Por... Andríés Oppenheimer
Un viejo chiste que escuchíé por primera vez hace más de 20 años en La Habana dice que los tres logros más grandes de la revolución cubana son la salud, la educación y la baja tasa de mortalidad infantil, y que sus tres fracasos más grandes son el desayuno, el almuerzo y la cena.
Ahora, un nuevo estudio del centro de estudios Brookings Institution, titulado "Tendiendo puentes: la nueva economía cubana y la respuesta internacional" , demuestra que dos díécadas más tarde y a pesar de los anuncios de reformas económicas del ríégimen de Raúl Castro, las cosas están igual de mal, o peor.
El estudio fue escrito por Richard E. Feinberg, un exfuncionario del gobierno de Bill Clinton que respalda una creciente cooperación de las instituciones financieras internacionales con Cuba, y que viajó a la isla y se entrevistó con funcionarios de gobierno, economistas y acadíémicos. Entre sus conclusiones:
- A pesar del aumento del turismo, algunas inversiones en minería y enormes subsidios de Venezuela, la economía cubana sigue en crisis. El principal obstáculo económico no son las sanciones comerciales de Estados Unidos, sino el anacrónico modelo económico de Cuba, heredado de la antigua Unión Soviíética y basado en la planificación central, dice el estudio.
- El ingreso promedio de Cuba es uno de los más bajos de Latinoamíérica: 448 pesos mensuales, o US$20 al cambio oficial. Los graduados universitarios buscan freníéticamente empleo como porteros de hoteles, camareros y otras ocupaciones con acceso a moneda extranjera, o tratan de emigrar, añade el informe.
- El ingreso per cápita medido como paridad de poder de compra de Cuba es de US$6.000 anuales. En comparación, el de la República Dominicana es de US$8.000, el de Brasil US$11.000, y el de Míéxico como en Chile y Uruguay, respectivamente, de US$14.000, según cifras de las Naciones Unidas.
- La producción industrial de Cuba está al 43 por ciento de su nivel de 1989, y se reduce al 10 por ciento de la fuerza laboral. Las exportaciones son irrisorias, entre US$3.000 millones y US$4.000 millones anuales, apenas por encima del subsidio petrolero de Venezuela a la isla.
- La deuda externa cubana es "alarmante". Según el Banco Central de Cuba, la isla debe US$8.900 millones, además de unos US$7.600 millones de "deudas congeladas" que no han sido reestructuradas en más de dos díécadas, afirma el estudio.
- Cuba ha estado intentando compensar estos problemas desarrollando industrias de servicios como el turismo, que ha crecido hasta registrar 2.5 millones de visitantes por año, y la exportación de míédicos a Venezuela por medio de programas gubernamentales de "petróleo por míédicos". El sector de servicios representa ahora el 81 por ciento de la economía de la isla, pero no alcanza para balancear el presupuesto, dice el estudio.
- Pese a las reformas económicas promercado recientemente anunciadas por Castro, incluyendo la posibilidad de comprar propiedades, la implementación de dichas reformas es lenta y errática por las disputas entre ortodoxos y reformistas dentro del ríégimen.
Mi opinión: Si la dictadura militar de Castro quiere ayuda del FMI, despuíés de díécadas de atacar a la institución, debería recibir un ofrecimiento de asistencia tíécnica.
Eso ayudaría a poner al día a los sectores reformistas dentro de la isla, y confirmaría el colosal fracaso de los octogenarios generales cubanos en todos los frentes. El viejo chiste que escuchíé en La Habana hace dos díécadas ya no funciona. Hoy, Cuba está mal por donde se la mire: no tiene ni buenos servicios sociales, ni desayuno, almuerzo y cena.