El parón del consumo y la caída de las ventas han obligado a la cadena francesa Fnac a aplicar un severo plan de ajuste en España. Según han confirmado fuentes sindicales, la empresa ha decidido poner en marcha un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), que afectará a la totalidad de la plantilla -unos 1.500 trabajadores-, pero a lo que hay que sumar además una rebaja salarial del 3%.
La compañía decidió sustituir en febrero al frente de la filial española a Eric Surdej, apenas siete meses despuíés de su nombramiento en julio del año pasado. En su lugar se decidió el nombramiento de Claudia Silva, primera ejecutiva de la compañía en Portugal, y que asumirá la gestión de toda la Península Ibíérica.
La decisión adoptada ahora de aplicar un ERTE se produce apenas unas semanas despuíés de que la empresa hubiera negociando con los sindicatos una ampliación de los horarios de sus trabajadores, en línea con el nuevo convenio colectivo del sector. El número de horas pasó así de 1.770 a 1.798 al año, aunque ahora tendrán que volver otra vez a reducirse.
Los sindicatos han decidido ya la convocatoria de una jornada de huelga en el centro de La Coruña el próximo 25 de marzo y de otras dos en los establecimientos de Madrid los días 26 y 27 del mismo mes. Fuentes sindicales insisten, no obstante, en que "si la empresa mantiene sus planes, se irán convocando sucesivamente jornadas de paros a lo largo de todo el país".
Los sindicatos critican que los sueldos de la empresa son muy bajos y que una reducción del 15% es "absolutamente insostenible". Fnac tiene 25 tiendas en España y, aunque los resultados del año pasado todavía no se conocen, en 2011 la cadena tuvo unas ventas de 429,8 millones, lo que supuso un 0,43% menos que el año anterior. El beneficio se desplomó, en cambio, un 44%, hasta 12,4 millones.