El Tesoro ha logrado colocar el máximo previsto de 2.500 millones de euros en bonos a tres y cuatro años. El colchón de la demanda sigue siendo amplio, pero no ha evitado un notable incremento en el coste de emisión. En el bono con vencimiento en 2016 el interíés ha subido del 3,374% al 5,106%.