La General Motors (GM) de Brasil anunció una inversión de 1.000 millones de dólares en el país, con lo que se convirtió en la primera multinacional del sector en anunciar nuevos proyectos en el gigante suramericano desde el comienzo de la crisis económica global.
Las inversiones se destinarán a la ampliación de la fábrica de la empresa en Gravataí, municipio en el sureño estado de Río Grande do Sul, dijo el presidente de la GM para Brasil y el Mercosur, Jaime Ardila, en una audiencia con el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en Brasilia.
Los recursos le permitirán a la multinacional fabricar a partir de 2012 dos nuevos modelos de automóviles en Gravataí, en donde la empresa ya produce los modelos Celta y Prisma, que serán diseñados por ingenieros brasileños.
Las operaciones de GM en Brasil son relativamente independientes de las de la matriz en Estados Unidos, razón por la cual la subsidiaria fue una de las menos afectadas en el proceso de recuperación tras la declaración de quiebra que concluyó la semana pasada con la creación de la “Nueva GMâ€.
“Se trata de una inversión adicional a los 3.000 millones de reales (1.500 millones de dólares) que ya habíamos anunciado en los dos últimos dos añosâ€, afirmó Ardila.
El ejecutivo aclaró que, en total, la empresa invertirá 2.500 millones de dólares en Brasil hasta 2012.
El 50% de los recursos de la nueva inversión serán desembolsados directamente por la General Motors do Brasil, en tanto que un 30% serán financiados por el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) y el 20% restante por el Banco Regional de Desarrollo para la Región Sur (Banrisul).
Según el empresario, la capacidad de producción de la fábrica en Gravataí será aumentada de los actuales 230.000 vehículos hasta 380.000 unidades al año.
“Es decir que tendremos una capacidad más de tres veces superior a la que tenía inicialmente (120.000 unidades), cuando la fábrica fue inaugurada en el 2000â€, dijo. El proyecto, agregó, generará 1.000 nuevos empleos directos en Gravataí, sin contar los puestos que serán creados por las empresas que abastecen la fábrica. Lula, en su discurso, recordó que la semana pasada, cuando participó en la reunión del G-8 en Italia, se sintió “orgulloso de ser brasileño en momentos en que uno percibe que las subsidiarias de los fabricantes de automóviles en Brasil están mejor que sus matricesâ€.
“Me reuní con varios presidentes y todos estaban de boca abierta con la situación de las empresas en Brasilâ€, afirmó.
General Motors, que tiene operaciones en Brasil desde hace 84 años, es la mayor subsidiaria de la multinacional en Suramíérica y la tercera más grande fuera de Estados Unidos.
La compañía es la tercera en ventas de automóviles en Brasil y tiene 23.000 empleados.
La empresa, que el año pasado vendió un ríécord de 548.941 vehículos en el país y tuvo una participación del 19,5% en el mercado brasileño, cuenta con fábricas en las ciudades de Sao Caetano do Sul y Sao Josíé dos Campos, ambas en el estado de Sao Paulo, además de la de Gravataí.
El fabricante, que tiene previsto lanzar este año un nuevo modelo en el país, tambiíén cuenta con un complejo industrial en Mogi das Cruzes, en donde produce componentes y piezas, y un campo de pruebas en Indaiatuba, ambos en el estado de Sao Paulo.
La GM do Brasil tambiíén está construyendo una nueva fábrica de motores y componentes en la ciudad de Joinville, en el sureño estado de Santa Catarina.