Cemex pide 1.300 millones de dólares por sus activos en Venezuela
Según el presidente venezolano, vale 400 millones
EFE
CARACAS.- El presidente venezolano, Hugo Chávez, ha afirmado este viernes que la directiva de la cementera mexicana Cemex, expropiada esta semana por su Gobierno, se comportó de manera "irrespetuosa" durante las negociaciones para la adquisición de su mayoría accionarial por parte del Estado.
"Los mexicanos de Cemex han sido irrespetuosos. Ellos, en el fondo tienen (...) complejo de superioridad. Son tan latinos como nosotros, pero se sienten más del norte", ha manifestado Chávez en una reunión ordinaria del Consejo de Ministros transmitida parcialmente por la televisión estatal.
El Gobierno de Chávez decretó el pasado martes la expropiación de Cemex de Venezuela como parte del proceso de nacionalización de "sectores estratíégicos" que lleva a cabo y que hasta ahora ha afectado a los de telecomunicaciones, electricidad, hidrocarburos, lácteos y banca.
Por su parte, Cemex anunció el pasado jueves que presentará una demanda en el Centro Internacional para el Arreglo de Diferencias por Inversiones (CIADI) contra la medida que, sostuvo, entraña una "violación flagrante a la Constitución, a la Ley de Expropiación y otras leyes de Venezuela".
Míéxico pide un trato no discriminatorio
"No tenemos miedo", ha manifestado Chávez al referirse a la decisión de la cementera mexicana de acudir ante al CIADI. Agregó que redacta una "carta de respuesta al presidente de Míéxico", Felipe Calderón, cuyo Gobierno pidió este martes a Caracas, a travíés de una misiva, continuar las negociaciones con Cemex "sin un trato discriminatorio".
Chávez considera que "de manera aventurada, sin tener información precisa", el Gobierno de Calderón asevera en su misiva oficial que Venezuela "estaría dándole un trato discriminatorio".
"No, ahora si (Calderón) le va creer los cuentos que le echan ellos (Cemex). Justo, un trato justo" le ha dado su Gobierno a la cementera mexicana, afirma el mandatario venezolano.
El Estado venezolano tomó simbólicamente la medianoche de este lunes las plantas de Cemex, la única de las tres empresas cementeras afectadas por el decreto de nacionalización que no logró, en el plazo de 60 días de negociación, un acuerdo amistoso con el Estado sobre el valor de su mayoría accionarial.
El mismo lunes, el Gobierno venezolano negoció con íéxito la compra del 89% de las acciones de la francesa Lafarge por 257 millones de dólares, y del 85% de la suiza Holcim por 572 millones de dólares.
Las autoridades venezolanas revelaron que Cemex pedía unos 1.300 millones de dólares por sus activos en Venezuela, cifra que según sus cálculos triplica los "400 millones de dólares" que vale la empresa.
Las acciones, suspendidas
Por su parte, la Comisión Nacional de Valores venezolana ha ordenado que se mantenga por otras 48 horas la suspensión, que comenzó el martes pasado, de las acciones de Cemex de Venezuela en la Bolsa de Valores de Caracas.
La suspensión, vigente al menos hasta el próximo lunes, obedece a que aún no se determina "el precio que servirá de base para el justiprecio que se pagará a Cemex" por parte de las autoridades venezolanas, ha indicado la Comisión en un comunicado.
El decreto de expropiación de Cemex afecta "las acciones, empresas filiales y afiliadas, así como los derechos, bienes muebles e inmuebles, maquinarias, equipos industriales y de oficina y cualquier otro activo requerido para la actividad de producción, explotación, procesamiento, transporte y almacenamiento de cemento".
Alrededor del 76% de la filial venezolana de Cemex es propiedad de la compañía mexicana y el resto de miles de inversionistas