La dificultad para encontrar un empleo está haciendo que muchos jóvenes opten por coger las maletas y buscar un futuro fuera de nuestras fronteras. Alemania, con un programa de colaboración específico para reclutar españoles, no es el único destino y Reino Unido ya se hace eco del "íéxodo".
En concreto, el diario británico The Guardian dedica un artículo para retratar la realidad de muchos españoles, que han aterrizado en Reino Unido con la esperanza de encontrar "mejores oportunidades" laborales.
Como en los años 60
La intensidad con la que se están decantando por esta alternativa es tal que, según indican, el número de españoles viviendo en el extranjero ha crecido un 20% en los últimos tres años y ha alcanzado niveles de la díécada de los 60, cuando dos millones de personas salieron de España para trabajar.
La cifra exacta es complicada de calcular, indica el rotativo británico, aunque según explica el número de españoles que iniciaron los trámites a travíés de los consulados se incrementó en unos 100.000 a cierre de 2010, y muchos más se movieron sin pasar este trámite.
"Soy sólo uno de los muchos jóvenes que se han visto forzados a tomar esta decisión", señala al Guardian el periodista Nacho Luna. "Es duro, pero no quiero formar parte de lo que algunos ya llaman la generación perdida", añade. El FMI advierte de una generación perdida de jóvenes que sufrirán toda su vida.
En España, la tasa de paro juvenil supera el 40% del total de la población activa, una situación que según señalaba el propio presidente del Gobierno, Jose Luis Rodríguez Zapatero, el pasado mes de enero,"va a ser durante un tiempo el principal problema de nuestro país".
Características específicas
Volviendo a la díécada de los 60, se observan una serie de características específicas en los emigrantes de hoy en día que les diferencian de sus 'abuelos'.
Para empezar, la mayor parte de los que se desplazan buscando un trabajo son licenciados o diplomados, con una mayor preparación. Hace cincuenta años, los españoles se emplearon fundamentalmente en "fábricas y restaurantes", explica The Guardian, mientras que ahora pueden aspirar a puestos de mayor cualificación.
Otra diferencia con respecto a los años sesenta se puede observar en los billetes de avión que compran los nuevos emigrantes. Ahora, los destinos clásicos en Europa, como Alemania o Francia, rivalizan con otros "más lejanos", como EEUU. Incluso economías emergentes como Brasil y otros países de Latinoamíérica están recibiendo cada más españoles.
En algunos casos, se puede extraer una tercera diferencia: las ganas de regresar a España. "Los sueldos, el horario, las condiciones y las oportunidades de mejorar en tu carrera son muchísimo mejores aquí", señala Paula Mestre, que trabaja como consultora de TI en Edinburgo. "No pienso en volver. ¿Para quíé iba a hacerlo? ¿Para apuntarme a la lista del paro?", añade.
