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Autor Tema: La victoria de Gómez debilita el liderazgo de Zapatero en el PSOE  (Leído 264 veces)

Eguzki

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El secretario general del Partido Socialista de Madrid vence a la candidata de Ferraz y Moncloa, Trinidad Jimíénez, con el 51,6% de los votos. El presidente Josíé Luis Rodrí­guez Zapatero sale debilitado.

Golpe al liderazgo de Zapatero en el PSOE. El secretario general del Partido Socialista Madrileño (PSM), Tomás Gómez, se alzó anoche con la victoria en las primarias en las que se enfrentó a la ministra de Sanidad, Trinidad Jimíénez, la apuesta personal del presidente del Gobierno. Gómez se ha convertido así­, de forma contundente, en el candidato del partido a las elecciones regionales del próximo 22 de mayo, con un 51,66% de los votos de los militantes, frente al 47%de apoyos que recibió Jimíénez.

La intención del lí­der del Ejecutivo de presentar a su candidata en Madrid se lleva su segundo y definitivo revíés. Esto podrí­a pasarle factura a Zapatero. Se trata de una de las primeras ocasiones, si no la primera, en que no se impone el criterio del presidente, lo que se podrí­a volver en su contra, ya que la vieja guardia socialista no está de acuerdo con muchas de las decisiones de la actual cúpula de Ferraz, y aprovecharí­an este varapalo para elevar la voz y el nivel de crí­tica interna.

Sin embargo, Gómez no citó en su discurso a Zapatero, ni para bien ni para mal. Eso sí­, tendió lazos con Trinidad Jimíénez. El vencedor aseguró que la derrotada “es una rival formidable” y que “las ilusiones y esperanzas” de lo que le han otorgado el apoyo a la ministra de Sanidad “no quedarán huíérfanas”. Sin hacer referencia a las luchas internas, Gómez se limitó a dar por hecho que arrebatará el liderazgo en Madrid a Aguirre y a agradecer los apoyos de los militantes durante toda la campaña. En referencia velada a la actual presidenta de Madrid, el candidato socialista prometió “poner lo público al servicio de los ciudadanos” y conformar un Gobierno en el que los ciudadanos “puedan encontrar una verdadera esperanza”.

La derrotada
Jimíénez, que tampoco mencionó explí­citamente a Zapatero, devolvió los parabienes, brindándole a Gómez su apoyo para “poner fin a los 16 años del PP en la comunidad”. La ministra aseguró que el ganador de las primarias es su candidato, porque así­ lo que han dicho en las urnas los socialistas madrileño”. Dejando atrás los enfrentamientos registrados durante la campaña, Jimíénez, que tuvo que interrumpir su discurso de la derrota emocionada, le ofreció al secretario general del PSM su “apoyo y trabajo”.

El contexto de fíérrea pugna interna que ha salpimentado las primarias ha dado alas y, sobre todo, popularidad, a Gómez. Ahora emerge como figura polí­tica dentro del partido, tras ganarle el pulso al presidente. De hecho la historia del fracaso de Ferraz comenzó con la negativa del ex alcalde de Parla a cederle el paso a Jimíénez, como pretendí­a imponerle Zapatero. Así­, Gómez forzó la convocatoria de unas primarias que Zapatero no deseaba. Y anoche se consumó el golpe de gracia: finalmente los militantes decidieron que el actual secretario general del PSM es el candidato idóneo para enfrentarse a Esperanza Aguirre, que tiene una mayorí­a absoluta holgada en la región.

Para nada han servido las encuestas esgrimidas desde el aparato nacional, en las que Jimíénez tení­a más posibilidades de desbancar del Gobierno regional al Partido Popular. Zapatero no ha ocultado en todo este tiempo que su preferida era la ministra de Sanidad, pero tambiíén ha dejado claro que quien ganase serí­a su candidato y que todo el partido deberá arroparle.

Pero el presidente del Gobierno se rindió a la evidencia y felicitó anoche, personalmente, al secretario general del PSOE, Tomás Gómez. Esperanza Aguirre hizo lo propio.

Deberes para el futuro
Las primarias de ayer han puesto al descubierto ciertas deficiencias y lagunas que el PSOE ya ha apuntado como “deberes” para el futuro si, de nuevo, se reproducen este tipo de elecciones internas. Uno de los puntos más políémicos ha sido la ausencia de debates entre los dos aspirantes, una posibilidad que los Estatutos del PSOE no contemplan, pero que tampoco prohí­be; lo que llevó al secretario general del PSM, Tomás Gómez, a defender un encuentro de este tipo con su adversaria, Trinidad Jimíénez. Asimismo, las primarias han dejado una sensación agridulce en cuanto a la disponibilidad de recursos y de financiación para los aspirantes.