Grecia está más cerca de conseguir el dinero del segundo rescate aprobado en julio por Europa, pero los mercados empiezan a sugerir que la ayuda no será suficiente y los bonos helenos continúan su caída sin freno, porque, pese al visto bueno que ha dado hoy Alemania, la ayuda se retrasa. Atenas está al borde de la quiebra y necesita el dinero en septiembre.
"Si bien esperamos que todas las medidas sean aprobadas con el tiempo, cualquier retraso en el proceso, o indicio de riesgo, puede perturbar más a los mercados", explicaron en un reporte los analistas de Bank of America Merrill Lynch.
El interíés que los inversores exigen a los bonos a 10 años se ha disparado hasta el 20%, su nivel más alto desde que existe el euro. La rentabilidad de la deuda griega no para de subir, en agosto se disparó un 19% y en lo que va de mes ha sumado otro 9%. Los títulos griegos no encuentran mercado y tienen la calificación de ‘bono basura’.
Los bonos a 2 años tambiíén se han precipitado y su rendimiento ha subido hasta el 50% esta mañana, marcando así un nuevo ríécord, tras los máximos del 25 de agosto, cuando superó el 43%. Las notas a 5 años se mantienen en torno al 21%.
La evolución de los bonos helenos contrasta con la alegría que viven hoy las bolsas y con la subida de la deuda española o italiana, despuíés de que el Tribunal Constitucional alemán haya ratificado la participación del país en el rescate.
Ahora hace falta resolver la participación de Finlandia. El país nórdico ha atascado la puesta en marcha del segundo paquete de ayuda al exigir garantías a cambio de poner dinero para salvar a Grecia. En las últimas semanas se han intensificado los contactos y las presiones para que Helsinki desbloquee el rescate a Grecia.
Otro asunto pendiente para avanzar en la resolución de la crisis de deuda es la puesta en funcionamiento del fondo europeo de estabilidad, aprobado tambiíén en julio, dotado con 440.000 millones y que debería estar ya activo este otoño.
Por otra parte, Grecia debe cumplir con el plan de ajuste presupuestario y las reformas económicas a las que se ha comprometido para recibir la ayuda
