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Autor Tema: La burbuja de las materias primas, a debate  (Leído 1020 veces)

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La burbuja de las materias primas, a debate
« en: Marzo 16, 2008, 10:01:20 am »
La burbuja de las materias primas, a debate

Publicado en Expansión por Javier Blas

En 1637, el precio de la flor se disparó debido a la fuerte demanda llegando a pagarse por 500 gramos 1.500 florines, cantidad equivalente al salario de cuatro años de un maestro carpintero. En cuestión de dos meses, el precio llegó a multiplicarse por diez, alcanzando un nivel imposible de sostenerse según las reglas básicas de la oferta y la demanda.

Despuíés de superar costes históricos, la demanda de bulbos de tulipán no tardó en desvanecerse, con el consiguiente desplome de los precios.

Cuatrocientos años despuíés, algunos analistas aseguran que estamos ante otra burbuja: la del mercado de las commodities (materias primas). El crudo, el cobre, el trigo y el cafíé han alcanzado ríécords no vistos en díécadas no sólo en los precios, sino en los productos referenciados a este material.

Opiniones
Tobias Levkovich, estratega jefe de Citigroup en EEUU, avala esta teorí­a. En su último informe asegura que estamos ante una burbuja de las materias primas, y en particular, del oro. “La combinación de dinero fácil y de especulación han hecho que los precios se disparen”.

Lo que se cuestiona es si las commodities han llegado a protagonizar la tercera y última burbuja de la última díécada– despuíés de la burbuja tecnológica, cuyo estallido se produjo en 2001 y de la crisis del mercado de las hipotecas subprime todaví­a en plena ebullición el año pasado. 

Kevin Norrish, de Barclays Capital, no cree que estemos ante una burbuja. “El aumento de los precios está condicionado”, explica, por la fuerte demanda y los retrasos en el suministro, a pesar de los precios ríécord de las principales materias primas y del aumento de los costes de producción.

John Kemp, economista de la firma londinense Sempra Metals, especializada en el sector, asegura que probablemente se haya producido una burbuja como consecuencia de la apuesta de los inversores por las materias primas ante las expectativas de que los precios sigan la tendencia alcista.

“Serí­a un error dar por hecho que los precios de las commodities van a seguir subiendo sin perjudicar a la economí­a y provocar una respuesta de los bancos centrales, que intentan contener la inflación”, explica Kemp.

El pasado lunes, los precios del crudo alcanzaron otro máximo histórico, 107,77 dólares el barril, una subida de casi el 80% desde principios de 2007.

A pesar de las discrepancias, los analistas coinciden en apuntar que el interíés de los inversores por las materias primas se está disparando, lo que lleva a cuestionarse quíé hay detrás de esta tendencia y las consecuencias que íésta ha tenido sobre los últimos máximos históricos de los precios.

Según Jim Lennon, de Mac-quarie Bank, con sede en Londres, las inversiones en materias primas han pasado de situarse en 10.000 millones de dólares (6.489 millones de euros) en 1998 a los 142.000 millones de dólares del año pasado. Los inversores han colocado otros 30.000 millones de dólares en los primeros dos meses de este año, lo que supone un aumento potencial de las inversiones totales en commodities de hasta 172.000 millones de dólares, explica Lennon.

Según Barclays Capital, al aumento de las inversiones se une la emisión de nuevos productos referenciados a las commodities. La entidad asegura que el mes pasado se lanzaron unos 140 productos basados en materias primas, la mayor cifra registrada hasta ahora, aproximadamente el doble de la cantidad mensual de 2006 y 2007.

Los inversores institucionales entrevistados la semana pasada por Barclays Capital pretenden seguir apostando por las materias primas, en un intento por diversificar sus carteras– normalmente el precio de las commodities sube cuando bajan la renta variable y los bonos– y como protección contra la inflación.

Los analistas preocupados por la burbuja creen que es probable que los inversores que están optando por las materias primas las vean como una forma de colocar su dinero en un sector que actualmente ofrece sólidos beneficios, frente a la renta variable y los bonos.

Otros, sin embargo, aseguran que esta apuesta por las commodities avala la teorí­a de que el crecimiento de las economí­as emergentes se desvinculará de la ralentización económica de EEUU, lo que provocará una fuerte demanda de materias primas.

Los paí­ses emergentes están generando la mayor parte de la demanda de commodities. En el caso del crudo, los paí­ses que no pertenecen a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico fueron responsables del 90% del aumento del consumo entre   2004 y 2008.

Ed Morse, de Lehman Brothers, explica la situación argumentando que, aunque los flujos de fondos han contribuido al aumento del precio de mercado, “el suministro se ha reducido en mayor medida que la demanda”.

Sudáfrica, Chile y China han provocado alteraciones en la oferta debido a las interrupciones de energí­a, que han afectado a la producción de oro, platino, cobre y aluminio. La decisión de la OPEP de recortar la producción de crudo a finales de 2006 y el año pasado tambiíén ha provocado un descenso de las reservas. Además, el clima extremo ha reducido los inventarios agrí­colas hasta niveles no vistos en los últimos 60 años .

El hecho es que los precios de las commodities en las que los especuladores financieros no tienen mucha influencia, como el mineral de hierro o el arroz, tambiíén han aumentado significativamente.

El precio del mineral de hierro ha subido casi un 350% entre 2003 y 2008. Este aumento es mayor que el experimentado por las materias primas que están más expuestas a los especuladores financieros: en el mismo periodo, el oro aumentó un 174% y el crudo un 250%.

Los analistas que defienden la teorí­a de la burbuja subrayan que los precios de las commodities no están aumentando de forma simultánea. Mientras los precios de algunos productos como el crudo y el aluminio han subido en las dos últimas semanas, otros como la carne de porcino en canal, han disminuido.

Los banqueros y gestores de  hedge fund creen que  la oleada de inversiones en materias primas podrí­a dar la falsa impresión de que las operaciones especulativas están inflando los precios de estos productos.

En su opinión, muchos de estos nuevos inversores piensan a largo plazo en lugar de centrarse en los equilibrios a corto plazo entre la oferta y la demanda porque creen que, con el tiempo, la industrialización y la urbanización de los paí­ses emergentes provocará un aumento del consumo de materias primas.

El problema, según Morse, es que al no haber contratos de futuros a largo plazo, los inversores más optimistas sobre los precios con vistas a un mayor periodo sólo pueden colocar sus fondos en í­ndices de commodities que invierten en contratos a corto, lo que provoca un aumento de los precios en el contado.