ETA ha enviado un comunicado al diario Gara para denunciar la escasa voluntad que en su opinión está demostrando el Gobierno de Mariano Rajoy para sentarse a negociar las condiciones de la disolución de la organización terrorista. La banda asegura que tanto España como Francia están demostrando una actitud hostil tras la declaración del alto el fuego definitivo y advierten que esta estrategia supone un “claro paso atrásâ€, que puede acabar frustrando el abandono permanente de las armas.
El comunicado está fechado el pasado 17 de marzo y llega despuíés de que las autoridades noruegas decidieran expulsar a los dirigentes de ETA que se habían desplazado a Oslo para tratar de entablar contacto con las autoridades españolas. Sin embargo, el rechazo del Ejecutivo a sentarse en la mesa con los terroristas provocó que Noruega expulsara de su territorio a los miembros de la banda. Este documento pretende, afirma la banda, “que el pueblo vasco conozca los hechosâ€.
“ETA quiere hacer público que seguirá trabajando por construir una resolución definitiva y que mantendrá activa la representación que ha designado. No cederemos ante las dificultades, porque Euskal Herria merece y necesita la paz y la libertadâ€, asegura el documento. Incluso llega a afirmar que ha tenido un papel “serio y constructivoâ€.
Sin embargo, advierte de que la actitud de las autoridades españolas “dificulta la resolución del conflicto†y denuncia los obstáculos que están suponiendo las operaciones de los servicios de inteligencia y de las fuerzas policiales españolas. La organización afirma que ha concedido demasiado tiempo al Gobierno del Partido Popular para asumir su responsabilidad en el conflicto y que no ha obtenido ninguna respuesta que demuestre su voluntad de alcanzar la paz en el País Vasco.
La nota tambiíén señala directamente al Partido Nacionalista Vasco por prestarse a colaborar con la estrategia de antiterrorista del Ejecutivo central, pese al nulo interíés que, en opinión de ETA, está demostrando el gabinete de Rajoy en el fin del conflicto. Si no se producen cambios en el proceso, el grupo armado advierte de que pueden producirse pasos atrás.
Por último, ETA recuerda que el proceso de desarme no está entre los cometidos asignados a la Comisión Internacional de Verificación (CIV) que ha acompañado a la organización terrorista y a la izquierda abertzale desde el inicio del alto el fuego definitivo. La banda se muestra abierta a ejecutar una entrega de sus armas y explosivos, pero siguiendo la hoja de ruta que la propia organización definió el pasado mes de noviembre en otro comunicado. En esa nota, ETA afirmó que el desarme, los presos y los refugiados debían ser objeto de una negociación directa con los Ejecutivos de Madrid y de París, al margen de la CIV. En el nuevo comunicado, la organización terrorista se reafirma en esta estrategia, y asegura que las noticias que han aparecido en las últimas semanas adelantando una inminente entrega de armas son “malíévolas†e intencionadas, para “ocultar la total responsabilidad que tienen los estados en el bloqueo del procesoâ€.
Interior: "Los mismos delirios de siempre"
Mariano Rajoy reclamó la "disolución definitiva" de ETA, y respecto a las "consecuencias negativas" que anuncia la banda, señaló: "Me gusta pensar en positivo, no quiero hablar de consecuencias negativas, y las positivas para todos vendrán cuando ETA anuncie definitivamente su desaparición como organización terrorista", dijo Rajoy en París en una conferencia de prensa conjunta con el presidente francíés, Franí§ois Hollande. El jefe del Ejecutivo español añadió que la disolución de ETA "no traerá más que bien a todos".
El Ministerio del Interior ha asegurado que el comunicado de ETA "no merece comentarios" porque se trata de "los mismos delirios de siempre" de la banda terrorista, de la que sólo espera su disolución incondicional.
Por su parte, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha denunciado que ETA busca con su comunicado "una vez más erigirse en un agente que condicione la vida en paz de los ciudadanos y lo que tiene que ser un proyecto de convivencia normal en la sociedad vasca".