'Triple A': un coto que queda vedado a sólo cuatro países de la zona euro
por Pedro Calvo en El Economista
Antes del estallido de la crisis, allá por 2007, hacían falta los dedos de dos manos para contabilizar los países de la zona euro que poseían la mejor calificación crediticia posible, la anhelada triple A, por parte de las tres mayores agencias de rating del mundo: Moody's, Standard&Poor's (S&P) y Fitch. Desde ayer, y despuíés de que fuentes europeas y francesas confirmaran el tijeretazo de S&P, sobra con una mano para pasar revista a los europaíses AAA. Esta nota es ahora un coto vedado a sólo cuatro países: Alemania, Finlandia, Luxemburgo y Holanda.
Ayer se apearon Francia y Austria, como antes lo hicieron Irlanda y España, ambos descabalgados de la AAA en 2009.
Este parte de bajas certifica la profunda herida que la crisis de la deuda soberana está provocando en las finanzas públicas y en la fiabilidad de la región. Países que antes obtenían una matrícula de honor, como el irlándíés, incluso han tenido que recibir dinero para poder hacer frente a sus compromisos financieros. Es más, la eurozona no sólo ha perdido representantes triple A, sino que varios de sus socios han pasado a soportar una calificación de alto riesgo o basura, la que otorgan las agencias a los países menos fiables y con mayores probabilidades de impago. El caso más extremo es el de Grecia, al que las tres agencias conceden una calificación de ese tipo, pero Portugal e Irlanda tambiíén lo sufren -el primero por parte de Moody's y Fitch; el segundo por parte de Moody's-.
Hasta la fecha, sin embargo, los recortes habían quedado confinados a la denominada Europa perifíérica. Ayer, las rebajas alcanzaron por vez primera al núcleo, a Francia y Austria, en una nueva demostración de que el contagio sigue su curso y de que ningún europaís es inmune al impacto de la crisis soberana. En este sentido, el mercado había corrido más que las agencias. Lo reflejan las primas de riesgo de ambos países, medidas a travíés de la rentabilidad adicional que exigen los inversores a sus respectivos bonos a 10 años con respecto a los de Alemania. La prima de riesgo de Francia, que desde el nacimiento del euro en 1999 ha registrado una media de 17,5 puntos básicos -ó 0,175 puntos porcentuales-, asciende ahora a 131 puntos básicos, e incluso escaló hasta los 190 en noviembre. En el caso austriaco, su prima se sitúa en los 130 puntos básicos, cuando su promedio se limita a 24,7.
Un club menguante
Pero no sólo la eurozona está perdiendo miembros triple A. En el mundo tambiíén se trata de un club menguante, porque sólo ocho países más pueden presumir de atesorar esa nota: cinco europeos (Reino Unido, Dinamarca, Noruega, Suecia y Suiza), un norteamericano (Canadá), un asiático (Singapur) y uno oceánico (Australia).
La baja más sensible en esta lista ha sido la de EEUU. Ni siquiera la mayor economía del mundo ha salido airosa del veredicto de las agencias. Sus castigadas finanzas públicas provocaron que S&P recortara en agosto su calificación en un escalón, desde AAA hasta AA+. En el mercado, eso sí, ha pasado desapercibido. Antes de esa decisión, la rentabilidad de sus bonos a 10 años estaba en el 2,4 por ciento; ahora se limita al 1,85 por ciento.