INICIO FOROS ÍNDICES DIVISAS MATERIAS PRIMAS CALENDARIO ECONÓMICO

Autor Tema: Héroes del Progreso: Kate Sheppard  (Leído 221 veces)

OCIN

  • Moderador
  • Excelente participación
  • ***
  • Mensajes: 98.283
  • Karma: +8/-12
  • Sexo: Masculino
Héroes del Progreso: Kate Sheppard
« en: Febrero 23, 2020, 12:00:48 pm »
Por... Alexander C. R. Hammond


Alexander C. R. Hammond destaca el incansable trabajo de Kate Sheppard, quien logró que Nueva Zelanda se convirtiera en el primer país del mundo donde las mujeres tenían el derecho a votar.

Hoy presentamos la parte 27 en la serie de artículos publicados por HumanProgress.org titulada, "Héroes del Progreso". Esta columna provee una breve introducción a los héroes que han realizado una contribución extraordinaria al bienestar de la humanidad. Puede encontrar la parte 26 de esta serie aquí.

Esta semana nuestra heroína es Kate Sheppard, la primera sufragista exitosa. Al trabajo y peticiones incansables de Kate ante el parlamento de Nueva Zelanda durante la segunda mitad del siglo diecinueve se le atribuye en gran medida que la nación se haya convertido en el primer país en el mundo que le dio a las mujeres el derecho de votar en 1893. Luego de que Nueva Zelanda adoptara el sufragio universal, Sheppard inspiró a movimientos exitosos de sufragistas en otras partes del mundo. Hoy, las mujeres tienen el derecho al voto en casi todas partes.

Kate Sheppard, cuyo nombre de nacimiento era Catherine Wilson Malcolm, nació el 10 de marzo de 1847 en Liverpool, Inglaterra. Luego de la muerte de su padre en 1862, Sheppard se mudó a la casa de su tío, el entonces ministro de la Iglesia Libre de Escocia, en Nairn. El tío de Sheppard le enseñó los valores del socialismo cristiano, los cuales permanecerían con ella durante el resto de su vida. Aunque los detalles precisos acerca de la educación de Sheppard no son conocidos, ella poseía un conocimiento extenso tanto de las ciencias como del derecho.

A fines de la década de 1860, Sheppard, acompañada de su mamá y su hermana, se mudó a Christchurch en Nueva Zelanda. Sheppard rápidamente se volvió parte de la escena intelectual de la ciudad y se hizo amiga de Alfred Saunders, un político y destacado activista del movimiento anti-alcoholismo que ayudó a influenciar sus ideas en torno al voto de las mujeres. Sheppard se casó con Walter Allen Sheppard, dueño de una tienda, en 1871.

Sheppard fue un miembro activo de varias organizaciones religiosas. Dio clases de religión los domingos y en 1884 fue electa secretaria de la Asociación de Damas de Trinity, una organización establecida para visitar a los miembros de la parroquia que no asistían de manera regular a la misa. En 1885 Sheppard participó en el establecimiento en Christchurch de una rama de la Unión Internacional Cristina de Mujeres Anti-Alcoholismo.

El interés de Sheppard en el activismo político empezó en gran medida debido a su interés en combatir el alcoholismo. A fines de la década de 1880, empezó a redactar y promover peticiones en el parlamento de Nueva Zelanda que prohibiría que las mujeres sean empleadas como meseras en los bares. Luego de que el parlamento rechazara la petición de Sheppard, ella llegó a entender que los políticos continuarían rechazando las peticiones presentadas por las mujeres, siempre y cuando las mujeres no tuviesen el derecho a votar.

En 1887, Sheppard fue designada Superintendente Nacional para la Franquicia y Legislación de la Unión Cristiana de Mujeres Anti-Alcoholismo (WCTU) de Nueva Zelanda. Para 1888, era presidenta de la rama de Christchurch de la WCTU. Sheppard rápidamente se volvió una figura destacada en el movimiento del sufragio femenino, y demostró ser una poderosa oradora y organizadora, siendo anfitriona de eventos alrededor de Nueva Zelanda.

Tanto en 1887 como en 1890, hubo intentos fallidos por parte de los políticos que simpatizaban con la causa de Sheppard de introducir legislación que le daría a las mujeres el derecho a votar. En 1888, Sheppard escribió un panfleto titulado "10 razones por las que deberían votar las mujeres en Nueva Zelanda", que fue enviado a cada miembro del parlamento. También escribió panfletos que fueron enviados a los movimientos sufragistas alrededor del mundo.

En 1891, Sheppard empezó a realizar peticiones ante el parlamento para persuadir a los políticos para que respaldaran el derecho al voto de las mujeres. Ese mismo año, Sheppard creó una petición que contenía 10.085 firmas. Sir John Hall, un miembro del parlamento y partidario de Sheppard, presentó la petición al parlamento junto con una enmienda propuesta a la legislación electoral vigente, la cual le concedería a las mujeres el derecho a votar. La enmienda fue aprobada en el parlamento, pero rechazada en el senado.

En 1892, Sheppard creó otra petición con 20.274 firmas, pero la enmienda en torno al voto femenino fracasó una vez más en el senado. Eventualmente, con una petición firmada por 31.872 personas, que fue la petición más respaldada que alguna vez había recibido el parlamento, la Ley Electoral de 1893 fue aprobada. El derecho al voto de las mujeres se convirtió en ley vigente cuando el gobernador David Boyle firmó la ley el 19 de septiembre de 1893.

A Sheppard se le atribuía en gran medida el éxito de la Ley Electoral de 1893. Viendo el éxito del movimiento sufragista en Nueva Zelanda, los grupos sufragistas de mujeres alrededor del mundo se inspiraron para seguir detrás de sus pasos. Sheppard envió sus escritos a las sufragistas alrededor del mundo. Como editora de la publicación mensual de la WCTU, The White Ribbon, ella promovió el sufragio en el extranjero. Sheppard era muy demandada como conferencista. Antes de mudarse a Inglaterra en 1903 para ayudar al movimiento sufragista allí, dio discursos en Canadá y EE.UU.

Debido a un mal estado de salud, Sheppard volvió a Nueva Zelanda en 1904, pero se embarcó en un tour de la India y Europa unos años después. En 1916, fue la primera persona en firmar una petición urgiendo al Señor Joseph Ward, el Primer Ministro de Nueva Zelanda, para que respalde la concesión del voto a las mujeres en Gran Bretaña. Los movimientos sufragistas alrededor del mundo copiaron las tácticas de Sheppard con mucho éxito. Australia le dio el derecho a votar a las mujeres en 1902, Finlandia en 1906, Noruega en 1913, Dinamarca en 1915, y Austria, Gran Bretaña, Alemania, Polonia y Rusia en 1918. EE.UU. les siguió en 1920.

La tendencia continuó mucho después de la muerte de Sheppard. Suiza le dio el derecho a votar a las mujeres en 1971, un cantón se aguantó hasta 1991. Arabia Saudita permitió por primera vez que votaran las mujeres en 2015.

Sheppard murió en Christchurch el 13 de julio de 1934. Tenía 86 años. Hoy su perfil está destacado en el billete de diez dólares de Nueva Zelanda y continúa siendo considerada como la primera sufragista exitosa del mundo. Sin su incansable trabajo, es probable que miles de millones de mujeres alrededor del mundo hubieran tenido que esperar más para lograr los derechos políticos que gozan hoy. Por estas razones, Kate Sheppard es nuestra Heroína del Progreso número 27.


•... “Todo el mundo quiere lo máximo, yo quiero lo mínimo, poder correr todos los días”...
 Pero nunca te saltes tus reglas. Nunca pierdas la disciplina. Nunca dejes ni tus operaciones, ni tu destino, ni las decisiones importantes de tu vida al azar, a la mera casualidad...