Vuelven los movimientos corporativos y con ellos, un revulsivo para las bolsas. Más de 20 gigantes mundiales están repletos de dinero. Conozca su artillería.
La guerra corporativa ya ha comenzado. Y en verano hemos visto un anticipo de ella. Sólo en el mes de agosto las empresas han lanzado ofertas de compra por más de 200.000 millones de euros, el mayor volumen mensual desde que comenzó la actual crisis crediticia con la quiebra de Lehman Brothers en 2008. La minera británica BHP quiere comprar de forma hostil a la canadiense Potash; la empresa de impresoras HP ha querido atacar a su competidor Dell pujando por la compañía de ordenadores 3Par, la británica International Power finalmente ha aceptado fusionarse por la francesa GDF Suez... í‰stos son sólo tres ejemplos de la batalla a la que se pueden someter los mercados en los próximos meses, porque las sociedades tienen su munición a punto para disparar.
Y es que algunas empresas han aprovechado la crisis crediticia para reestructurarse internamente, recortar sus costes y rearmarse financieramente ante las posibles oportunidades que pudiesen surgir. Esto ha permitido que más de 20 gigantes mundiales estíén repletos de dinero y quieran aprovecharlo para hacer adquisiciones que les permitan crecer internacionalmente y ganar cuota de mercado. Sobre todo, ahora, momento en el que las compañías cotizan con descuentos de más de un 20 por ciento sobre sus valoraciones medias de la última díécada.
"Las grandes compañías con excedentes de capital están planteando las operaciones para diversificar sus negocios, adquiriendo sociedades que ofrecen actualmente grandes descuentos en bolsa en relación a su valor potencial", explica Juan Josíé Fernández Figares, director de análisis de Link Securities.
Una financiación interesante
Además, a esta positiva situación bursátil se une un entorno de bajos tipos de interíés, que se encuentran en un nivel históricamente bajo, lo que facilita el desarrollo de este tipo de transacciones en el mercado. "Los bajos tipos de interíés permiten que las empresas que obtienen financiación consigan retornos muy interesantes con sus compras, sobre todo, en un entorno de mercado como íéste", relata Pedro Sastre, analista de Banca March.
Todos estos factores están creando el clima idóneo para que la disputa corporativa estíé servida. Sin embargo, ¿quíé empresas son las afortunadas para poder comenzar la ofensiva? En Estados Unidos existen varias, sobre todo, si se mira el sector de telecomunicaciones y tecnología. Por ejemplo, el fabricante de ordenadores Apple cuenta con una tesorería superior a los 35.500 millones de euros, un 20 por ciento de lo que vale en el parquíé y más de dos veces el beneficio operativo estimado para este año.
Con todo este dinero, esta compañía, que puede duplicar sus resultados hasta los 14.764 millones de ganancia bruta este año, prácticamente sólo tiene tres opciones frente a sus inversores: realizar alguna adquisición que le aporte valor, dar dividendo -Apple no ha retribuido nunca a sus inversores- o amortizar parte de capital.
Una situación que bien sabe Microsoft, que posee casi 24.000 millones de euros de caja. En plena crisis el fabricante de software ha seguido incrementando su remuneración más de un 10 por ciento cada año, hasta los 0,52 dólares por acción actuales. Este gigante mundial es tal generador de caja que es capaz de crear casi 2 euros por acción de valor en 2010. Por ello, los expertos consideran que podría mover ficha ante los constantes movimientos corporativos que se están viendo en el sector.
De hecho, Intel puede dar fe de ello. Antes del verano, el fabricante estadounidense de microprocesadores contaba con más de 7.000 millones de euros de tesorería, una posición de caja que le permitía mover ficha. Y no lo ha dejado escapar. En pleno mes de agosto ha sellado un acuerdo con la compañía de antivirus McAfee por 7.680 millones de dólares en efectivo, lo que representa una prima del 60 por ciento. Así, Intel cierra la mayor operación corporativa de su historia, una maniobra que le permitirá dar un ambicioso giro estratíégico al querer integrar el software de seguridad con microprocesadores.
Pero si hay que hablar de guerra corporativas, Dell no se puede escapar de los comentarios. Esta empresa, con más de 7.500 millones de euros en sus arcas, está en plena batalla con su competidor HP por hacerse con el control del proveedor tecnológico 3Par. Ya ha lanzado tres ofertas de compra y parece que la lucha todavía no ha terminado, puesto que HP tambiíén tiene munición para este ataque.
Hay que tener en cuenta que esta sociedad encaja con su nueva estructura de negocio para ambas, porque les permitiría diversificar sus fuentes de ingresos y reducir la dependencia que ahora tienen de otros segmentos más tradicionales relacionados con el hardware, especialmente los ordenadores personales y servidores.
Sin salir de las empresas tecnológicas, en Europa tambiíén aparecen gigantes que pueden mover ficha, como es el caso de Nokia, que acaba de fichar como presidente al ex director de negocio de Microsoft, Stephen Elop . "Dentro del sector tecnológico, compañías como Nokia andan sobradas de caja. Algo harán con ella si no recompran acciones o suben el dividendo", comenta Javier Ruiz, gestor de Metagestión. Y es que esta empresa, con una tesorería de más de 4.000 millones de euros -supone más de un 15 por ciento del valor en el parquíé-, ha mantenido una política de retribución conservadora, que podría marcar este año un punto de inflexión, como ya reflejan los analistas en sus informes.
Por último, hay que tener en cuenta que se pueden ver algunos movimientos en el sector farmacíéutico y en el automovilístico. En el primer caso, porque las compañías poseen una gran cantidad de dinero, pero el vencimiento de las patentes va a mermar con fuerza sus cuentas. En el segundo caso, la reestructuración del sector ha provocado que las empresas más grandes se encuentren en una posición privilegiada para poder crecer a escala global.