El Banco de Japón (BOJ) decidió hoy, por unanimidad, dejar los tipos de interíés en el 0,1%, como esperaban los analistas, y mantuvo además su pronóstico de tres años de deflación para la economía nipona. Al informar de su decisión, la institución monetaria modificó más ligeramente sus previsiones para la segunda economía del mundo, en cuanto a crecimiento y comportamiento de los precios.
"El ritmo de mejora de la economía seguirá siendo moderado hasta alrededor de la mitad del año fiscal 2010", que concluye en marzo de 2011, apuntó la entidad emisora, para la que el gran reto actual de Japón es "superar la deflación y regresar a un crecimiento sostenible con estabilidad de precios".
El BOJ espera que el Producto Interior Bruto (PIB) nipón baje este año un 2,5%, en lugar del 3,2% que avanzaba en octubre de 2009, según informó en un comunicado. Para el ejercicio 2010, el BOJ prevíé que el PIB de Japón retorne a la senda positiva, un crecimiento del 1,3% frente al 1,2 por ciento que auguraba hace tres meses, mientras para 2011 mantuvo su pronóstico de aumento del 2,1%.
La presión deflacionaria que vive la segunda economía del mundo influyó hoy para que la entidad emisora nipona no haya decidido modificar los tipos de interíés en la reunión de dos días que celebró en Tokio su comitíé monetario. La caída de los precios continuará en Japón hasta el ejercicio fiscal de 2011, que concluirá en marzo de 2012, según los pronósticos divulgados hoy por el BOJ.
En su comunicado, el Banco de Japón explica que la economía "está mejorando sobre todo por las medidas tomadas en Japón y en el exterior, pero de momento ese impulso no es suficiente para respaldar una recuperación de la demanda interna por sí misma".
El banco central nipón indicó, además, que en las actuales circunstancias seguirá aplicando una política monetaria acorde con las actuales circunstancias del entorno financiero, en alusión a que no prevíé un cambio de los tipos de interíés en un futuro inminente.
