Por ... Gato Zakrzewski
El presidente electo Joe Biden está heredando una pandemia, una crisis económica, un ajuste de cuentas racial y un país profundamente polarizado sobre el resultado de las elecciones de 2020.
Mientras se prepara para asumir la presidencia, su éxito dependerá de su capacidad para abordarlos. Y cada uno está profundamente entrelazado con el poder y la influencia de la industria tecnológica, que da forma a todo, desde la información a la que acceden los estadounidenses, hasta su capacidad para trabajar y aprender en una sociedad que está parcialmente cerrada por el creciente número de muertos por coronavirus .
Eso hace que la agenda de política tecnológica de Biden sea fundamental, posiblemente más que cualquier administración anterior. Mis colegas de The Washington Post y yo elaboramos una guía de algunos de los problemas más urgentes que enfrenta la administración Biden a medida que se acerca el Día de la Inauguración.
Silicon Valley se está preparando para una regulación más estricta, ya que la nueva administración y los líderes demócratas en el Congreso prometen apuntar a las empresas de medios sociales, informan mis colegas Tony Romm y Elizabeth Dwoskin.
“La administración de Biden sabe que necesitamos actualizar nuestras regulaciones tecnológicas para el siglo XXI”, dijo el senador Edward J. Markey (D-Mass.), Quien durante mucho tiempo ha pedido una reforma de gran alcance.
Algunas empresas, incluida Facebook, están luchando para contratar a más demócratas después de contratar a los cabilderos republicanos durante la era Trump. "Creo que para la industria de Internet, en particular, será difícil andar en trineo durante los próximos dos años", dijo Rob Atkinson, presidente de la Information Technology and Innovation Foundation, un grupo de expertos que cuenta con empresas como Google y Microsoft en su tablero, les dije a mis colegas.
La expectativa es que Biden elija a personas que sean más agresivas en perseguir a la tecnología para servir en la administración. “Durante un tiempo, la industria de la tecnología dio por sentado a los demócratas”, dijo a mis colegas Nu Wexler, ex funcionario de comunicaciones de Facebook, Twitter y Google. “Ahora se enfrentan a una nueva realidad política. La tecnología todavía estará en la mira. Pero será para cosas más importantes como la privacidad, la recopilación de datos y la competencia ".
Se espera que una ley clave que protege a las empresas de redes sociales de demandas enfrente el escrutinio de Biden.
El presidente Trump hizo de la Sección 230, una vez una ley de Internet poco conocida, un objetivo mientras buscaba desafiar a las empresas de redes sociales que estaban limitando o eliminando sus propias publicaciones. Es probable que se enfrente a una revisión matizada bajo la nueva administración, informa mi colega Rachel Lerman .
Los demócratas tienen sus propias razones para reformar la ley, que protege a las empresas de la responsabilidad por las publicaciones, fotos y videos que comparten sus usuarios. Creen que las empresas de tecnología deberían ser más responsables de moderar el contenido de sus sitios. Muchos legisladores han
"Ambas partes realmente han utilizado la Sección 230 como un indicador de su enfado con las grandes tecnologías", Jeff Kosseff, profesor de derecho de ciberseguridad en la Academia Naval de EE. UU. Y autor de "Las veintiséis palabras que crearon Internet", un libro sobre la Sección 230, le dijo a Rachel.
Biden también está heredando un impulso bipartidista significativo para desafiar el poder de los gigantes tecnológicos.
El control democrático de la Casa Blanca y el Congreso podría forzar reformas a las leyes de competencia que rigen las prácticas comerciales de las grandes empresas de tecnología, como escribí. Se espera que los reguladores federales continúen con las demandas presentadas contra Google y Facebook en la era de Trump, y es posible que también puedan presentar demandas contra más gigantes tecnológicos.
La reciente violencia en el Capitolio y sus consecuencias están agregando una nueva urgencia, ya que el papel de las plataformas tecnológicas en la amplificación de la retórica violenta destaca el amplio poder e influencia de la industria sobre la democracia estadounidense.
"Básicamente, la administración de Biden está heredando mucho impulso y una gran oportunidad para hacer que las comunicaciones en línea sean seguras para la democracia y justas en la esfera comercial", dijo Sarah Miller, quien dirige el Proyecto de Libertades Económicas de Estados Unidos, en una entrevista.
Mientras tanto, la regulación de Internet está adquiriendo mayor urgencia en medio de la pandemia.
La administración de Biden enfrentará una presión inmediata para abordar el acceso a la banda ancha doméstica, que se ha vuelto esencial para muchas personas que trabajan o aprenden de forma remota durante la pandemia, informamos Tony y yo.
Eso podría preparar el escenario para que los demócratas finalmente cumplan con un esfuerzo de larga data para aumentar los fondos federales para el acceso a Internet.
“El acceso y despliegue de banda ancha debe estar en cada paquete de recuperación, en cada paquete de infraestructura”, dijo el Senador Ron Wyden (Oregon), el demócrata de mayor rango en el Comité de Finanzas del Senado, cuyo trabajo ha allanado el camino para reembolsos de banda ancha de emergencia. "Eso es algo que realmente se puede mover en las próximas semanas".
Con una Comisión Federal de Comunicación bajo control demócrata y victorias en la segunda vuelta del Senado de Georgia, los demócratas también están bien posicionados para deshacer algunos de los esfuerzos de Trump para desregular Internet. Los demócratas han criticado los esfuerzos de la administración Trump para desmantelar las reglas de neutralidad de la red de la era de Obama, que requerían que AT&T, Verizon y otros proveedores de servicios trataran todo el tráfico de Internet por igual.
Los legisladores y activistas están presionando al fiscal general entrante para que se retire inmediatamente de una demanda federal que desafía la ley de neutralidad de la red de California.
Se espera que el futuro de los trabajadores de conciertos como los conductores de Uber surja como un problema laboral divisivo.
El debate sobre el futuro de la economía bajo demanda podría enfrentar a los demócratas centristas y más favorables a las corporaciones contra sus pares más liberales, informan mis colegas Faiz Siddiqui y Eli Rosenberg.
La administración de Biden pidió que los trabajadores de conciertos sean clasificados como empleados y disfruten de los beneficios y protecciones que vienen con ese estado. Pero esas divisiones dentro de los partidos y las estrechas mayorías demócratas en ambas cámaras podrían hacer que eso sea difícil de lograr.
Una votación reciente en todo el estado de California, llamada Proposición 22, también fue un duro golpe para los esfuerzos por reclasificar a los conductores. Fue el resultado de las empresas de tecnología que canalizaron millones para luchar contra una ley que definía a muchos trabajadores de aplicaciones como empleados.
El Departamento de Trabajo y otras agencias podrían tomar acciones rápidas para apoyar a los trabajadores de conciertos. Podrían reinterpretar su trabajo como empleo a nivel federal o del IRS. También podrían buscar opciones legales y de aplicación más estrictas.
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La información errónea sobre el fraude electoral disminuyó un 73 por ciento después de que las principales empresas de redes sociales suspendieron a Trump y a sus principales aliados, según una investigación.
La nueva investigación de Zignal Labs, con sede en San Francisco, informó que las conversaciones en línea sobre el fraude electoral cayeron de 2.5 millones de menciones a 688,000 menciones en varios sitios de redes sociales la semana después de que Trump fuera expulsado de Twitter. Los hallazgos destacan que las empresas de tecnología pueden limitar la desinformación cuando eligen tomar medidas agresivas, informan mis colegas Elizabeth Dwoskin y Craig Timberg.
Los hallazgos también mostraron cómo fluyen las falsedades a través de los sitios de redes sociales, y son una señal temprana de que una acción concertada contra la información errónea puede marcar la diferencia. Facebook suspendió indefinidamente a Trump, YouTube lo suspendió durante una semana y él y sus seguidores también perdieron cuentas en Snapchat, Twitch, Spotify, Shopify y otros.
Las empresas de tecnología también tomaron acciones significativas por parte de los sitios de redes sociales para limitar la propagación de contenido incendiario o falso. Twitter prohibió más de 70.000 cuentas afiliadas a la teoría de la conspiración QAnon, que jugó un papel en el fomento del asedio al Capitolio el 6 de enero.
"Juntas, esas acciones probablemente reducirán significativamente la cantidad de información errónea en línea a corto plazo", dijo a mis colegas Kate Starbird, investigadora de desinformación de la Universidad de Washington. "Lo que sucede a largo plazo aún está en el aire".
Los hashtags afiliados a la violencia del Capitolio también se desplomaron. Las menciones al hashtag #FightforTrump, que se implementó ampliamente en Facebook, Instagram, Twitter y otros servicios de redes sociales en la semana anterior al mitin, cayeron un 95 por ciento. #HoldTheLine y el término "Marcha por Trump" también cayeron más del 95 por ciento.
Reuniones llenas de lágrimas, amargas discusiones internas y años de debate marcaron la histórica decisión de Twitter de prohibir a Trump.
La medida marcó el comienzo de una era de libertad de expresión en línea que Twitter, a la que un alto ejecutivo alguna vez se refirió como “el ala de libertad de expresión del partido por la libertad de expresión”, había ayudado a marcar el comienzo, informan mis colegas Elizabeth Dwoskin y Nitasha Tiku.
Una docena de empleados actuales y anteriores y observadores cercanos de la empresa reconstruyeron la decisión más difícil en los 15 años de historia de la empresa. Dos días después de la violencia en el Capitolio, Vijaya Gadde, habló con 5.200 compañeros de trabajo por videoconferencia y les suplicó que tuvieran paciencia mientras su equipo consideraba si prohibir al presidente.
En la reunión de emergencia, un Gadde visiblemente emocionado explicó que los equipos que tomaron la decisión estaban trabajando duro y que algunos lo estaban haciendo mientras enfrentaban serias amenazas a la seguridad. Dijo que la compañía aún estaba llevando a cabo un proceso de investigación sobre el impacto de los tuits.
Algunos empleados se mostraron escépticos. “La gente está harta. Me decían: 'Tú estás llorando, pero yo también estoy llorando, ¿y ahora qué?' ”, Dijo un empleado.
Los empleados abandonaron la reunión con emociones encontradas, que iban desde preocupaciones sobre la seguridad de sus colegas hasta enojo porque Trump volvió a estar en línea después de una prohibición de 12 horas. Ya había vuelto a tuitear, diciéndoles a sus seguidores que eran patriotas a los que no les faltaría el respeto.
Tres horas después de la reunión de emergencia, la compañía prohibió a Trump para siempre.
Una organización sin fines de lucro de Washington demandó a Apple para que elimine la aplicación Telegram por no tomar medidas enérgicas contra las conversaciones violentas.
La demanda es una táctica de presión para obligar a Apple a dar el mismo paso que tomó para limitar a Parler, un sitio de redes sociales que se convirtió en un conducto para los llamados a la violencia antes del asedio al Capitolio, informan mis colegas Craig Timberg, Reed Albergotti y Gerrit De Vynck. . La Coalición por una Web Más Segura, un grupo no partidista que aboga por la eliminación de contenido extremista de las redes sociales, y el presidente de la coalición, Marc Ginsberg, presentaron la demanda.
La demanda se quejó del papel de la aplicación de chat y redes sociales en albergar contenido de supremacistas blancos, neonazis y otros contenidos de odio. Argumentaron en la demanda que dicho contenido pone a Telegram en violación de los términos de servicio de Apple para su tienda de aplicaciones.
La coalición está planeando una demanda similar contra Google, que también bloqueó a Parler en su tienda.
"Telegram se destaca por sí mismo como el super difusor [del discurso de odio], incluso en comparación con Parler", dijo Ginsberg en una entrevista.
Ginsberg, que es judío, argumenta en la demanda que el contenido anisemita fomentado en Parler lo pone en peligro, y su propiedad de un iPhone le da derecho a demandar a Apple en un tribunal federal.
