RENTA FIJA
En las últimas semanas hemos observado una caída en las rentabilidades a lo largo de toda la curva acompañada por un aplanamiento de la misma. La acelerada caída en los niveles de inflación así como el continuo deterioro en los indicadores de actividad económica reflejan el temor a un entorno de deflación/depresión. A corto plazo, la probable acumulación de nuevas señales de debilidad económica y la posibilidad de que la Fed inicie la compra de deuda soberana a largo plazo servirán como soporte a la deuda pública. Sin embargo, a medio/largo plazo, la pendiente de la curva debería empezar a positivar por el lado del incremento de oferta de papel en los vencimientos más largos.
EL EURO
Se frena la depreciación del dólar frente a euro y yen, pero se mantiene la debilidad de la libra, cotizando en niveles mínimos históricos. A muy corto plazo, las bajadas de tipos de interíés de la Fed podrían provocar un castigo adicional al dólar, aunque nuestra perspectiva de medio plazo (6 meses vista) de apreciación de la divisa americana no se ve alterada. En el caso de la libra, siendo conscientes de las dificultades que atraviesa la economía británica, pensamos que el castigo que ha experimentado recientemente ha sido excesivo. Entendemos que buena parte del deterioro del crecimiento actual y futuro ya está recogido en la cotización: la libra se encuentra frente al euro un 30% por debajo de su nivel de equilibrio. Entendemos que se trata de una buena oportunidad estructural de compra a 12 meses vista
RENTA VARIABLE
Los signos de estabilidad de los mercados financieros, así como la liquidez inyectada por los bancos centrales y los gobiernos desde noviembre continúa alimentando el rebote de la renta variable. Las valoraciones permanecen en niveles de mínimos históricos, reflejando en parte la crisis de confianza y, sobre todo, el deterioro de los fundamentales. A estos niveles los mercados están descontando algo más que una recesión tíécnica, con un prima de riesgo cerca de niveles máximos históricos. Pero la valoración no es un catalizador suficiente para estabilizar los mercados, por lo menos mientras el momentum de fundamentales sea así de negativo.