Entre 2011 y 2012, el grupo Prisa se gastó 152,4 millones de euros en reducir en 1.694 trabajadores su plantilla, lo que supone un descenso del 12,2 por ciento con respecto a 2010. La multinacional que edita El País cerró 2011 con 13.159 empleados, 726 trabajadores menos que en 2010, y reconoce un gasto por indemnizaciones de 77,21 millones de euros por el "proceso de reestructuración". En 2012, los ajustes continuaron y el grupo terminó el año con 12.191 trabajadores. El ejercicio pasado se apuntó 52,16 millones en pago de indemnizaciones y provisionó otros 22 millones de euros resultantes del procedimientos de regulación de empleo pendientes de pago a organismos.
Pese a este tijeretazo, que entre otras cosas incluye el sexto Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en Cinco Días, las cifras no incluyen el ajuste en la plantilla del diario El País aprobado en enero y que supuso la salida de 129 profesionales y una bajada de sueldo del 8 por ciento. Pero la cosa no termina aquí, la fuerte caída de los ingresos y la elevada deuda ha llevado a la compañía a volver a posar sus ojos sobre los gastos de personal y, a lo largo de este año, se espera que anuncie un nuevo ERE en La Ser y renegocie a la baja el convenio colectivo de su diario económico.
Así, el comitíé de empresa de Cinco Días, que vio su plantilla reducida en 21 trabajadores el pasado octubre (fueron despedidos con la mínima indemnización legal), ya se ha sentado con los gerentes para negociar una bajada de salario y la eliminación de días libres y derechos sociales con el objetivo de seguir ajustando los gastos de explotación, que en el último año se han reducido un 3,3 por ciento hasta los 15,4 millones de euros.
En el caso de la radio del grupo, el ajuste va más allá. El grupo que preside Juan Luis Cebrián tiene previsto sacar del cajón la propuesta de despido colectivo que se puso sobre la mesa el verano pasado. Tras una huelga en la radio y manifestaciones de los trabajadores rodeando el Círculo de Bellas Artes el día de la junta de accionistas de 2012, la compañía retiró la propuesta. Detrás de este gesto estaba un mero formalismo: el anterior ajuste de plantilla, que se llevó por delante a 180 personas, tenía una cláusula que impedía realizar un nuevo ajuste antes de abril de 2013.
Así, según informan fuentes cercanas a la emisora, se avecina un nuevo ERE en La Ser que afectará sobre todo a las delegaciones provinciales. En concreto, el grupo planea despedir a unas 150 personas y reducir su estructura regional que, según dicen, está sobredimensionada.
Tras estos ajustes se encuentra la presión de la banca acreedora. Y es que el grupo tiene que hacer frente a vencimientos de más de 3.000 millones de euros entre 2014 y 2015 y no parece tener fondos para afrontarlos. Ante esa presión, el grupo se ve obligado a seguir recortando los costes salariales, que en 2012 sumaron 545 millones de euros, un 7,7 por ciento menos que en 2011, y a analizar todos los negocios para llevar a cabo posibles ventas. En este sentido, Prisa comunicó a la SEC, que cerró 2012 con un fondo de maniobra negativo (incluyendo los vencimientos) y que si no consigue suficiente liquidez para afrontar los pagos "se verá forzada a vender activos" o "buscar nuevas vías de financiación" para poder reestructurar su deuda.
Es justo esta difícil situación financiera (a la que se suma el descontento de la plantilla) la que ha llevado a Juan Luis Cebrián, Fernando Abril Martorell, vicepresidente, y Manuel Polanco a renunciar a un bonus de más de cinco de millones. Con esta decisión, el presidente del grupo calma los ánimos de los trabajadores que vieron como en 2012 ingresó 13 millones de euros de sueldo. Pese a renunciar al variable, Cebrián ingresó 1,116 millones de euros en concepto de salario fijo. Abril-Martorell se llevó 790.500 euros y Polanco Moreno, más de 460.000 euros
Según las cuentas presentadas por el grupo a la SEC, Ignacio Polanco Moreno, que dimitió como presidente del grupo en julio de 2012, ha cobrado 540.164 euros. No consta ninguna indemnización por su marcha.
