Perspectivas de Deutsche Bank. 29/12/2008
La recesión económica obligará al BCE a rebajar los tipos hasta el 0,75%
El banco se muestra pesimista con España para la que pronostica una contracción del 2,6% en 2009
Santander opina que lo hará hasta el 1,5%
Deutsche Bank encienda las alarmas con sus perspectivas económicas para 2009. Los analistas del banco alemán pronostican que el Banco Central Europeo se verá obligado ha recortar los tipos de interíés hasta el 0,75% por la gravedad de la situación económica. Además, prevíén que Europa comenzará a dar síntomas de recuperación en 2010 arrastrada por el avance de la economía estadounidense.
La economía española se contraerá un 2,6% el próximo año y un 1% en 2010, aunque registrará un crecimiento positivo del 1,3% al cierre del presente ejercicio, según las últimas previsiones económicas elaboradas por Deutsche Bank.
Por otro lado, el díéficit público cerrará 2008 con un tasa negativa del 0,7%, cifra que se elevará al 4,7% en 2009 y al 5,9% en 2010, mientras que la tasa media de inflación se situará en el 4,2% este año, aunque se reducirá progresivamente durante los dos próximos años, cerrando el 2009 en una media del 1,3% y del 1,5% en 2010.
Estas previsiones son las más pesimistas conocidas hasta la fecha, ya que superan considerablemente las de Funcas (1,2% en 2008 y -1,5% en 2009) y las del BBVA (1,3% en 2008 y -1% en 2009).
Además, permanecen muy alejadas de las estimaciones que aún conserva como oficiales el Gobierno, que sitúan el crecimiento de este año en el 1,6% y en el 1% el del año que viene. No obstante, el Ejecutivo ya anunciado que revisará el cuadro macroeconómico el próximo mes de enero.
Las perspectivas económicas a nivel europeo han empeorado desde el pasado mes de octubre, lo que hace prever que la economía de la zona euro se contraerá un 2,5% en el año 2009, aunque volverá a crecer un 1% en 2010, tras tocar fondo a mediados de 2009.
La entidad asegura que el consumo en Europa se verá muy castigado por la restricción del críédito y, en algunos países como España, Irlanda o el Reino Unido, por la crisis del mercado inmobiliario, mientras que los países con un marcado carácter exportador, como Alemania, se verán castigados por la debilidad de los países del Este de Europa.
España e Irlanda, las más vulnerables ante la crisis
Los analistas de Deutsche Bank aseguran que entre los países "más vulnerables" de la Eurozona, se encuentran España e Irlanda, aunque creen que los riesgos asociados a la construcción y el mercado inmobiliario "van más allá" de estos países y han arrastrado a otros mercados como el francíés.
Por otro lado, adelantan que tanto los niveles de díéficit como de deuda en Europa "están bajo tensión" debido a la crisis y aseguran que los mayores incrementos de díéficit se darán en España, Bíélgica, Austria y Grecia, incluyendo a Irlanda si se habla de deuda.
En el ámbito mundial, Deutsche Bank prevíé un "profunda recesión" a lo largo del año 2009, ya que el crecimiento mundial apenas llegará al 0,2% el próximo año, la cifra más baja en 50 años, aunque en 2010 se dinamizará hasta el 2,6% gracias, sobre todo, a los países emergentes.
Problemas para salir de la recesión
Según el informe, el fuerte impulso fiscal puede prevenir una situación de depresión como la de 1929, o como la deflación de Japón en los 90, pero probablemente "no será suficiente" para asegurar una nueva expansión de la economía mundial como la del pasado.
Así y tras finalizar un largo periodo de expansión, creen necesario encontrar un nuevo motor de crecimiento mundial que estaría, según Deutsche Bank, en el "enorme potencial" de consumo de la creciente clase media de los países emergentes.
En cambio, los grandes países desarrollados tendrán muchos problemas para salir de la recesión, y la economía americana será una de las más castigadas, con una contracción económica del 2% en 2009, aunque con cierta estabilización a finales de 2009 y con un crecimiento positivo del 1,6% en 2010.
Pese al escenario tan negativo que dibujan, los analistas que han elaborado el informe no esperan que se repita la situación de 1929 gracias a las lecciones del pasado y a la rápida reacción de los países antes la "complicada situación" económica y financiera.
Para evitarlo, aseguran que se necesita un sector público que se haga cargo temporalmente de las deudas del sector privado para evitar más quiebras empresariales, que apoye al desempleo para evitar mayor caída del consumo y que desarrolle medidas monetarias y fiscales de impulso a la demanda domíéstica.