La economía de Japón tiene fortalezas en la diversificación de sus exportaciones, deuda pública sostenida por el ahorro interno e importante avance en materia de investigación y desarrollo, reconoció la aseguradora de críédito Coface.
Por el contrario, la inestabilidad política que frena el crecimiento económico, el rápido envejecimiento de la población, inmigración casi inexistente y una importante proporción de trabajadores eventuales constituyen sus debilidades.
En el marco de la gira de trabajo que el Presidente Felipe Calderón Hinojosa realiza por Tokio, Japón, expuso que la profundidad de la recesión fue atenuada en 2009 por una política presupuestaria muy expansionista (4.2 por ciento del PIB), enfocada a la demanda interna.
Así, añadió en un comunicado, la actividad fue sostenida por el consumo de los hogares y la inversión pública.
En tanto, la importante contracción de las exportaciones y de la producción fue limitada por las medidas públicas puestas en marcha en los otros países.
Para 2010, considera que a pesar de la persistencia de las presiones deflacionistas y del cambio desfavorable del yen, el consumo y las exportaciones mantendrán una ligera recuperación.
Estima tambiíén que la inversión de las empresas (aumento entre 1.0 y 2.0 por ciento) estará limitada por la persistencia de una importante sobrecapacidad de la producción.
En el caso de las exportaciones, que cayeron más de 25 por ciento en 2009, prevíé un alza de 8.0 por ciento sostenidas por la demanda del resto de economías asiáticas, y de China en particular (16.0 por ciento de las ventas de Japón).
Aclara que las ventas al exterior no se encontrarán en el nivel previo a la crisis, en tanto que el consumo de los hogares de los países de la OCDE (30 por ciento de los destinatarios de las exportaciones de Japón) no despegue de forma importante
