El Banco de España puso ayer cifras a la recesión. El Producto Interior Bruto lejos de dar señales de recuperación sigue cayendo, y lo hace de una manera cada vez más acusada. Hasta el punto de que, según el banco central, el PIB decreció un 1,8% entre enero y marzo respecto del último trimestre de 2008. O lo que es lo mismo, la economía cayó ocho díécimas más que en el último trimestre del año pasado. Esto significa que si se anualiza la tasa intertrimestral multiplicándola por los cuatro trimestres que corresponden a un año -tal y como se hace en la mayoría de los países- la economía española está decreciendo en estos momentos a un rimo anual del -7,2%, con diferencia la tasa más negativa de los últimos 50 años. Esta es la fotografía del momento económico.
¿Quiere decir esto que el PIB se contraerá en esa cuantía a lo largo de todo el ejercicio? No dicen eso los expertos en coyuntura. El consenso que existe entre los servicios de estudios más relevantes del país es que la tasa más negativa del actual ciclo económico en tíérminos trimestrales -ese -1,8% de decrecimiento- se alcanzó en el primer trimestre de este año.
Pero dicho esto, se considera que el perfil seguirá siendo negativo en lo que queda de año, y que, probablemente, hasta el primer trimestre del año que viene no se alcanzarán tasas positivas de crecimiento si se compara un trimestre con el inmediatamente anterior. Dicho en otros tíérminos, cada uno de los trimestres que faltan para concluir el año será peor que el precedente. Y eso ocurrirá hasta los primeros meses del año 2010, pero ningún trimestre será tan malo como el primero de 2009, en el que se alcanzó el -1,8% citado anteriormente.
Perfil de crecimiento
Este perfil de crecimiento, según el director del servicio de estudios de una importante entidad financiera, es el que ha convertido prácticamente en papel mojado las últimas previsiones del Banco de España, presentadas a la opinión pública hace apenas cuatro semanas. El banco central estimó ayer que el PIB en tíérminos anuales cayó un -2,9% en el primer trimestre de este año, por lo que difícilmente se puede cumplir su propia previsión para el conjunto del ejercicio, que era del -3%. Esa estimación sólo podría hacerse realidad si el perfil de crecimiento trimestral fuera estable, pero como se ha dicho se considera que continuará siendo negativo hasta el primer trimestre de 2010.
Básicamente por una razón. Los datos de empleo reciíén publicados por la EPA (la destrucción de 766.000 puestos de trabajo en sólo un trimestre) anticipan una caída de la actividad productiva sin precedentes en la reciente historia económica de España. La opinión mayoritaria de los expertos es que el PIB podría decrecer este año (media anual) en torno al -3,5%, y hay tambiíén consenso en que en 2010 se podrían registrar tambiíén tasas negativas, aunque claramente inferiores.
El retraso en la salida del túnel tiene que ver, fundamentalmente, con dos razones. En primer lugar, las principales locomotoras del mundo -EEUU y Alemania- lejos de mostrar signos de recuperación se han metido de hoz y coz en la sima de la recesión. Ayer mismo, el ministro de Economía germano, Karl-Theodor zu Guttenberg anunció que la economía alemana caerá este año 2009 un increíble 6%, y hay que tener en cuenta que hacía allí se dirigen buena parte de las exportaciones españolas.
En cuanto a EEUU, el Departamento de Comercio anunció ayer que el PIB del primer trimestre se contrajo un 6,1% en tíérminos trimestrales anualizados, lo que da idea de lo lejos que está todavía la recuperación económica.
El propio Banco de España recuerda en su último Boletín económico que el crecimiento de la economía mundial podría llegar a ser negativo en 2009 por primera vez en los últimos sesenta años, “lo que llevaría a retrasar el inicio de la recuperación hasta 2010, cuando los estímulos de las políticas monetarias, fiscales y de apoyo al sistema financiero hayan desplegado todos sus efectosâ€.