El consorcio formado por EDP y Repsol acaba de pedir el último permiso para instalar el mayor parque de eólica del mundo en Escocia y que requerirá, según expertos del sector, una inversión de unos 7.200 millones de dólares (unos 5.618 millones de euros).
Se trata del paso previo a la decisión firme de inversión por parte de estas empresas para este gran complejo, que ocupará una superficie tan extensa como la ciudad de Edimburgo y es capaz de generar energía suficiente para abastecer hasta a 1 millón de hogares.
En concreto, la alianza EDP y Repsol desarrollará en una primera fase 1.500 megavatios (MW) en aguas del noreste de Escocia, que se dividirán en tres parques eólicos en la zona de Moray. La instalación cubrirá un área de 114 millas cuadradas (296 kilómetros cuadrados).
Se iniciará en 2016
Estas compañías, que recientemente han presentado sus planes en esta zona a la agencia del Gobierno escocíés Marine Scotland, tienen previsto instalar hasta 339 turbinas. La construcción de los parques se iniciará progresivamente entre 2016 y 2019, para su puesta en marcha definitiva en 2020. Además, según unas primeras estimaciones, se crearán centenares de puestos de trabajo.
En concreto, la promotora del proyecto es Moray Renewables Ltd offshore (MROL), la joint venture creada en 2009 entre EDP Renewables y Sea Energy Renewables, compañía adquirida por Repsol hace 3 años y que recientemente se ha rebautizado como Repsol Nuevas Energías UK.
La instalación se construirá a 13 millas de la costa (22 km), en la costa de Caithness y evitará la emisión anual a la atmósfera de entre 3,5 y 4,5 millones de toneladas de dióxido de carbono. Sin embargo, supone un esfuerzo inversor sin precedentes. Según los actuales precios de mercado, cada megavatio instalado en alta mar cuesta más de 3 millones de euros.
El director general del proyecto, Dan Finch, explicó que la documentación presentada a la agencia del país representa la culminación de una gran cantidad de trabajo previo realizado durante tres años. Al trabajar en aguas muy profundas, a más de 12 millas de la costa, podemos aprovechar el excelente recurso eólico que hay en el Moray Firth", añadió.
Donald Trump se opone
Sin embargo, este megaparque marino no ha estado exento de críticas. Uno de sus más famosos detractores ha sido el multimillonario estadounidense Donald Trump. Tal como ha informado la prensa británica, el empresario quería construir un nuevo campo de golf en la zona situada frente al parque, por lo que se ha opuesto públicamente al proyecto porque, en su opinión, arruinaría la vista del complejo deportivo.
Pero parece que Repsol y EDP se han impuesto a Trump. El diario The Guardian resaltó recientemente que el parque recibirá pronto la autorización definitiva.
El proyecto es el primero en obtener el permiso de planificación de los 32.200 megavatios de parques eólicos propuestos que obtuvieron licencias en la tercera ronda realizada por el Gobierno de Reino Unido en 2010. Esta licitación pretende avanzar en los objetivos medioambientales fijados para 2020. El país cuenta con unos 2.000 megavatios de potencia eólica instalada marina en el mar y pretende alcanzar los 18.000 megavatios a finales de esta díécada.
Repsol desarrollará proyectos eólicos en dos zonas diferentes. Una de ellas es Inch Cape, en la que la petrolera participará con un 51 por ciento, mientras que EDP ostentará el 49 por ciento restante. La otra es el área de Beatrice, en la que participará con Scottish and Southern Energy.
Cambio accionarial
Este reparto será una realidad una vez que se ejecute el acuerdo estratíégico firmado con EDP. Este pacto contempla que Repsol eleve su participación en la alianza del 25 por ciento actual al 33 por ciento para hacerse con más derechos.
En medio de estos cambios en el capital, Gas Natural, participada de Repsol, tendrá una especial relevancia. La compañía presidida por Salvador Gabarró ha anunciado su interíés por quedarse con el 50 por ciento del paquete en manos de Repsol en este emblemático proyecto. A la gasista le resulta atractivo la generación elíéctrica de la instalación, pero tambiíén la posibilidad de poner en valor su experiencia en operaciones marinas.
Gas Natural Fenosa y Repsol han ido de la mano en diversos proyectos, pero íéste sería el primero en que lo harían en el área de renovables. Por su parte, la petrolera se decidió por esta inversión porque su experiencia en exploración de crudo en aguas profundas puede facilitar el proyecto.