¿Cuál fue el díéficit público en 2012? El Ministerio de Hacienda -tras la última rectificación- lo ha situado en el 6,98% del producto interior bruto (PIB). Aunque si se incorporan las ayudas financieras el desequilibrio entre ingresos y gastos en tíérminos de Contabilidad Nacional hay que añadir 3,25 puntos porcentuales adicionales. En total, el 10,23% del PIB. Esta es la cifra que el Gobierno enviará a Bruselas y que se publicará en los próximos días.
¿Será esta la última revisión? Nadie lo sabe, pero lo que está claro es que el Servicio de Estudios del BBVA ha hecho sus propios cálculos, y según sus estimaciones el año pasado se cerró con un díéficit equivalente al 10,6% del PIB. Es decir, algo por encima de la última estimación del Gobierno.
La diferencia no tiene que ver con el díéficit ‘ordinario’, sino con el volumen de las ayudas a la banca, que los economistas del BBVA las sitúan en el 3,7% del índice, casi medio punto por encima de lo que estima el Gobierno. La cifra, en todo caso, dista mucho del 0,5% de ayudas a la banca que concedió el anterior Gobierno, que en lugar de sanear el sistema financiero lo mantuvo con problemas de solvencia, lo que provocó un aumento del diferencial con Alemania.
La conclusión de sus economistas es que “tanto el ajuste en la inversión pública como en el gasto en consumo final de las Administraciones Públicas, junto al crecimiento de los impuestos†ha permitido que el díéficit, excluyendo las ayudas al sector financiero, “se haya ajustado en torno a dos puntos de PIB, hasta situarse en el 7%â€.
Esta reducción del desequilibrio presupuestario explica, en parte, la clara mejora en las necesidades de financiación de la nación. Hasta el extremo de que, según las cuentas no financieras, por primera vez en quince años, las necesidades de financiación de la economía española con el resto del mundo se han situado prácticamente en equilibrio. En concreto, se han establecido en el 0,2% del PIB, ligeramente mejor que el -0,7% previsto inicialmente por los economistas del BBVA.
Capacidad de financiación
La desviación se debe, en su opinión, a que la tasa de ahorro se ha comportado mejor de lo previsto. Aunque lo más relevante es que se observa “una aceleración del proceso de desapalancamiento del sector privadoâ€, lo que es achacable a la inyección de capital del sector público a una parte del sistema financiero. De hecho, según sus cálculos, la banca habría registrado una capacidad de financiación en 2012 (no unas necesidades) equivalentes a 2,4 puntos de PIB (24.000 millones de euros) excluidas las ayudas.
Quiere decir esto que el sistema financiero se está desapalancando -está devolviendo deudas- con el consiguiente efecto sobre el volumen de críédito. En concreto, la concesión de príéstamos está cayendo a un ritmo anual del 9,8% en tíérminos reales, es decir, descontando el efecto de la inflación.
