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Autor Tema: El pleno empleo ha traí­do una deuda impagable y una población activa inocupable  (Leído 400 veces)

Scientia

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Niño Becerra: "El pleno empleo ha traí­do una deuda impagable y una población activa inocupable"

fuente: elEconomista.es

"España está peor de lo que nos dicen"
Seguro que conoce alguna persona, puede que incluso a muchas, con elevada cualificación: una o varias carreras, master, idiomas... y que sin embargo desempeña una profesión que está muy por debajo de su formación. Es el llamado subempleo. Pero aunque parezca que hay que erradicarlo, según el economista Santiago Niño Becerra, las medidas que se tomaron en el pasado para hacerlo han dejado una herencia nefasta.

El catedrático de la Universidad Ramón Llull de Barcelona explica en en La Carta de la Bolsa que el mercado de trabajo español está marcado por el "subempleo, subremuneración, en todos los casos precariedad, inadecuación del desempeño profesional con la formación obtenida", enumera.

Niño Becerra parafrasea a la economista Joan Violet Robinson, que en su obra Essays on the Theory of Employment, publicada en 1937 afirmaba que "si no existiese ningún sistema regular de subsidios de paro (o "de ayuda a los pobres que sea preferible al suicidio", matiza el economista), un hombre que se quede sin trabajo debe ganarse la vida como sea".

Por lo tanto, "salvo en condiciones peculiares, una caí­da de la demanda efectiva que reduce, a su vez, la oferta de empleo en las industrias establecidas, no conducirá al desempleo en el sentido de la inactividad total, sino que obligará a los desempleados a llevar a cabo diversas actividades", explicaba la autora. Es lo que se conoce como subempleo.

Sin embargo, el economista considera que esto no debe confundirse con el desempleo encubierto.

La envenenada herencia de la Gran Depresión
Según Niño Becerra, para superar la Gran Depresión, se pusieron en práctica las medidas pensadas por keynesianos como Robinson, para acabar con la "lacra" del subempleo a las puertas de una crisis sistíémica.

Pero el cambio sistíémico que trajo nuevo modelo fue en la dirección apuntada: "acabar con el subempleo, y a partir de ahí­ en lo que hemos acabado: otra crisis sistíémica generada por la evolución de los remedios que entonces se pusieron en marcha para salir de aquella crisis".

Es cierto que con las medidas adoptadas se llegó al pleno empleo para crecer al mayor ritmo posible lo más alto posible, "pero las consecuencias han sido una deuda impagable, dependencia de un críédito que ya se ha agotado, armarios repletos de cadáveres financieros, desperdicio de recursos, y una población activa inocupable", lamenta Niño Becerra.

Se ha creado una legión de ciudadanos que han vivido por encima de sus posibilidades y alimentado una burbuja, o una serie de burbujas, de las que ahora pagamos los platos rotos.



Ricky33

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        A inventarse palabras..INOCUPABLE¡¡¡...Cenizo más que cenizo,deja de meter miedo al personal.