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Autor Tema: ¿Hacia el crash bursátil?...  (Leído 337 veces)

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¿Hacia el crash bursátil?...
« en: Abril 01, 2012, 01:47:27 pm »
Por...  Germán Gorraiz López


La burbuja actual serí­a hija de la euforia de Wall Strett (y por extrapolación del resto de bolsas mundiales) tras los resultados de los llamados "test de estríés" de las entidades financieras llevadas a cabo por la Administración USA; de la llegada de pequeños y medianos inversores tras el estallido de la burbuja inmobiliaria y de la bajada espectacular de los rendimientos de Fondos de Inversión y Renta fija y en especial del regreso a los parquíés de los brokers especulativos a la caza de gangas virtuales tras el hundimiento del precio del petróleo y las commodities agrí­colas en el Bienio 2008-2010.
 
Gíénesis de la burbuja
 
Racionalidad limitada: La desconexión con la realidad por parte de los inversores les llevarí­a a justificar la exuberancia irracional de los mercados (creándose un mundo virtual de especulación financiera que nada tendrí­a que ver con la economí­a real) y a extrapolar las rentabilidades actuales como un derecho vitalicio lo que unido a la píérdida de credibilidad de las agencias de calificación como Moody's (al no haber predicho la actual crisis), coadyuva a que el mercado permanezca insensible al recorte de rating de las compañí­as que cotizan en la bolsa.
 
Especulación: El proceso especulativo impulsa a comprar con la esperanza de sustanciosas ganancias en el futuro, lo que provoca una espiral alcista alejada de toda base factual. Así­, el precio del activo llega así­ a alcanzar niveles estratosfíéricos hasta que la burbuja acaba estallando (crash) debido a la venta masiva de activos y la ausencia de compradores, lo que provoca una caí­da repentina y brusca de los precios, (hasta lí­mites inferiores a su nivel natural) dejando tras de sí­ un reguero de deudas (crack bursátil).
 
Incertidumbre sobre el nivel suelo de los valores bursátiles: Un inversor está dispuesto a pagar un precio por una acción si le reporta dinero en el futuro, por lo que el valor de dicha acción es el total de flujos esperados. El nivel suelo de las Bolsas mundiales, (nivel en el que confluyen beneficios y multiplicadores mí­nimos), se situarí­a en la horquilla de los 8000 y 9000 puntos en Mercados Bursátiles como el Dow Jones, y de 6.000-7.000 en  el Ibex 35, debido a la mayor virulencia y profundidad que presenta la crisis económica y muy lejos de los estratosfíéricos techos actuales.
 
Repunte de las commodities: El repunte generalizado en los precios de los commodities podrí­a reflejar un cambio en la tendencia de las condiciones económicas dentro del escenario mundial. Así­, en febrero  la cotización del petróleo  reportó la mayor subida mensual ( 7,5 %), seguido de la soja (subidas del 6,1 %) y  en la nueva senda alcista de los productos agrí­colas no sólo influye la recuperación del petróleo, sino que tambiíén juegan algunos factores coyunturales, como las malas condiciones climáticas (sequí­as, falta de humedad y bajas temperaturas) que se registraron en las principales zonas productoras del mundo y el regreso de la especulación de la mano de los fondos de inversión.
 
Posible crash bursátil en el 2012: La euforia de Wall Strett ( y por extrapolación del resto de bolsas mundiales) tras los resultados de los llamados "test de estríés" de las entidades financieras llevadas a cabo por la Administración USA y el goteo de datos económicos negativos inferiores a las más pesimistas previsiones, habrí­an ayudado a la sobreponderación de los brotes verdes de la economí­a ( aumento del 3% del PIB de EEUU en el 2011 y notable mejora de resultados de la Banca y Wall Strett).
 
Se habrí­a así­ producido un cambio en las expectativas del mercado, existiendo ahora la convicción de que las polí­ticas de rescate financiero ( Programa de Apoyo para activos con problemas (TARP) llevado a cabo por las Administraciones y las sucesivas bajadas de tipos de interíés de la Fed habrí­an aliviado los problemas de liquidez de las entidades financieras, pero no impedirán que los bancos se sigan descapitalizando y necesiten más inyecciones de capital, debido a la existencia de emisiones del sector inmobiliario (cíédulas hipotecarias) y de activos tóxicos (hipotecas subprime) que deberán ser comprados por los bad banks (bancos malos) o continuar con el goteo de nacionalizaciones bancarias, prácticas que en ambos casos suponen una píérdida de la libre competitividad .
 
Ello unido al incesante aumento de la deuda externa contribuirá a que la prima de riesgo aumente y el críédito siga sin fluir con normalidad a unos tipos de interíés reales, lo que aunado con el hecho de que los diferenciales de rentabilidad entre las emisiones de deuda pública entre los diversos paí­ses del primer mundo han aumentado en los últimos meses, (lo que conlleva un encarecimiento y mayores dificultades para obtener financiación exterior), la adopción de medidas extraordinarias como implementar medidas cuantitativas (Quantitative Easing) para incrementar la base monetaria y la devaluación del dólar para estimular las exportaciones podrí­a agudizar el riesgo evidente de estancamiento de la crisis económica .
 
Además, una posible  subida de tipos de interíés por parte de la FED y BCE en el segundo semestre del 2012 tendrí­a un inmediato impacto en hipotecas y príéstamos bancarios, consiguiente asfixia económica de amplias capas sociales y un dramático aumento de la morosidad y los embargos de viviendas y locales comerciales lo que unido al repunte de los precios del crudo (rondando los 120 $) , podrí­a dar lugar a episodios de estanflación (el índice de Precios al Consumo (IPC) de Estados Unidos subió en febrero el 2,87 % y en la  Eurozona se moderó hasta el 2,6 %).
 
Ello, aunado con el elevado endeudamiento de las empresas, podrí­a producir un nuevo crash bursátil que tendrí­a como efectos beníéficos el obligar a las compañí­as a redefinir estrategias, ajustar estructuras, restaurar sus finanzas y restablecer su críédito ante el mercado (como ocurrió en la crisis bursátil del 2000-2002) y como daños colaterales la ruina de millones de pequeños inversores todaví­a deslumbrados por las luces de la estratosfera, la inanición financiera de las empresas y el consecuente efecto dominó en la declaración de quiebras , frecuentes estallidos de conflictividad laboral e incrementos de la tasa de paro hasta niveles desconocidos desde la íépoca de la II Guerra mundial aunado con incrementos espectaculares del díéficit Público y de la Deuda Externa .


•... “Todo el mundo quiere lo máximo, yo quiero lo mínimo, poder correr todos los días”...
 Pero nunca te saltes tus reglas. Nunca pierdas la disciplina. Nunca dejes ni tus operaciones, ni tu destino, ni las decisiones importantes de tu vida al azar, a la mera casualidad...