Wall Street cerró con una sólida tendencia alcista impulsado por una serie de datos macroeconómicos mejores de lo previsto en EEUU. El S&P 500, uno de sus índices de referencia, subió el 0,72% hasta conquistar un nuevo ríécord. Ese índice sumó 11,37 puntos para acabar en las 1.593,61 unidades, por encima del máximo histórico al que había terminado el pasado 11 de abril.
Por otro lado, el Dow Jones de Industriales avanzó otro 0,72% (106,2 puntos) hasta las 14.818,75 unidades y el índice compuesto del mercado Nasdaq el 0,85% (27,76 puntos) hasta los 3.307,02 enteros, su nivel más alto desde noviembre del año 2000. Los inversores se volcaron por las compras tras conocerse que tanto el gasto de los consumidores como las ventas pendientes de casas de EEUU aumentaron en marzo más de lo previsto.
En una jornada en la que no se conocieron resultados empresariales de relevancia, Wall Street tambiíén se centró en la formación de Gobierno en Italia despuíés de meses de estancamiento político. Así, tan sólo seis de las treinta empresas que integran el Dow Jones acabaron la jornada a la baja, lideradas por Boeing (-1,02%), pese a que este fin de semana despegó en Etiopía el primer vuelo de su 787 tras tres meses en tierra por el problema con sus baterías.
El lado contrario de la tabla lo encabezaron las tecnológicas Hewlett-Packard (2,65%), Microsoft (2,58%) e IBM (2,49%), seguidas por la química DuPont (2,27%) y otras siete empresas con subidas superiores al punto porcentual.
Fuera de ese índice destacó la contundente subida del 19,54% de Conceptus despuíés de que el grupo farmacíéutico alemán Bayer anunciase una oferta para comprar esa compañía por 1.100 millones de dólares con el fin de ampliar su cartera de anticonceptivos.
Por otro lado, la empresa de fotografía Eastman Kodak se disparó el 30% en los mercados secundarios tras anunciar un acuerdo para vender su negocio de imágenes personalizadas y escaneado de documentos a su mayor acreedor, su plan de pensiones del Reino Unido, un importante paso para que pueda salir de la suspensión de pagos.
En otros mercados, el petróleo de Texas subió a 94,5 dólares por barril, el oro descendió a 1.467,4 dólares la onza, el dólar perdía terreno frente al euro (que se cambiaba a 1,3098 dólares) y la rentabilidad de la deuda estadounidense a diez años progresaba al 1,67%
