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Autor Tema: Latinoamíérica juega la baza de la fortaleza fiscal  (Leído 407 veces)

anna

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Latinoamíérica juega la baza de la fortaleza fiscal
« en: Marzo 06, 2010, 09:52:27 am »
Latinoamíérica juega la baza de la fortaleza fiscal

por Cristina de la Sota en Cinco Dí­as

En un momento como el actual, en el que el tremendo deterioro de las arcas públicas de los paí­ses desarrollados se ha convertido en el principal foco de tensión de los mercados, los inversores vuelven a llevar su mirada al mundo emergente y a Latinoamíérica en particular. Los esfuerzos emprendidos en el pasado por estos paí­ses por sanear las finanzas públicas han dado sus frutos. La resistencia que han mostrado durante la tormenta financiera ha permitido que mantengan unos niveles de endeudamiento bajos. Toda una ventaja competitiva que vuelve a poner de relieve el potencial de los mercados de la región.

"Las razones por las que los mercados latinoamericanos se comportaron tan bien en 2009 siguen intactas para 2010. La resistencia que mostraron durante los momentos álgidos de la crisis se debió a una fuerte posición fiscal, una polí­tica monetaria disciplinada, altos niveles de liquidez y un sector empresarial fuerte. A pesar de que los planes de estí­mulo y el bajo crecimiento de 2009 han deteriorado la situación fiscal, los números siguen siendo sanos y se deberí­an ver favorecidos por un mayor crecimiento en 2010", resume Will Landers, gestor del BGF Latin American Fund de BlackRock.

Un repaso a los datos de díéficit fiscal o a la deuda en relación al PIB revela la situación envidiable en la que se encuentran los principales paí­ses latinoamericanos respecto a otros más desarrollados como Grecia, España, Estados Unidos, Reino Unido o Japón, por citar sólo algunos.

Brasil, por ejemplo, uno de los paí­ses con mejores perspectivas, cerró 2009 con un superávit fiscal del 2,2%. Otros concluyeron en números rojos pero con díéficit muy pequeños en relación a los del mundo desarrollado. Chile despidió el pasado ejercicio con un díéficit fiscal del 0,4%, Colombia, del 1,2% y Míéxico, del 0,6%. Nada que ver con el díéficit del 12,7% de Grecia, el 11,4% de España, el 11,3% de Estados Unidos o el 12,6% del Reino Unido.

Un repaso a la deuda en relación sobre PIB deja una lectura similar. Así­, mientras en Latinoamíérica estas cifras están más cercanas al 35% de media, en Europa rondan el 78% de media, en Japón se acerca al 200%, mientras que en el Reino Unido y en EE UU van camino de superar el 100% en los próximos años.

Si bien la crisis provocó un deterioro de los ratios de endeudamiento de Latinoamíérica en 2009, todo indica que lo peor ha pasado ya. "La mayorí­a de estas economí­as va camino de estabilizarse este año. En parte se deberá a la recuperación cí­clica y tambiíén a medidas discretas para contener el empeoramiento fiscal", explican desde Barclays.

El FMI en su último informe sobre la región comenta que el ajuste que necesitarán estas economí­as para volver a los niveles de endeudamiento previos a la crisis se producirá "fundamentalmente de manera automática como consecuencia de la recuperación económica, el fin del parón de la producción y la recuperación de los precios de las materias primas a niveles de largo plazo".

En otras palabras, mientras paí­ses como Grecia necesitarán realizar ajustes fiscales cercanos al 11,3% del PIB para estabilizar los niveles de deuda a largo plazo, Colombia, por ejemplo, uno de los paí­ses que más se deberá emplear a fondo por la reforma sanitaria y fiscal que deberá emplear el futuro gobierno, según Barclays, tan sólo requerirá un ajuste del 1,7% del PIB.

"La situación fiscal de estos paí­ses parece sólida en tíérminos comparativos y la dirección de las polí­ticas actuales parece orientada a mejoras futuras. Parece que despuíés de haber sido un freno a la estabilidad de estas economí­as, la polí­tica fiscal, por fin, podrí­a convertirse en una fortaleza macroeconómica", añaden desde Barclays.

No extraña que Latinoamíérica siga siendo una de las principales apuestas de los inversores, pues mientras que los paí­ses desarrollados deberán seguir esforzándose por poner la casa en orden, los paí­ses emergentes, mucho más libres de la losa del endeudamiento, podrán centrar sus esfuerzos en el desarrollo económico.

"Latinoamíérica es uno de los mejores ejemplos dentro del mundo emergente de la mejora en la calidad de los activos. Excepto Míéxico -muy integrado en el epicentro de la crisis, debido a su estructura exportadora hacia EE UU- Brasil, Chile, Colombia y Perú han escapado con rapidez de la crisis a pesar de la repentina salida de capitales y del colapso en los ingresos por exportaciones hacia EE UU y Europa. Estos paí­ses fueron capaces de implementar los estí­mulos fiscales suficientes para reorientar los flujos comerciales hacia el motor del crecimiento, China. Míéxico tambiíén ha podido pasar una serie de reformas que sientan las bases para un crecimiento futuro estable", explica Agnes Belaisch, de Threadneedle.

Los retos que afronta Latinoamíérica, por tanto, son mucho más constructivos. "No estarán obligados a buscar formas para recortar los gastos y aumentar los impuestos y se podrán centrar en utilizar el gasto público para reducir la pobreza y la desigualdad, construir infraestructuras, mejorar la educación y la sanidad. Estas reformas deberí­an asegurar un crecimiento dinámico en los próximos años", añade Belaisch.

Una opinión con la que coinciden otros expertos. "Unos impuestos más bajos ayudarán a la innovación y a la inversión privada en el medio y largo plazo. Si el mundo desarrollado continúa elevando impuestos podrí­a tener un efecto negativo en la competitividad", explica Alex Gorra de BNY Mellon ARX, parte de BNY Mellon.

La recuperación económica mundial en marcha no se puede entender sin el tirón de las economí­as emergentes y todo indica que este reequilibrio de poderes se acentuará en los próximos años. En 2009 el crecimiento mundial retrocedió un 0,8%. Los paí­ses desarrollados fueron los principales culpables pues retrocedieron el 3,2% frente al 1,3% de los emergentes, según datos del FMI.

Las expectativas para este año indican que el motor de la economí­a mundial volverán a ser los emergentes pues se estima que crezcan el 3,3% frente al 2,1% de los paí­ses desarrollados, y precisamente el área que incorpora a Latinoamíérica se prevíé que crezca el 3,7%, según el FMI.

"El consumo domíéstico en prácticamente todos los paí­ses latinoamericanos deberí­a continuar mejorando, tirando así­ del crecimiento económico. Además, la demanda de materiales y la recuperación de China deberí­a ser beneficiosa para la región", explican desde Schroders.

Y es que según explica Nomura en un informe reciente el crecimiento de China se ha convertido en el principal motor de crecimiento de Latinoamíérica. El gigante asiático, por ejemplo, es el principal destino de las exportaciones de Brasil, incluso por encima de Estados Unidos. Y las materias primas suponen el grueso de las exportaciones hacia Asia. Según Nomura el 76% de las exportaciones de Chile a China son cobre y derivados. Para Colombia el 90% son hierro en lingotes y otros metales. En Perú el cobre y otros metales suponen el 47% y el 31% alimentos para animales, mientras que el 74% de las exportaciones de Brasil son soja y derivados, mineral ferroso y petróleo.

La liquidez a nivel global tambiíén juega a favor de la región. "Esperamos que las condiciones monetarias en los paí­ses desarrollados sigan siendo laxas durante 2010 y la liquidez global probablemente favorecerá el flujo de capitales hacia Latinoamíérica", argumenta Christian Tegllund Blaabjerb, estratega jefe de renta variable de Saxo Bank.

Los expertos, reconocen, eso s, que la inversión en Latinoamíérica no está exenta de peligros. "Uno de los riesgos para la región es que el deterioro fiscal continúe y empeore por el calendario electoral. Dicho esto vemos la región con optimismo", añade Tegllund. Este año las citas electorales serán abundantes. Brasil celebrará elecciones presidenciales, Venezuela tendrá elecciones legislativas, en Míéxico los comicios locales tomarán protagonismo y en Colombia tambiíén se celebrarán elecciones presidenciales.

Las presiones inflacionistas son otra amenaza a vigilar pues al igual que han empezado a aumentar en China, en otros paí­ses como Brasil o Míéxico estas expectativas tambiíén han empezado a repuntar, según explica Citi en un informe de estrategia reciente.

El papel de EE UU en la recuperación económica es otro factor a vigilar. "El principal riesgo para los mercados de la región es una recuperación mayor de lo esperada por parte de EE UU y un fortalecimiento del dólar que se viera acompañado de subidas de tipos de interíés en algunos paí­ses latinoamericanos", añaden desde Schroders.

Factores que podrí­an desatar tomas de beneficios a corto plazo dado el buen comportamiento de estos mercados en 2009. El í­ndice MSCI Latinoamíérica subió el 98% el pasado ejercicio frente al 27% del MSCI World, mientras que en lo que va de año cae casi el 3% frente al retroceso cercano al 1% del í­ndice global.

En cualquier caso, los expertos reconocen que una vez que la recuperación económica se estabilice la caí­da de la aversión al riesgo deberí­a beneficiar a la región. "Los emergentes en general y Latinoamíérica en particular se deberí­an beneficiar cuando el apetito por el riesgo de los inversores aumente. La región deberí­a experimentar un fuerte crecimiento en 2010 y esto unido a lo que consideramos valoraciones atractivas deberí­a traducirse en retornos positivos para los mercados", añade Will Landers, de BlackRock.

Entre los mercados preferidos para este año resalta Brasil. Las fuertes perspectivas de crecimiento que se manejan para el paí­s -el FMI espera que el PIB aumente el 4,7% este año-, la fortaleza del consumo interno y su buena situación fiscal son sus principales bazas. Míéxico genera más incertidumbre pero empieza a ganarse el favor de los analistas al ser un claro beneficiario de la recuperación de EE UU. La principal duda la generan unas valoraciones más ajustadas. Dentro de los mercados más pequeños destaca Perú, uno de los mejores mercados en enero, por las buenas perspectivas económicas, mientras que en Colombia pesan mucho los interrogantes electorales.

La opción de la deuda emergente
Ganar exposición a los paí­ses emergentes para apostar por el reequilibrio de poderes a nivel mundial parece una decisión lógica en los tiempos que corren. Todo gestor que se precie destina ya una porción de su cartera a este tipo de inversiones, y para muchos apostar por la deuda de los paí­ses en ví­as de desarrollo es una manera de explotar esta idea de forma menos arriesgada que a travíés de una inversión en Bolsa. Por tanto, la compra de deuda de paí­ses latinoamericanos es una de las apuestas de muchas firmas para ganar exposición a Latinoamíérica, especialmente dadas las expectativas de inflación y tipos que se manejan para este año.

"En 2010 la manera más atractiva de invertir en Latinoamíérica es a travíés de deuda en moneda local. Las sólidas perspectivas de crecimiento de la región atraerán capital, lo que servirá de soporte a las divisas. Además, los bancos centrales no subirán los tipos de interíés tanto como esperan los mercados porque no se querrán arriesgar a restringir la polí­tica monetaria cuando el resto del mundo sigue sufriendo", explica Agnes Belaisch, de Threadneedle. Según esta experta, en un mundo con un crecimiento por debajo de potencial y demanda díébil como el actual la inflación no se convertirá en un problema para este tipo de inversiones. "Un contexto de significante apreciación de las divisas y de caí­da de las rentabilidades de la deuda local hace que la creación de una cartera de bonos en divisa local resulte extremadamente atractivo", añade. "Brasil, Perú y Colombia son atractivos para los inversores. Incluso paí­ses de alto riesgo como Argentina y Venezuela pueden ofrecer oportunidades interesantes pues muchos inversores no conocen bien los riesgos y los precios no se corresponden con la realidad".

Una idea que comparten otros expertos. "La crisis de deuda que viven ciertos paí­ses desarrollados supondrá una llamada de atención y llevará a muchos inversores de renta fija a pensar sus estrategias de inversión. Esto puede implicar que los paí­ses emergentes se entren en sus apuestas", añade Christian Tegllung, de Saxo Bank.

Chile sobrevive al terremoto
Los destrozos que ha causado en Chile el terremoto de 8,8 grados en la escala de Ritcher, así­ como las diversas ríéplicas y los tsunamis que han azotado el paí­s apenas han impactado en el mercado. La Bolsa chilena ha caí­do el 0,9% esta semana y en el año acumula una subida del 6%. La noticia es mala pues los recursos que se deberán destinar a la reconstrucción de las zonas devastadas retrasan la implantación de las reformas prometidas por el nuevo gobierno. Pero el mercado parece interpretar que el efecto será pasajero. "Los efectos se harán sentir principalmente en el crecimiento del primer y del segundo trimestre del año, lo que retrasará parte de la recuperación que esperábamos para la segunda mitad del año. Al igual que con el crecimiento, pensamos que los terremotos tambiíén tendrán un efecto temporal en la inflación por lo que no hay una implicación clara en la polí­tica monetaria", explica Barclays.

En cuanto al impacto en las materias primas tampoco se espera que sea excesivo a pesar de que Chile es el mayor productor de cobre del mundo. Goldman Sachs, avisa, eso sí­, que los cortes en el suministro elíéctrico sí­ suponen un riesgo para la producción y, por consiguiente, los precios, especialmente si se tarda más de lo previsto en restablecer el servicio. El cobre subió esta semana un 5,7%.