Desde que en 1990 arrancó la serie histórica de esta estadística, la Intensidad Media Diaria (IMD) de estas carreteras se ha mantenido en el entorno de los 15.000 vehículos diarios hasta 1998, año a partir del cual escaló progresivamente hasta superar en el año 2000 por primera vez los 20.000 vehículos al día.
Durante una díécada, el tráfico en las autopistas estatales de peaje llegó a superar esta cifra (alcanzando su máximo en 2006 con 23.909 vehículos diarios) hasta que en 2010 bajó nuevamente de los 20.000 vehículos.
Por la red de autopistas estatales de peaje, que desde que comenzó la serie histórica en 1990 se ha incrementado un 49 % hasta 2.559,5 kilómetros, circularon en 2012 una media diaria de 2.105 vehículos pesados (camiones y autobuses), la menor cifra desde hace diez años.
Remontándonos a los niveles máximos que se registraban en 2007 el tráfico de los vehículos pesados ha descendido un 45 % y un 9 % respecto a 2011.
En este contexto, la AP-41, que conecta Madrid y Toledo; la AP-36, que discurre entre Ocaña (Toledo) y La Roda (Albacete); la R-3, entre Madrid y Arganda; la R-4, cuyo trazado discurre desde la M-50 (Madrid) hasta Ocaña (Toledo); la R-5, entre Madrid y Navalcarnero, y la que discurre entre Cartagena (Murcia) y Vera (Almería) se han visto abocadas al concurso de acreedores, arrastradas por una deuda conjunta de más de 4.000 millones.
Entre las autopistas que más han reducido sus tráficos se encuentra la Madrid-Guadalajara, cuya intensidad media diaria se hundió en 2012 un 24 %; la AP-41, con un descenso del 22,1 %; la AP-36 y la R-5 con un 19 % menos o la R-4, con una caída del 18 %.
Por su parte, el tráfico de la R-3 cayó un 17 %; en tanto que el de la circunvalación de Alicante fue del 12,5 % y del 10,2 % en el caso de la Cartagena-Vera.