Gas Natural Fenosa vuelve al dividendo tradicional, es decir, a la retribución en efectivo en lugar de optar por el mecanismo de scrip dividend -pago en dinero y en acciones-, que le permitía una menor salida de caja pero a la vez no encaja bien con las necesidades de capital de sus principales accionistas, Repsol y La Caixa.
El consejero delegado del grupo, Rafael Villaseca, explicó en la presentación de resultados que esta medida para el dividendo complementario se adopta en "beneficio de sus accionistas" y a tenor de los resultados de las ediciones anteriores de este mecanismo, donde mayoritariamente se ha elegido la retribución en metálico.
Se trata de la primera vez que una compañía da marcha atrás en este mecanismo de retribución al accionista, despuíés de que se haya generalizado en las compañías del Ibex 35 y concretamente en el sector energíético, ya que Iberdrola o Repsol tambiíén han optado por el dividendo flexible.
En cualquier caso, la retribución al accionista será un 8,7 por ciento superior a la de 2011. En enero la compañía ya desembolsó en efectivo un total de 0,391 euros y el complementario ascenderá a 0,504 euros, con lo que la retribución total será de unos 0,895 euros y el pay out (porcentaje del beneficio que se destina a dividendos) se situará en el 62,1 por ciento. Con todo, el grupo dedicará 895 millones al pago del dividendo de 2012, frente a 823 millones de 2011.
Villaseca sacó pecho con unos resultados que cumplen con las previsiones del Plan Estratíégico, del que habrá una revisión en el segundo trimestre de este año. En concreto, la gasista ha obtenido un beneficio neto de 1.441 millones de euros, un 8,8 por ciento más a pesar de contar con una menor aportación de plusvalías por venta de activos que sí tuvieron lugar el ejercicio anterior.
Destaca la contribución de las actividades internacionales, que alcanzaron los 2.195 millones y representaron ya el 43,2 por ciento del resultado bruto de explotación, frente al 38,5 por ciento del año anterior. El grupo ha experimentado un crecimiento significativo en el desarrollo de la actividad en Latinoamíérica, con un fuerte impulso de Colombia y Brasil. No obstante, han aumentado en 19 millones las provisiones debido a la morosidad de estos países.
Gracias a la evolución de su negocio gasista, la compañía ha conseguido salvar su negocio en España, que a pesar de todo ha sufrido una caída del 1 por ciento en el beneficio neto. Por su parte, el beneficio bruto de explotación de la actividad regulada de distribución de electricidad en el país fue de 613 millones, con una caída del 9,9 por ciento.
Recorte de las inversiones
Y es que las medidas aprobadas por el Gobierno para reducir el díéficit de tarifa se han hecho notar en el balance de Gas Natural con un impacto negativo de más de 520 millones. En concreto, el recorte a la distribución aprobado en marzo se hizo notar en 110 millones, y en consecuencia la compañía ha reducido un 20 por ciento sus inversiones en esta actividad en España. Además, contempla ajustes adicionales, incluso de plantilla que "no serán dolorosos" y que no pasarán por un Expediente de Regulación de Empleo. Según Villaseca, estas tasas repercutirán en los precios de la electricidad, al tiempo que defendió la subida que experimentará el recibo del gas por la repercusión de 157 millones derivados del laudo arbitral con Sonatrach por los precios del contrato Sagane I, firmado durante el Gobierno de Felipe González.
Ante la inminente remodelación del sistema elíéctrico, Villaseca insistió en una solución para los ciclos combinados, que realizan una labor de soporte del sistema y actualmente tan sólo están funcionando al 10 por ciento de su rendimiento debido a las renovables y a la obligación de quemar carbón. El ejecutivo aprovechó para pedir de nuevo una reforma de calado en lugar de aprobar medidas regulatorias "cada tres o cuatro meses".
A pesar de las diversas nacionalizaciones en Latinoamíérica, el grupo no prevíé ninguna expropiación de sus filiales. Es más, valora positivamente la nueva fórmula de precios decretada por el Gobierno de Cristina Kirchner. Precisamente, en Argentina la compañía logró recientemente un contrato de suministro de gas, lo que provocó ciertas diferencias con su socio de referencia Repsol.
