¡Un mundo de mentiras!
En los últimos meses tanto los políticos como los que controlan los mercados financieros, mienten y mienten de una forma tan descarada como inaudita.
Aquellos acontecimientos que tan increíbles nos resultaban cuando George Orwell escribió su ya mítico “1984†están ya presentes, o mejor, omnipresentes, en la vida cotidiana de los ciudadanos. Los gobernantes dicen que no hay crisis mientras se incrementa el paro en cientos de miles de personas y suspenden pagos o cierran muchas empresas.
En el mundo bursátil, los analistas y profesionales hablan de tendencia lateral, de potencial de revalorización y de mil gaitas, que asombrosamente entretienen y aún convencen a miles de pequeños y medianos inversores.
Algunos tienen la desfachatez de seguir recomendando comprar determinados valores, de los que dicen tienen un alto potencial de revalorización. ¡Mentiras y más mentiras!.
La brutal manipulación que observamos en la Bolsa de New York cada día, especialmente en su emblemático Dow Jones, pasará factura tarde o temprano, y será gorda, ¡muy gorda!.
Esos sacos de dinero con los que se está interviniendo el mercado neoyorkino para que no se desplome definitivamente, alguien los tendrá que pagar algún día. Nosotros ya suponemos que serán los de siempre. Osea: ¡los pequeños y medianos inversores!.
El Dow Jones está queriendo bajar, pero los sacos y sacos de arenosos dólares se lo impiden, es de suponer que con lo está lloviendo y todavía lloverá, la riada lo arrastrará todo. ¡Solo hay que sentarse a esperar el tiempo necesario!.
En cuanto a nuestro querido y pequeño mercado local, poco hay que decir a no ser más de lo mismo:
Continua la manipulación del Ibex35, índice que con tan solo cinco valores sube o baja a voluntad. Todo sigue como en el año 2007, -más o menos- y así seguirá hasta que New York toque retreta y todos los mercados finalicen las caídas. Pero nos tememos que para este toque final faltan muchos meses.
Esperemos que algunos de los pequeños y medianos inversores guarden su dinero para cuando finalicen las bajadas y no lo tiren por el camino, tal como suele suceder.
De momento no detectamos gangas y si todo va como esperamos, tendrán que pasar muchos meses para que esto sea palpable en el mercado.
Los prestidigitadores bursátiles están hundiendo la Bolsa española mientras los medios de comunicación y miles de pequeños bolsitas no se lo creen y hacen cábalas sobre tal o cual valor.
En repetidas ocasiones hablamos de que la actual situación recuerda a la de mediados de los años setenta y si esto es así, ¡a las Bolsas les queda mucho camino hacia abajo!.
Será indiferente que el Ibex35 baje al 11.000 al 10.000, al 8.000 o al 7.210, si para aquellas fechas ya están sin dinero el 90 % (el noventa por cien ) de los inversores.
Vemos que valores como Gamesa, Grifols, Gas Natural, Banco Santander, Prosegur, Tíécnicas Reunidas, Red Elíéctrica, etc., etc. aún se mantienen en máximos o muy cerca, lo cual nos indica que aún no han comenzado su inevitable y largo viaje a casa. Simplemente lo están aplazando por voluntad de los manipuladores del mercado.
No se preocupe por los rebotes, ¡los habrá!. ¡Cómo no!. Ya ha visto como, en los últimos dos dias han subido la bolsa en vertical, ¡nada menos que un 3´25 %!. El teatro seguirá abierto mientras haya público y pague la entrada. La Bolsa “no bajaráâ€, y tendrá tendencia “lateralâ€. Lo único que caerá en picado será el dinero de su bolsillo.
Con el petróleo llevan 30 años diciíéndonos que se está acabando. La inflación la tienen desbocada. Y en la dorada Europa de las libertades sociales, han aprobado la semana laboral de 65 (sesenta y cinco horas). Nos tememos que esto irá a peor mientras sigan las mentiras y el ciudadano no reaccione. Viendo como aplaude a los responsables de sus desgracias y como sigue participando en el actual ruinoso juego de la Bolsa, hay crisis para rato. ¡Tanto social como bursátil!.
Como nosotros nos equivocamos, pues no nos haga más caso de lo necesario, ¡y con los demás haga lo mismo!.
¡Haga lo que haga, gane dinero y sea feliz!.
Perderlo o vivir intranquilo, es algo tan poco inteligente, que no lo esperamos de usted.
Saludos y suerte en las inversiones: