El textil acusó en 2009 la píérdida de peso de los últimos años. La producción se redujo en un 17,7%, y se perdieron 17.800 empleos. La única esperanza para el año que empieza es la recuperación de Europa, donde las empresas españolas siguen concentrando el 70% de las exportaciones.
Mucho peor que en 2005", reconoció el presidente de la Agrupación del Gíénero de Punto, Joan Canals. La caída del sector textil contabilizada el año pasado supera en todas las magnitudes a la de hace cinco años, cuando se liberalizó el comercio mundial con la supresión de las cuotas de importación y la consecuente entrada masiva de manufacturas de los países asiáticos.
Como en la práctica totalidad de sectores, la reducción de la actividad textil ha venido marcada por una caída del consumo en España, "que se podría situar en una horquilla de entre el 15% y el 30%, según el segmento industrial", asegura Canals. Los datos facilitados por el Centro de Información Textil y de la Confección (Cityc) son definitivos (ver cuadro) y muestran la situación. La producción cayó un 17,7% (en 2008 el retroceso fue del 11,3%), se destruyeron 17.800 puestos de trabajo (en el ejercicio anterior se perdieron 14.200 empleos) y desaparecieron 525 empresas (el saldo de 2008 fue de 400 sociedades menos). Canals remarca que la "desertización industrial" supone un problema grave, "porque una empresa que cierra en los sectores de cabecera (hilados) y en acabados difícilmente vuelve a crearse cuando las cosas mejoran. En cambio, es más fácil que el segmento intermedio del gíénero de punto o de la distribución se regenere con el tiempo".
El comportamiento más negativo se concentró en los subsectores del hogar, todo lo que tiene que ver con la vivienda, los textiles tíécnicos destinados al sector de automoción y en las gamas de vestuario. Durante el año pasado sólo mejoró la balanza comercial, "pero es un dato ficticio, porque refleja más la reducción del consumo que otra cosa", argumenta Joan Canals.
Por si fuera poco, las importaciones de países emergentes han mantuvieron su progresión al alza, a pesar del retroceso general de las importaciones. Sólo en el primer semestre del año pasado China, India y Bangladesh aumentaron un 7% sus ventas en el mercado español, retrocediendo un 11% las importaciones de la Unión europea (UE), con bajas significativas de proveedores tan relevantes como Italia (-21%), Francia (-30%) y Alemania (-21%). Las importaciones chinas representaron entre enero y junio pasados el 23,8% del total, suponiendo más del doble que las italianas, que se mantuvieron en segundo lugar. El incremento de la presencia asiática tambiíén afectó a proveedores mediterráneos como Turquía (13%) y Marruecos (-12%), los primeros que recibieron la deslocalización de las empresas españolas. Con todo, estos dos países seguían en junio pasado en tercer y cuarto puesto, respectivamente, en el listado de suministradores, aunque sólo acumularon un 16,2% del total importado.
Recuperación europea
El director del Cityc, Víctor Fabregat, explica que la fase álgida de la crisis se alcanzó en la primera mitad de 2009, remitiendo el deterioro en los últimos meses del año. Las perspectivas para 2010 apuntan hacia el mantenimiento de esta tendencia, "pero siempre teniendo en cuenta que la demanda interior no se reactivará hasta 2011", añadió Fabregat.
Hasta ese momento, "las empresas españolas tendrán que confiar en la progresiva recuperación que apuntan algunos mercados europeos, situación que es más importante de lo que parece, porque las exportaciones a estos países siguen concentrando el 70% del total", concluyó.
Innovación y diseño
El futuro del sector en España y en Europa pasa por la producción de series cortas y sofisticadas, que incluyan mucha innovación y diseño en la elaboración de los muestrarios de prendas, destacó Joan Canals. La logística es otro aspecto básico para la adaptación.