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Autor Tema: Preferentes y subordinadas ¿buena inversión o engañabobos?  (Leído 1447 veces)

carlota

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Re: Preferentes y subordinadas ¿buena inversión o engañabobos?
« Respuesta #1 en: Junio 22, 2009, 11:25:39 am »
Gran artí­culo.Pegamos

Bancos y cajas de ahorro están emitiendo desde hace poco menos de un año unos activos desconocidos hasta ahora para una gran parte de los inversores, pero muy atractivos para las entidades porque refuerzan su solvencia. Sus jugosas rentabilidades, algunas por encima del 8%, hacen de reclamo perfecto para el pequeño ahorrador, pero conviene informarse bien a la hora de canalizar el ahorro por esa ví­a

LUIS A. TORRALBA ¿Quiere usted obtener una rentabilidad a sus ahorros por encima del 8%? ¿Le gustarí­a hacerlo con un producto financiero debidamente regulado y supervisado por los organismos competentes españoles? ¿Y con una inversión mí­nima que en muchos casos no llega a los 1.000 euros? Existe la oportunidad de hacerlo a travíés de dos productos de inversión que de un tiempo a esta parte están dando mucho que hablar: las emisiones preferentes y las obligaciones subordinadas.

Se tras de dos activos que han cobrado una especial relevancia para las entidades bancarias y cuyo mecanismo se asemeja mucho al de los bonos, pero tambiíén al de los tradicionales depósitos a plazo fijo. Ambos esconden una serie de particularidades que conviene tener en cuenta para no llevarse sorpresas una vez realizada la inversión.

La diferencia entre preferentes y subordinadas radica en que las primeras no tienen plazo de vencimiento (salvo en el de las obligaciones subordinadas ´especiales´), mientras que las segundas tienen una vida aproximadas de unos diez años, fecha de vencimiento y en caso de amortización anticipada (no antes de cinco años), debe realizarse en la fecha de pago del cupón (el interíés nominal).

A mayor plazo, mayor rentabilidad. Así­ sucede en otros productos de inversión (como los activos de deuda) aunque en el caso de las preferentes y las subordinadas la situación difiere: la rentabilidad va menguando conforme pasa el tiempo. O no. Porque tras un elevado tipo fijo en el primer año, bancos y cajas vinculan las rentabilidades siguientes a la evolución del Eurí­bor (normalmente a 3 meses).

Y la marcha del Eurí­bor es impredecible. Por tanto, puede fluctuar tanto al alza como a la baja y la rentabilidad de estos productos nunca es fija. De ahí­ que no sea comparable a un depósito a plazo fijo. Como tampoco su rentabilidad, dado que puede haber altibajos de más de 250 puntos básicos (2,5%) en función de las circunstancias del mercado (ratings, datos de coyuntura, etc.).

La rentabilidad inicial de preferentes y subordinadas es muy pareja y las diferencias estriban en la calidad crediticia de la entidad que los emite. A mejor rating, menor rentabilidad. Y la reciente bajada de Moody´s a los emisores de estos productos de inversión penaliza su rentabilidad.

Tirón de orejas

Además, según obliga la ley, si la bajada se produce en el periodo de comercialización, tal y como ha sucedido en los casos de Caja Madrid, La Caixa, Caixanova, CAM y Caja Duero, los inversores tienen la posibilidad de echarse atrás y anular la compra. ¿Por quíé? Porque la bajada del rating implica una modificación de las condiciones de las emisiones.

"El pequeño inversor tiene que saber que cuando le ofrecen un tipo tan alto del 7% u 8% tiene que saber quíé hay detrás, documentarse antes de invertir y tener en cuenta que es un producto que no tiene gancho en los mercados mayoristas", advierte Josíé Manuel Amor, socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI).

La CNMV, a quien no le ha temblado el pulso al decir públicamente que las emisiones de preferentes del Banco Santander, Banesto y BBVA ofrecí­an poca rentabilidad, ya advirtió a principios de abril a los inversores del riesgo que asumen invirtiendo en preferentes. Un "instrumento complejo y de riesgo elevado", según el organismo regulador, que por otro lado ha dedicado un apartado en su web (www.cnmv.es) para informar detalladamente de estos extremos.

Como en toda inversión, el riesgo es uno de los grandes factores a tener en cuenta. En el caso de que la entidad emisora quiebre, el Fondo de Garantí­a de Depósitos (FGD) no cubre ninguno de estos dos productos. En todo caso, los titulares de subordinadas cobrarí­an antes que los de preferentes. Además, si la entidad registra píérdidas, dejará de pagar automáticamente el cupón en las preferentes, mientras que las subordinadas sí­ pagan mientras el emisor no entre en concurso de acreedores.

¿Quíé sucede si el inversor quiere vender anticipadamente? Tiene que acudir a un mercado poco lí­quido, pero debidamente regulado y organizado, como es el mercado financiero de deuda (o renta fija) AIAF. La falta de liquidez de este mercado da lugar a serios problemas a la hora de vender porque hay pocos compradores y encima exigen precios altos, por lo que el inversor suele perder parte de la inversión inicial (sin contar con las entidades que lo recompran a mitad de precio para a su vez vendíérselos a sus clientes...).

Por no hablar de los casos en los que transcurren largos meses para poder vender ante la ausencia de contrapartida. Todo ello pese a que la propia CNMV exige un agente de liquidez para todas las emisiones. Ni caso.

"No nos parece un activo aconsejable para los inversores, ni tan siquiera para aquellos muy conservadores, ya que en el mercado de deuda corporativa, por ejemplo, se encuentran las mismas rentabilidades o parecidas a un plazo muy inferior, en un mercado lí­quido y con un pago de cupones asegurado salvo quiebra", apunta Josíé Manuel Garcí­a Martí­, director de Atlas Capital Gestión de Patrimonios Zona Levante.

Las entidades bancarias son las grandes beneficiadas de la emisión de preferentes y subordinadas, porque computan como capital y así­ refuerzan sus debilitados recursos propios elevando la solvencia. "Es una opción muy interesante, al permitir reforzar sus ratios de capital a un coste muy bajo, sobre todo si se compara con alternativas tales como la ampliación de capital por parte de los bancos o la emisión de cuotas participativas por el lado de las cajas", considera Axel Fornieles, director de Arcano Corporate.

Sin embargo, las cuotas participativas no tiene tirón hoy en dí­a a la vista de como está el patio bursátil y que las cuotas carezcan de derechos polí­ticos, lo que hace de ellas una alternativa poco atractiva en estos momentos. De ahí­ que la CAM opte por las preferentes en lugar de seguir con las cuotas.

Los expertos consultados por este semanario coinciden en afirmar que es fundamental informarse bien antes de invertir. Como tambiíén realizar el obligado test de idoneidad que marca la directiva europea MiFID, que algunos comerciales de entidades bancarias no suelen realizar según ha podido saber EL BOLETíN.

"No podemos vender estos productos bajo ningún concepto antes de realizar el test al inversor, conocer su cultura financiera, explicarle los riesgos de la operativa, y aclararle que no es una inversión adecuada para, por ejemplo, un anciano.", asegura el director de una oficina bancaria valenciana. "Para pilotar un avión hace falta tener una licencia, pues para comprar preferentes tambiíén".

Según consta en la CNMV, bancos y cajas han comunicado al organismo regulador emisiones por valor superior a los 4.500 millones de euros en subordinadas durante este año, mientras las preferentes triplican ese importe.

Lo cierto es que estas emisiones han provocado un doble conflicto: por un lado, que el Banco de España las defienda a capa y espada como mecanismo perfecto para que bancos y cajas recuperen la solvencia (siempre y cuando no emitan más del 30% sobre sus recursos propios), mientras la CNMV advierte una y otra vez sobre su peligro para el minorista, a la vez que pone nombre y apellidos a toda aquella entidad que en su opinión no está siendo ecuánime con las rentabilidad que paga.

Y en segundo lugar, el emisor de los valores es la misma entidad que los comercializa, por lo que el emisor siempre buscará un precio barato, mientras que el comercializador lo mejor para su cliente. De ahí­ que buscar un punto intermedio resulta sumamente complicado
En individuos, la locura es rara; en grupos, partidos, naciones y épocas, es la regla", Nietzsche.