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Autor Tema: SOS ignoró un informe de PwC que triplicaba el valor para su ampliación  (Leído 351 veces)

Eguzki

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La ampliación de capital puesta en marcha por el grupo SOS amenaza con agravar el conflicto existente en el capital de la empresa entre las cajas de ahorros y el resto de accionistas: los hermanos Jesús y Jaime Salazar, Daniel Klein y el inversor de origen árabe Mansour Ojjeh. Hoy SOS presentará una propuesta a creedores para rebajar la deuda en 500 millones de euros.


De acuerdo con la documentación a la que ha tenido acceso este periódico, el consejo del grupo ignoró un informe de PricewaterhouseCoopers (PwC) que fijaba el valor de los tí­tulos para la ampliación en 4,8 euros, más del triple del finalmente establecido y con una posibilidad de mejora incluso hasta los 5,58 euros por acción.

Ese primer informe fue encargado por Javier Merino, director de gabinete de la dirección general de Caja Granada, pero contaba con el visto bueno tanto de CajaSol, Unicaja y Cajasur, como del equipo gestor. A la vista del mismo, el consejo de administración de SOS decidió optar sin embargo por los servicios de la firma Atlas Capital, que realizó una nueva valoración y estableció el precio en 1,5 euros, casi un 70% menos.

Las claves del informe
El informe emitido por PwC está firmado por Miguel Sanjurjo y tiene fecha de 9 de marzo de 2010. Para su elaboración, la firma contó con la colaboración del presidente de SOS, Mariano Píérez Claver, que facilitó además el plan de negocio establecido por la compañí­a hasta el año 2013, fecha en la que, de acuerdo con sus previsiones, se alcanzarí­a una facturación de 1.558 millones de euros y un EBITDA (resultado bruto operativo) de 156 millones.

Las cajas no tuvieron en cuenta este informe porque les interesaba un precio mucho menor en la ampliación para poder tomar el control.

La operación, que tiene que ser aprobada en la junta de accionistas el próximo jueves, contempla una primera reducción de capital para compensar las píérdidas, y dos ampliaciones posteriores. La primera, por un importe de 60 millones, va dirigida en exclusiva a las cajas, permitiíéndoles intercambiar deuda por acciones a travíés de un críédito participativo. A las cajas les interesaba un precio lo más bajo posible para poder hacerse con el mayor número de tí­tulos.

Posteriormente, se realizará una segunda ampliación, a la que en principio podrá acudir cualquier inversor mediante aportaciones dinerarias, por un importe total en efectivo de 112,18 millones de euros. Los analistas consultados por este periódico advierten, sin embargo, que "esta opción es muy poco atractiva para cualquier inversor externo puesto que entrarí­a con una posición totalmente minoritaria y sin ningún tipo de influencia ante la mayorí­a de las cajas".

Mientras tanto, SOS está a punto de cerrar su principal frente de batalla: el de la deuda. La compañí­a confirmó ayer que ha alcanzado un principio de acuerdo con el steering committe -los representantes del sindicato bancario, encabezado por Rothschild- para refinanciar su deuda, que supera los 1.400 millones de euros, reduciíéndola hasta 550 millones en 2016.

Aprobación pendiente
El acuerdo, que contempla nuevas ampliaciones de capital para convertir las preferentes, deberá ser aprobado, sin embargo, por todas las entidades financieras. Ayer, la empresa confirmó además a la CNMV que, tal y como habí­a adelantado elEconomista el pasado 29 de abril, la venta del arroz ha quedado congelada, algo que desmintió ese mismo dí­a al regulador.

"En el aspecto de desinversiones, la propuesta a las entidades sólo incorpora las ventas del Proyecto Tierra y de otras participadas de carácter menor, excluyendo de la misma la venta del negocio del arroz y de los activos inmobiliarios".

Ayer concluyó asimismo el plazo para suscribir la tercera oferta que Nueva Rumasa lanzó por la alimentaria a 3,5 euros por tí­tulo y que mejoraba las condiciones de sus propuestas iniciales. Al margen del precio y de no lanzar una opa para alcanzar la mayorí­a, el problema fundamental es que la familia Ruiz-Mateos ofrece pagar un 10% a la ejecución del acuerdo y el 90% restante en diez anualidades. Los inversores no han secundado la propuesta.