Por... JUDY LIN
Los legisladores de California aprobaron el viernes que se inviertan miles de millones de dólares en la construcción del tramo inicial de una de las primeras líneas de tren rápido en el país, entre Los Angeles y San Francisco.
La decisión representó una victoria política para el gobernador demócrata Jerry Brown y para el gobierno del presidente Barack Obama. Ambos han impulsado la construcción de estos sistemas de tren bala como una vía de generar empleos y desarrollar alternativas de transporte, amigables con el medio ambiente.
El secretario federal del Transporte, Ray LaHood, elogió la votación.
"Ninguna economía puede crecer más rápido de lo que permite su red de transporte", dijo LaHood en un comunicado. "Dado que las autopistas entre las ciudades de California están congestionadas y las tarifas de aviación resultan caras, los californianos necesitan desesperadamente una alternativa".
La iniciativa autoriza que el estado comience a vender bonos por 4.500 millones de dólares, aprobados por los votantes, incluidos 2.600 millones de dólares para construir un tramo inicial de 209 kilómetros (130 millas) del tren rápido en el Valle Central. Ello permitirá que el estado recaude otros 3.200 millones de dólares en fondos federales, que se hubieran rescindido si los legisladores no hubieran aprobado el viernes la propuesta.
Brown defendió el proyecto colosal de infraestructura, con el objetivo de dar cauce al crecimiento previsto en el estado más poblado del país -37 millones de habitantes-. Dijo que el proyecto es sumamente necesario para generar empleos en una zona con índices de desocupación mayores que en el resto del país.
Los miembros del Senado estatal votaron por 21-16, divididos por filiaciones partidistas, despuíés de un intenso cabildeo por parte de Brown, los dirigentes demócratas y los sindicatos. La propuesta, aprobada el jueves por la asamblea estatal, será entregada a Brown para que la promulgue con su firma