El fin de la crisis está casi aquí. Ese es el mensaje que el grupo formado por 18 grandes empresas españolas —los pesos pesados de la Bolsa y algunos grandes grupos familiares— se esforzó hoy en defender contra viento y marea, pese a los malos datos de empleo y pese al pinchazo de los pronósticos que este mismo grupo realizó en un informe de hace menos de un año: calcularon un crecimiento del 0,5% en 2013 (ahora creen que caerá el 1,4%) y que la reforma laboral permitiría crear 1,5 millones de empleos. En 2012, con la reforma en vigor desde febrero, se han destruido más de 800.000 empleos.
“Nos preguntan siempre que cuándo vamos a tocar fondo y nosotros les decimos que yaâ€, señaló el presidente de Telefónica, Cíésar Alierta, que preside ese Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC) que han formado los patrones de las grandes firmas, y enfatizó poco despuíés que “la crisis está acabandoâ€.
El CEC presentó su tercer informe sobre la economía española, que pronostica una contracción del 0,3% para el tercer trimestre del año, seguida de un tercer trimestre de estancamiento y finalmente, un incremento del PIB ya en el cuarto trimestre del 0,3%. Y esta mejora se traducirá en creación de empleo a partir de 2014. “El mensaje que queremos dar es que este ya es el último trimestre de crecimiento negativo despuíés de sieteâ€, insistió Alierta.
La contracción calculada ahora para el conjunto de 2013, del 1,4%, se alinea con las previsiones de servicios oficiales internacionales como el Fondo Monetario Internacional (1,5%) o la Comisión Europea (1,4%), aunque triplica la contracción prevista por el Ejecutivo español (0,5%).
España sigue en un camino pedregoso: tiene seis millones de parados —el del 26% de la población activa—, afronta su segunda recesión en cuatro años y la sequía crediticia impide romper ese círculo vicioso por el que los recortes sociales para cuadrar las cuentas públicas agravan la crisis y alejan, precisamente, esos objetivos sobre el díéficit público. Pero el informe presentado, cuyo título —España, un país de oportunidades— ilustra bien el tono optimista de su contenido, recoge otros datos más alentadores: el valor de las exportaciones se sitúa un 26% por encima del nivel previo a la crisis y España ha sido el país desarrollado que menos cuota de mercado mundial ha perdido en favor de los emergentes entre 2009 y 2011. Además, si se excluyese el efecto del ajuste fiscal (que se ha comido 2,6 puntos porcentuales del producto interior bruto, PIB), la economía se hubiese comportado igual que en el resto de la eurozona.
El presidente del CEC destacó que “España es un país competitivo e innovador a nivel mundial y su economía es cada vez más intensa en conocimientoâ€.
Además, recalcó que “las dudas se están disipando y el país ya es atractivo para los inversoresâ€. El Banco Central Europeo (BCE) marcó un punto de inflexión el pasado verano frente a los ataques de los mercados a países perifíéricos como España con su encendida defensa del euro. No ocurrió así en la primera parte de 2012.
La voluntad de ver ese lado bueno de las cosas alcanza tambiíén a los casos de corrupción que están ahora en los tribunales. Preguntado por el daño a la imagen que podrían implicar para España, Alierta hizo de la necesidad de virtud: “Las instituciones están funcionando bien, la lección está aprendida y la consecuencia de ello es que las instituciones van a funcionar mejorâ€, señaló el alto directivo. “Esa es la percepción que vemos a nivel global, porque desde dentro, a veces, los árboles no dejan ver el bosqueâ€, según dijo.
El economista jefe del BBVA, Jorge Sicilia, explicó que “el principal error en las previsiones \[del año anterior\] se debe a las tensiones financieras†y que los nuevos pronósticos se han elaborado sobre la base de un escenario en el que “continúa el proceso de normalización en los mercados†—esto es, que la prima de riesgo, sobrecoste de la deuda española en relación con la alemana, baje entre 30 y 50 puntos básicos más— y que no se produzca “un evento fiscal grave en Estados Unidosâ€. La primera economía del mundo se halla inmersa en la negociación para evitar una subida de impuestos combinada con el recorte de gastos.
Respecto al efecto de la reforma laboral en el mercado de trabajo, Sicilia defendió que “los plazos del impacto de la reforma son difíciles de prever†y reiteró la necesidad de “cambiar el marco de actuación†para poder crear más empleo cuando la actividad se recupere. “La reforma está mostrando ya más flexibilidad y una mejora de los contratos indefinidos frente a los temporalesâ€, indicó. En los seis últimos meses, los contratos indefinidos han aumentado un 10,5%, mientras que los temporales han bajado un 2,3%, cuando antes de dicha reforma la tendencia era inversa, según recoge el estudio.
El CEC —formado por grandes grupos como Telefónica, Repsol, La Caixa, Santander, Planeta o El Corte Inglíés, entre otros— animó a seguir a avanzando en las reformas estructurales. Alierta tambiíén llamó la atención sobre la necesidad de aumentar el tamaño de las empresas españolas, ya que las pymes significan el 90% del tejido producto español.