Telefónica ha recibido el respaldo de la bolsa a la compra de Vivo, por la que finalmente pagó 7.500 millones de euros. Ha subido casi un 15% desde el acuerdo con Portugal Telecom y ha convencido de tal manera a los inversores que el Norges Bank Investment Management (NBIM), el segundo fondo soberano más grande del mundo, ha elevado su participación hasta el 2% del capital. Este paquete supone una inversión de unos 1.770 millones.
De esta manera, el fondo de pensiones del gobierno de Noruega ha pasado a ser uno de los mayores inversores extranjeros de la multinacional española, tras una serie de movimientos de compra y venta a lo largo del año. A finales de 2009, NBIM controlaba el 1,7% del accionariado de Telefónica, tras aumentarlo desde el 1,23%. Tambiíén era dueño del 1,6% de Banco Santander.
El fondo, que administra 341.800 millones de euros, tenía invertidos 12.768 millones de coronas noruegas (1.563 millones de euros) en el grupo financiero y 12.554 (1.553 millones de euros) en la operadora a 31 de diciembre del pasado ejercicio. Pero en marzo de este año, ambas compañías habían desaparecido del listado de las diez mayores inversiones del fondo en renta variable. De hecho, había tres empresas en este selecto grupo de elegidas con apuestas inferiores a los 11.800 millones de coronas, 1.450 millones de euros, prueba evidente de que los gestores del fondo soberano habían desecho posiciones en Telefónica y Santander.
Más aún, al cierre del segundo trimestre, últimos datos oficiales, NBIM había reducido drásticamente su exposición a la bolsa española, presa del pánico que supuso la exigencia de la Comisión Europea y de Estados Unidos de poner en marcha un duro plan de ajuste. La prima de riesgo alcanzó máximos históricos. Los gestores rebajaron la inversión en ambas multinacionales por debajo de los 10.000 millones de coronas, 1.200 millones de euros.
Sin embargo, desde junio en adelante, el fondo de pensiones del Gobierno escandinavo ha vuelto a poner parte de su ingente cartera en Telefónica. Ya tiene el 2% del capital, lo que supone una apuesta a precios de mercado de 1.770 millones de euros. Por tanto, al menos, en el tercer trimestre del año ha invertido 600 millones adicionales para convertirse en uno de los mayores accionistas institucionales del grupo español.
Por encima están BBVA y La Caixa, con paquetes del 6,9 y del 5%, respectivamente, los dos con presencia en el consejo de administración. Por detrás se sitúan los fondos de Blackrock, BNP Paribas y Santander, con participaciones que oscilan entre el 2,5 y el 3%, según datos de la CNMV. Fuentes oficiales de NBIM han indicado que no es política de comunicación comentar las inversiones en curso. El fondo tenía repartido sus 341.800 millones de euros entre bolsa, un 59,6% del total, y renta fija, el 40,4% restante. En el segundo trimestre del año, la cartera de renta variable se redujo en 8.800 millones, al perder un 9,2% de su valor, mientras que el protfolio de bonos y obligaciones se elevó en 11.600 millones, al mejorar su rendimiento un 1%.
La apuesta del fondo noruego coincide en el tiempo con la venta del 5% de la filial brasileña de Santander al fondo Qatar Holding por casi 2.000 millones de euros. Una operación que se produce apenas unas semanas despuíés de que Repsol haya vendido un 40% de su subsidaria tambiíén brasileña a la compañía pública china Sinopec por 5.200 millones de euros.
