Los propietarios de Ferrovial participan en el grupo junto a Caixa Catalunya y MRA. Ahora, estudia su entrada en biomasa.
El olivar se ha puesto de moda entre los grandes inversores españoles. Si antes eran los vinos los que seducían a los grandes patrimonios como una vía de diversificar las inversiones, ahora es el aceite el que ocupa un lugar privilegiado. Una de las primeras sociedades que entró en escena fue la family office de la familia Del Pino, propietarios de Ferrovial y que ya acumula unas 5.000 hectáreas entre España y Portugal, junto a Caixa Catalunya y grupo MRA.
Innoliva, la sociedad que comparten, es poseedora de la mayor cartera de olivos de la Península, título que le arrebatará Sovena cuando adquiera los activos de SOS (rozará las 10.000 hectáreas).
La compañía, constituida a finales de 2006, ha invertido desde entonces 124 millones en la compra y transformación de campo en olivar superintensivo.
Actualmente, negocia la adquisición de unas 700 hectáreas más, emplazadas en Andalucía. Su activo más preciado es una parcela de más de 1.200 hectáreas cultivadas con tíécnica de alto rendimiento, situada entre Córdoba y Badajoz.
Internacionalización
Los planes de Innoliva apuntan a una meta de 10.000 hectáreas de superficie. El director general de Grupo MRA, Miguel Rico, asegura a EXPANSIí“N que para llegar a esta cifra están haciendo prospecciones en otros países de Amíérica Latina –como Chile y Argentina–, de la franja mediterránea, Estados Unidos y Australia, además de en China. "En esta última plaza, el problema es el complicado acceso a la tierra, pero tiene buen clima".
Rico subraya que uno de los proyectos que está analizando, en colaboración con el IFC (International Finance Corporation), contempla la posibilidad extrapolar este tipo de cultivos eficientes a países en vías de desarrollo para contribuir a su evolución socioeconómica.
No obstante, las inversiones más inmediatas se centrarán en levantar almazaras en sus fincas, al objeto de avanzar en la cadena de valor y empezar a molturar la aceituna. La primera de ellas, con un desembolso de tres millones de euros, la construirá en Portugal. Su capacidad se acercará a los doce millones de kilos.
El año pasado, Innoliva recolectó 1.010 hectáreas, "lo que permite a la compañía situarse por primera vez en niveles de ebitda positivos". Este ejercicio recogerá aceituna en más de 3.300 hectáreas y será en 2010 cuando estíén las 5.000 en producción.
Beneficio
"A partir de ese momento y hasta 2015 irá incrementado la productividad de los árboles, pues alcanza su punto máximo a partir del cuarto año". Entonces, se espera que se generen trece millones de kilos de aceite –unos 50 millones de kilos de frutos–, lo cual reportará unos ingresos de 42 millones, con un ebitda de 30 y un beneficio neto de 18 millones. Así, sus accionistas prevíén recuperar la inversión en menos de diez años.
La sociedad ha puesto sus miras tambiíén en los cultivos energíéticos y en la biomasa. Su objetivo es levantar plantas de esta tecnología renovable en las fincas españolas. El primer paso será construir una de cinco megavatios (MW) y que conllevará una inversión de ocho millones.
"Estamos interesados en todo el campo agrícola en general –explica Rico–. Hemos empezado con el aceite, pero estamos investigando otras áreas". Esta parte la desarrollarán a travíés de la sociedad Energi-K, de Grupo MRA, "pero la idea es que nos pueda acompañar Innoliva y los propios socios".
La llamada del 'oro líquido' ibíérico
Portugal ha pisado el pie en el acelerador para convertirse en uno de los principales productores mundiales de aceite de oliva. Recursos no le faltan: posee grandes extensiones de tierra con buenas condiciones para el cultivo de olivar; la principal, el acceso al agua. Por cercanía y conocimiento del sector, varios empresarios españoles, y especialmente andaluces, han tomado posiciones en el país vecino (ver cuadro superior).
Arteoliva, Bogaris, el empresario Manuel Gómez Cabrera, SOS –cuyas parcelas están en proceso de venta a Sovena– o la propia Innoliva han adquirido fincas para la plantación de olivar. La primera posee unas 1.300 hectáreas mientras que el grupo agroalimentario español tiene unas 3.200 en producción y otras 1.800 sin cultivar. En España, entre los principales propietarios de tierras destaca Nicolás Osuna (Grupo Noga), que ronda las 2.500 hectáreas.