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Autor Tema: Facebook  (Leído 314 veces)

OCIN

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Facebook
« en: Agosto 02, 2020, 02:25:58 pm »
Agencias
Walter Formento y Wim Doerckxsens

Los Big Five+1 en la cuarta revolución industrial

Facebook como red social para mayores de 13 años está disponible en varios idiomas, allí se puede tener amigos, compartir videos, imágenes como fotografías, publicaciones en un muro, enviar mensajes directos a cualquier amigo, crear listas de amigos, crear una página de fans, grupos. Incluye aplicaciones y juegos. Los usuarios ‘consumen’ valores de uso que no adquieren valor de cambio y este “consumo” genera datos que son materia prima (valores de uso) gratuita para Facebook. Desde septiembre de 2006, Facebook se abre a todos los usuarios de Internet, se transforma en una Aplicación Red Social. A principios de 2018, la empresa decidió dar mayor importancia a los usuarios particulares que a empresas, marcas y medios de comunicación, de donde provenían sus ingresos por publicidad. En términos de economía política en el uso, estrictamente hablando de Facebook, por sus usuarios individuales no hay pago, por lo tanto tampoco mercancía. Hay disfrute de valores de uso, lo que se llama comunicación. En julio de 2009, Mark Zuckerberg hizo público que Facebook había alcanzado los 250 millones de usuarios, mil quinientos millones en 2015 y para 2019 había alcanzado a nivel mundial un total de 2.271 millones de usuarios.
 
El negocio de Facebook está en el big data, con algoritmos que analizan millones de datos personales, de todo tipo, de los ‘consumidores’. Los algoritmos son componente estructural no solo en la red social Facebook, sino también en Twitter, Uber, Google, Netflix, etc. Los algoritmos aprenden a partir de lo que a través de las pantallas digitales compramos, escribimos, leemos, buscamos, a dónde viajamos, a qué hora viajamos, a qué velocidad, en qué tiempo, etc., todo esto y más les va permitiendo construir un saber cómo podrían manipular nuestras preferencias hacia tal o cual finalidad de consumo: económico comercial, político electoral, cultural político, comunicacional, etc. Acerca de qué preferimos hacer y lo que nunca haríamos, cómo, dónde, cuándo, con quién/es, porqué y para qué. De modo que si uno nunca elegiría algo o alguien determinado, puede construirse que se abstenga de elegir/consumir antes que elija/consuma lo opuesto. Lo cual nunca haría por fuera de determinadas circunstancias y contextualización subjetiva construidas por el Big Data.
 
Pero, en este punto, incluso avanza construyendo subjetividad en la toma de decisión, a partir de des-potenciar conceptos, neutralizarlos e incluso potenciar positivamente lo que podría ser considerado negativo (ver ej.: la elección de Trump por Cambridge Analítica).  La mani(tecni)pulación que guía la elección hacia tal o cual “producto” puede ser considerada equivalente a la ‘publicidad’, es decir un gasto de circulación en economía política que es un gasto improductivo. No solo es improductivo el trabajo vivo en tal trabajo de ‘publicidad’, sino también el trabajo muerto, es decir toda la minería de datos y la plataforma de trabajo que se destina a ello. Incluso la construcción o producción de sentido subjetivo o subjetividad puede ser considerada de este modo. No aumenta, en otras palabras, la riqueza social sino que la orienta o dirige hacia “una u otra” de las empresas que son quienes pagan por este “servicio” de publicidad a Facebook o Google. En el ámbito social son falsos costos de la producción y no generan ni valor ni plusvalía. Aunque todas las personas pueden mediante un pago-en-dinero poner a la venta artículos en cualquier condición, las empresas igualmente usan ese ‘Marketplace’.
 
El verdadero negocio de Facebook es la venta de bases de datos, sin mayor ética. Documentos filtrados por NBC revelan cómo Mark Zuckerberg supervisó la estrategia para vender los datos de los usuarios de Facebook. Aunque el director de la red social constantemente asegura que protegen la privacidad de las personas, en realidad la información es usada para el único objeto del beneficio económico. A cambio de datos [organizados y tratados de un modo específico según el grupo socio-económico-cultural de la población total a impactar], sus clientes-socios comerciales invierten-pagan con grandes sumas de dinero en anuncios publicitarios dentro de la plataforma. El ejemplo más claro es Amazon que invertía importantes sumas de dinero en publicidad dentro de la red social. A cambio, accedía a datos privados de las personas. NBC señala que los documentos fueron filtrados al periodista británico, quien a su vez los compartió con otros comunicadores.
 
Con Menlo Park, Facebook ha tenido acuerdos de colaboración donde las dos partes involucradas compartían información de sus respectivos usuarios. En otras ocasiones, Facebook aceptaba pagos directos para permitirles consumir datos. Mientras estas prácticas ocurrían, Facebook trabajaba en una estrategia de comunicación para ocultar sus verdaderos movimientos. La empresa se encontró en medio de una tormenta comunicacional sin precedentes por el presunto acceso indebido de Cambridge Analytica a datos de unos 50 millones de usuarios en EEUU en estados con votos no definidos (llamados Estados Swingers) hacia un partido u otro a fin de poder manipular (a partir de un algoritmo) la votación de éstos en las elecciones de 2016 en EEUU. Una reciente inyección de capital a Facebook de 27,5 millones de dólares, liderada por Greylock Venture Capital, fondo de inversión con fuerte vínculo con la estructura de inteligencia norteamericana –CIA-, que sin duda se destinó a la compra/venta de datos o servicios de “publicidad”. Estas ventas de datos, desde la óptica de la economía política, pertenecen a la esfera de circulación y no contribuyen al crecimiento de la riqueza.
 
A partir de la crisis financiera de 2007-08, las inversiones tienen dos tipos de destino u objetivo: primero una política de fusiones y adquisiciones.
 
En esta dirección, en julio de 2007, Facebook anunció su primera adquisición, Parakey Inc. En agosto de 2007 se realizó una integración con Youtube. Las otras adquisiciones y/o fusiones fueron: 2009 FriendFeed, $47,5 millones; 2010 Patentes de Friendster, 40 millones de dólares; 2011 Snaptu, $70 millones; 2012 Face.com,$ 100 millones; 2012 Instagram, $1000 millones; 2013 Atlas, $100 millones; 2013 Onavo Israel $150 millones; 2014 WhatsApp, $19.000 millones; 2014 Oculus $2.300 millones; 2018 Redkix $100 millones de dólares; 2019 Beat Games sin monto; 2020 Reliance Industries $5.700 millones y también en 2020 Giphy $400 millones.
 
Más recientemente, la recompra de las acciones propias a partir de la expansión monetaria de la Reserva federal (Fed) ha sido la práctica de los Big Five en general, por lo tanto, también de Facebook. Ni las fusiones, las adquisiciones, ni la recompra de acciones constituyen actividades productivas y éstas no generan nueva riqueza, valor o plusvalía. Desde la óptica del capital esta concentración de capital en menos manos y sus actividades improductivas no deja de ser fuente de grandes ganancias para el capital individual que opera a partir de su plataforma.


•... “Todo el mundo quiere lo máximo, yo quiero lo mínimo, poder correr todos los días”...
 Pero nunca te saltes tus reglas. Nunca pierdas la disciplina. Nunca dejes ni tus operaciones, ni tu destino, ni las decisiones importantes de tu vida al azar, a la mera casualidad...