Los comisarios deportivos del Gran Premio de Malasia han solicitado un informe verificando la solidez de las suspensiones, para no considerarlas "peligrosas", tras haber escuchado los comentarios del jefe del equipo Red Bull, Christian Horner, del diseño de Adrian Newey y del director deportivo Jonathan Wheatley. Según el artículo 2.3 del reglamento tíécnico de la Fórmula Uno los comisarios pueden excluir un coche cuya construcción pueda ser considerada peligrosa.
Christian Horner ha manifestado que ha sido "una rótula de un brazo de la suspensión que habíamos montado nuevo despuíés de Melbourne. Hemos hecho unos 10.000 kilómetros de pruebas con este componente y se puede ver que han sido los adhesivos los que han fallado, todo parece indicar que ha sido un error humano".
Por su parte Adrian Newey ha comentado que "el problema que hemos tenido se conoce como mortalidad infantil y ocurre cuando un adhesivo endurecedor no se prepara de forma adecuada y por eso la pieza nueva se ha roto inmediatamente".
Bourdais multado
Por otro lado, el francíés Sebastien Bourdais de la escudería Toro Rosso-Ferrari, ha sido multado en dos ocasiones por los comisarios deportivos del Gran Premio de Malasia, por exceso de velocidad en la calle de boxes en la sesión de la mañana. La primera vez fue multado en la primera ocasión en la que se se incorporaba a la pista al rodar a 64,5 km/h., la limitación es de 60 km/h., con 1.000 euros, y diez minutos despuíés, cuando regresaba de dar sus primeras vueltas, con otros 3.000 euros por ir a 64,9 km/h. Esto, hay que achacárselo al equipo, que había regulado mal el limitador de velocidad.