Ojo al nuevo giro que toman los acontecimientos. España se plante pedir un rescate virtual al fondo de rescate permanente (MEDE). Esto es: pedir formalmente un programa preventivo, someterse a su condicionalidad pero luego no usar ese dinero para abaratar la prima de riesgo.
A simple vista, parece ilógico: ¿Para quíé vas a tomar lo malo del rescate (condicionalidad) y rechazar lo bueno (que el MEDE compre deuda en las subastas del Tesoro y contribuya a abaratar tu financiación)?
Tres motivos:
-Lo que importa es el BCE: en el ministerio de Economía español tienen la convicción de que España no necesita realmente el apoyo del MEDE para emitir deuda, sino que basta con que el BCE empiece a intervenir en el mercado secundario con compras de bonos a corto plazo.
-Seniority (incluso de facto): Si el MEDE inicia un programa de compra de bonos, ganaría prioridad de cobro sobre el resto de bonistas. Esto quiere decir que en caso de impago, el MEDE cobra antes, lo que haría menos atractiva la compra de deuda española por parte de los inversores tradicionales (ya que tendrían que asumir la parte del impago que no asumiera el MEDE). Incluso si se le quitara la seniority al MEDE por un acuerdo ad hoc, los mercados, desde el ejemplo griego, se han mostrado recelosos y consideran que aunque una institución oficial (como el MEDE o el BCE) renuncie explícitamente a la seniority, existe el riesgo de que al final obtenga un trato privilegiado respecto al resto.
-Condicionalidad blanda: Con este gesto, el Gobierno pretende conseguir un trato más beníévolo del resto de socios del euro a la hora de elaborar el Memorando de Entendimiento que, inevitablemente, España va a tener que firmar cuando pida ayuda al MEDE.
Miguel Roig