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Autor Tema: El plantón de La Caixa en la puja por CCM provoca el enfado del Banco de España  (Leído 374 veces)

Eguzki

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El gobernador del Banco de España, Miguel íngel Fernández Ordóñez, tiene un importante enfado con La Caixa por haberle dejado en la estacada en la subasta de Caja Castilla-La Mancha (CCM), según fuentes de toda solvencia. Como ha venido informando El Confidencial, la intención del supervisor era que una de las dos grandes cajas españolas se quedara con la entidad intervenida. Caja Madrid se cayó de la carrera a las primeras de cambio dada su situación interna, pero MAFO estuvo intentando hasta el último minuto que la entidad catalana se presentara. Y íésta finalmente resistió las presiones y el jueves pasado decidió no pujar.

Esta decisión alteró por completo los planes del Banco de España y le obligó a elegir entre ofertas de entidades mucho más pequeñas y que, además, no planteaban una absorción completa de CCM, sino fórmulas que buscaban quedarse con el negocio bancario y dejar fuera las participaciones industriales -en especial el aeropuerto de Ciudad Real- y los críéditos tóxicos a promotores inmobiliarios. Finalmente, el martes eligió a Cajastur, una entidad con un balance de sólo 15.700 millones frente a los 26.800 millones de la manchega.

Sabedor de la reacción que iba a provocar en el gobernador, el presidente de La Caixa, Isidre Fainíé, remitió el viernes una carta a MAFO en la que le explicaba detalladamente las razones por las que habí­a tomado la decisión, según las citadas fuentes. En ella le hací­a ver que, despuíés de un exhaustivo análisis de la operación, la entidad catalana habí­a considerado que era inasumible para ella la absorción de CCM por carecer de sentido estratíégico y por la imposibilidad de obtener sinergias (La Caixa tiene la mayor red de oficinas de la banca española, extendida por todo el territorio nacional), aparte del importante esfuerzo de saneamiento que le supondrí­a.

Según distintas fuentes del sector, cualquier otra caja de ahorros de habrí­a plegado a los deseos del Banco de España y habrí­a pujado por CCM, en la confianza de que se cobrarí­a el favor en el futuro, que viene muy complicado para todas las entidades. Pero La Caixa ha preferido hacer una demostración de esa independencia del poder polí­tico que lleva tan a gala frente a la situación habitual en el sector. Ahora falta por ver quíé consecuencias tiene esta decisión.

La entidad catalana pretende mantenerse al margen de cualquier proceso de fusión -de hecho, no ha participado en ninguna de las dos fusiones de cajas catalanas-, ya que no necesita aumentar su presencia en España. Por eso, está más centrada en su expansión internacional, como prueba el aumento de su participación en el austriaco Erste Bank el jueves de la semana pasada con una inversión de 687 millones.

Otra cosa es que finalmente consiga este objetivo, y más despuíés del desplante a MAFO. En el sector todo el mundo coincide que hay varias cajas que actualmente no participan en ninguna de las fusiones en curso y que tendrán que ser absorbidas o intervenidas ante el negro panorama de 2010 para la banca española. Eso sí­, Fainíé y su director general, Juan Marí­a Nin, prefieren quedarse con una entidad más pequeña y con menos problemas que CCM.

La enrevesada solución de Cajastur

Tras la negativa de La Caixa, el mal menor de Cajastur no es precisamente del agrado del supervisor: Aunque salvaguarda el control polí­tico de la CCM por parte del PSOE, no gustan su pequeño tamaño y, sobre todo, las medidas de protección exigidas para quedarse con ella. La entidad que preside Manuel Meníéndez ha planteado una fórmula muy compleja que deja fuera las participaciones industriales e inmobiliarias y que, además, le garantiza no sufrir píérdidas en la cartera de críédito promotor de la caja manchega, que asumirá el Fondo de Garantí­a de Depósitos hasta un lí­mite que todo el mundo mantiene en secreto.

Según esta fórmula, el negocio puramente bancario de CCM se integrará en una filial de Cajastur llamada Banco Liberta, que pertenecerá en un 75% a la caja asturiana y en un 25% a la 'otra CCM', que será una especie de holding tenedor de las participaciones industriales. Sus ingresos provendrán, aparte de la posible venta o rentabilización de activos, de los dividendos que le pague el citado Liberta por su 25%. Pero es un misterio quiíén gestionará esta 'otra CCM' y, sobre todo, quiíén asumirá las previsibles píérdidas que sufrirá. Hasta es posible que tenga que ser intervenida de nuevo o rescatada por el FROB.