El escenario al que se enfrenta la banca está lejos de haberse despejado. La morosidad, que hoy dificulta el cobro del 11,6% de los príéstamos de la banca con clientes, seguirá en avance hasta el año 2016 ó 2017. Son pronósticos de Citi, que aún atisban un empeoramiento a medio plazo en la entrada de activos dañados, aunque con diferencias por entidades y carteras.
En el Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, Popular y Bankinter, las entidades cotizadas que monitorizan sus analistas, adelantan el punto álgido de impagos en España a 2015. A pesar del recorrido al alza mientras la economía recupera el pulso, el banco de inversión estadounidense advierte ciertos indicios de mejora en carteras específicas. Citi constata una ralentización e, incluso, descenso en el ratio de morosidad de hipotecas de Bankinter, el ligado tambiíén a financiación de viviendas y grandes corporaciones del Sabadell; el saldo del Popular y en Caixabank, si se excluyen las refinanciaciones y reestructuraciones de deuda, o una desaceleración clara en el Santander. "Aunque una golondrina no hace verano, el ritmo de deterioro se ha ralentizado desde 2012 en línea con aumentos menores en la tasa de desempleo y el crecimiento del PIB menos negativo", refiere el banco de inversión en informe.
Las dificultades no se agotan, sin embargo, en los impagos. El 16,9% de los activos del sector son problemáticos, calcula Citi. Junto a los críéditos incobrables, incluye en el cómputo los inmuebles adjudicados a cambio de deudas impagadas, príéstamos subestándar -al corriente, pero con riesgo de insolvencia-, y reestructuraciones y refinanciaciones de príéstamos.
El banco de inversión cree que el volumen de estos activos tóxicos continuará engordando hasta alcanzar su punto ríécord en 2014, para reducirse en un 30% hacia el año 2016.
Las entidades han puesto en plena potencia la maquinaria para desprenderse de los activos dañados, especialmente nutridos con inmuebles embargados y recibidos a cambio de redimir deuda a clientes.
Sin embargo, el banco de inversión americano descarta una limpieza rápida. Sus expertos estiman que las entidades tardarán, al menos, hasta 2018 en desprenderse de la mayoría de los activos adjudicados, y lo harán gracias a la aplicación de descuentos de entre el 10% y 15%.
Mejora de la rentabilidad
A pesar del desafiante escenario, con una economía díébil y el avance de los fallidos, las entidades serán capaces de mejorar su rentabilidad sobre fondos propios (ROE) gracias al fin de la guerra del pasivo impuesto por el Banco de España. Los expertos de Citi constatan una ligera recuperación del margen financiero o el derivado de la operativa pura bancaria en entidades como Popular, Bankinter y Santander gracias al alivio en costes conseguido con una rebaja en las retribuciones a depósitos de clientes.
El banco estadounidense eleva el ROE previsto en la banca española a un 9,-12% gracias al ahorro en dicha retribución a fondos de clientes, frente al 8,5-10% fijado en su estudio anterior.
Entre las incertidumbres que rodean al sector se encuentra la reclasificación de refinanciaciones, exigida por el Banco de España antes del 30 de septiembre, y si el Gobierno y la troika permiten al sector computar los activos fiscales diferidos como capital, como han hecho hasta ahora. A pesar de esos focos de dudas, Citi eleva su estimación sobre la banca española y muestra una preferencia clara por Bankinter por el bajo nivel de activos problemáticos y capacidad de mejorar la solvencia a corto plazo.
