y en la frugalidad extremas.
Por encima de todo, Buffet, con 78 años, es un filósofo de las inversiones en la Bolsa de valores, un exponente del taoísmo de Lao Tse de la antigua china, de paciencia infinita, sencillo y sin pretensiones, cuyo modelo es la naturaleza misma que no prolonga indefinidamente la tormenta o el huracán.
La esencia de su estrategia como inversionista se contrae a lo más llano, la paciencia, elemento central del triunfo en todas las íépocas, y determinante principal de resultados en una crisis financiera como la actual. En el libro el Tao de Warren Buffet, este genio de las finanzas confirma que para aquellos que saben esperar, invariablemente habrá mejores cosas, siempre y cuando seleccionen desde el comienzo la acción bursátil correcta.
Buffet comprende que el momento de comprar se presenta en la fase de precios bajos, cuando todos los demás están vendiendo; en el escenario contrario, se aleja del mercado. Sus inversiones más rentables se remontan a las íépocas de grandes crisis; en el pasado representadas por Disney, General Foods y Wells Fargo; y recientemente por General Electric y Goldman Sachs.
Buffet contempla las fluctuaciones del mercado más como un amigo que como un enemigo. "Aprovíéchate de la histeria en vez de participar en ella", revela Buffet, quien estima que el mercado de valores se centra exclusivamente en las perspectivas de corto plazo e ignora lo esencial, el valor de largo plazo de las empresas.
Allí es donde Buffet ve las oportunidades, invierte grandes sumas y luego vigila su inversión con celo extremo. Buffet invierte a lo sumo en media docena de empresas, pues considera que "diversificar es un recurso contra la ignorancia", que "no tiene sentido para aquellos que saben lo que hacen". Para los demás, sostiene, "el mercado no perdona".
La clave del íéxito de Buffet está en identificar las oportunidades económicas de un buen negocio. En lugar de concentrarse en el mercado, busca una ventaja competitiva de largo plazo, cuya inversión visualiza "como los matrimonios católicos: para toda la vida". Puede que las acciones caigan de valor temporalmente, confiesa, pero los fundamentos de los buenos negocios suelen mantenerse inalterados, pues "si un negocio va bien, con el tiempo las acciones acabarán yendo bien". Para Buffet, "el riesgo viene de no saber lo que se está haciendo", pues "la inversión debe tener una base racional; si un negocio no se comprende, es mejor abstenerse".
Las mejores oportunidades se dan, según Buffet, en circunstancias como las actuales, en un mercado a la baja o en recesión, pues allí se encuentran algunas empresas, cuyas acciones están realmente baratas. "En el largo plazo", como manifestó Buffet ayer, "las noticias del mercado accionario serán buenas".
Andríés Espinosa Fenwarth
