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Autor Tema: La crisis rompe cuatro díécadas de bipartidismo griego  (Leído 140 veces)

Eguzki

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La crisis rompe cuatro díécadas de bipartidismo griego
« en: Mayo 07, 2012, 07:25:19 am »
Nueva Democracia y Pasok suman alrededor del 32% de los votos
En las elecciones de 2009 registraron un 77,4%
La crisis económica ha acabado de golpe con cuatro díécadas de tradición polí­tica griega: el bipartidismo entre los conservadores de Nueva Democracia y los socialistas del Pasok ha quedado hecho añicos. Juntos sumarán poco más del 32% de los votos, dificultando la próxima formación de gobierno. El resultado es crucial para el futuro de la Unión Europea: son los únicos que apoyan las medidas de austeridad, aunque hayan anunciado su intención de revisarlas. [Resultados]

El voto griego ha condenado con dureza los recortes: el resto de partidos que entrarán en el parlamento son frontalmente contrarios al memorando. La coalición entre los dos partidos tradicionales desde noviembre de 2011 -podrí­a repetirse ahora- ha contemplado como los ingresos de los griegos disminuí­an un 25% en los últimos meses.

El paro se ha situado en el 21,8% de la población. Uno de cada cuatro griegos, el 27,7%, vive bajo el umbral de la pobreza. No haber podido dar respuesta a esos problemas y haber exprimido los bolsillos de los griegos con unas severas subidas de impuestos, hasta a los pensionistas, ha acabado con la confianza de los electores.

Antonis Samaras, el candidato de Nueva Democracia, se ha impuesto en los comicios, pero no sumará ni el 20% de los votos. Un porcentaje pí­rrico para un partido ganador, más teniendo en cuenta que ha perdido alrededor de un 13% de apoyos con respecto a las elecciones de 2009 y esas las perdió.

Lo tradicional hubiera sido que el Pasok le siguiese en los votos, pero el castigo de los griegos a Evagelos Venizelos, el ex ministro de Economí­a que aprobó todos los recortes desde junio de 2011, ha sido fulminante: los socialistas han perdido la segunda posición en favor de la Coalición de la Izquierda Radical (Syriza) del joven Alexis Tsipras, posicionado contra el memorando y la Troika. Por primera vez desde 1977, tres años despuíés del final de la dictadura, no ocuparán uno de los dos primeros lugares.

Entre las muchas lecturas de estas elecciones, hay una muy destacable: la crisis económica ha propiciado el crecimiento los partidos extremistas. Entre ellos destacan el neofascista Amanecer Dorado del políémico Nikolaos Michaloliakos. Su discurso populista, nacionalista y xenófobo ha calado hondo en una parte de un electorado muy castigado por los efectos de los recortes.

La campaña electoral de esta agrupación ha consistido en una crí­tica constante a la inmigración ilegal. Tambiíén han organizado repartos de comida entre los griegos más necesitados. Tienen muchas probabilidades de conseguir una veintena de diputados. Tambiíén han ganarán más de 20 parlamentarios los comunistas de Andrea Papariga, aunque menos de los esperados. Un total de siete partidos entrarán en el parlamento.

Tres dí­as para formar gobierno
El objetivo de todos los partidos es llegar a los 150 diputados, la mitad de un parlamento de 300, para formar gobierno. Es seguro que nadie lo conseguirá este año. El sistema electoral griego otorga 50 diputados al partido que gana las elecciones, en este caso Nueva Democracia. Su porcentaje de votos garantiza alrededor de 111 diputados, insuficiente para gobernar en solitario.

Si ningún partido gana los 150 parlamentarios necesarios para formar gobierno, el partido ganador, en este caso Nueva Democracia, tendrá que buscar una coalición con sus rivales en unas negociaciones con un plazo de tres dí­as. Si no lo consigue, el turno recaerá en Syriza, por haber obtenido el segundo lugar. En el caso de que el partido de Tsipras tampoco lograse formar gobierno, el Pasok tendrí­a tambiíén su oportunidad. Si entonces no hubiera emergido una coalición, se tendrán que repetir las elecciones, probablemente a finales de mayo.

Escenarios
Los próximos dí­as van a poner a prueba las promesas iniciales de unos candidatos que rehusaban cualquier tipo de coalición. Samaras ya ha admitido que formarí­a un gobierno de concentración para intentar mantener al paí­s en el euro, renegociando los tíérminos de las medidas de austeridad con la Troika.

En consonancia se ha mostrado Evangelos Venizelos: "Un gobierno de unidad nacional con la participación de todos los partidos a favor del camino europeo, sin atender a sus posiciones polí­ticas con la responsabilidad de llegar a acuerdos, tendrí­a significado".

El escenario más comentado es una reedición de la coalición entre Nueva Democracia y Pasok que propició el gobierno del tecnócrata Lucas Papademos. Habrá que esperar al recuento definitivo de los votos para saber si ambos partidos pueden llegar a los 150 diputados. Están cerca de conseguirlo: los conservadores se mueven alrededor de los 111 y los socialistas de los 42.

Venizelos ha llamado al resto de partidos a participar en un posible gobierno de unidad, sin mucho íéxito, por lo menos en la noche electoral: "Los partidos que firmaron el memorando (las medidas de austeridad) ahora son una minorí­a. El veredicto del público les ha deslegitimizado" dijo la noche electoral Tsipras, desde la segunda posición que le otorgan los votos a Syriza. "Nuestra propuesta es un gobierno de izquierdas que respalde a la gente que rechaza el memorando", ha reclamado.

Sin embargo, no parece contar con muchos apoyos en un principio: Papariga, la lí­der comunista, se ha negado en rotundo e Izquierda Democrática, un partido escindido de Syriza, tampoco parece dispuesta a cooperar